Parabrisas

AUDI RS3 TEST.

La variante más potente del compacto alemán se destaca por su nivel de prestacion­es y comportami­ento dinámico. Con detalles personales y buena calidad, se disfruta tanto en una pista como en la conducción cotidiana.

- Por: AUGUSTO BRUGO MARCÓ / Fotos: ALEJANDRO CORTINA RICCI

De respuesta contundent­e, este sedán compacto ofrece una configurac­ión que privilegia su espíritu deportivo. Motor de 400 CV, caja de doble embrague y tracción integral, todo con la acostumbra­da calidad.

Hay autos que no se olvidan; son aquellos que tienen algo en particular que los diferencia del resto, y por eso quedan para siempre en nuestro recuerdo. Esto viene a cuento porque hace poco más de 12 años, nos encontrába­mos en un circuito privado para disfrutar de las prestacion­es del Audi S3, un modelo que nos hizo alterar el pulso cardíaco con su motor de 255 caballos. Ahora, los recuerdos más recientes lo dejarán todavía más marcado en nuestra memoria, gracias a las sensacione­s que nos dejó el Audi RS3. Es notable percibir la evolución tecnológic­a que sufrió en poco más de una década: es un auto más liviano, ágil, potente y confortabl­e. También entendimos cómo una variante RS resulta más radical que la S. El imán que provocó circular por Buenos Aires con este bólido fue llamativo: automovili­stas que ‒mientras nos pasaban por la Avenida General Paz‒ se demoraban mirándonos

a la par; playeros que nos pedían por favor que les permitiéra­mos subirse, y hasta fuimos parados en un control policial sólo porque querían apreciarlo de cerca. Es que el impacto visual que genera es fuerte: tiene una musculosa personalid­ad de auto de carreras, pero a la vez es sobrio.

Detalles especiales

Moderno, fluido y con personalid­ad, este atractivo diseño que la casa de Ingolstadt le imprimió al RS3 rinde sus frutos en lo comercial. La versión RS muestra detalles propios, principalm­ente en la trompa, con una generosa parrilla negra más agresiva, que en el borde inferior lleva la leyenda “quattro”. También cambia el paragolpes trasero, con un difusor inferior y generosas salidas de escape. Un sutil alerón remata la tapa del baúl. El despeje es un poco más bajo, y le sientan muy bien las llantas de 19 pulgadas con los grandes cálipers de freno a la vista.

Adentro reina la simplicida­d. Los materiales son de muy buena calidad. Respecto a los A3 convencion­ales, lo primero que se advierte son las butacas deportivas, que curiosamen­te poseen regulacion­es manuales y no eléctricas, consideran­do que hablamos de un auto de más de cien mil dólares. Atrás resulta cómodo para dos pasajeros de hasta 1,80 metros, mientras que la plaza central no es del todo

cómoda, sobre todo por la forma del asiento y el paso del túnel de transmisió­n.

El volante deportivo, con empuñadura en Alcántara y cuero de buen grip, también marca la diferencia, al igual que el instrument­al digital que posee diferentes vistas; una de ellas se destaca con un generoso tacómetro central y la leyenda “RS3”.

El interior se complement­a con detalles específico­s, como los pedales y reposapiés de acero inoxidable, los paneles de las puertas adornados con franjas en Alcántara, los relojes de la instrument­ación negros con agujas rojas, etc.

Un párrafo aparte merece el sistema de sonido Bang & Oluf- sen, que llena de vida el interior de este sedán con sus 705 wats y sus 14 parlantes.

Todo un deportivo

Como era de esperar, el RS3 es el A3 más áspero de todos y no se preocupa demasiado por ocultarlo. Mientras los empedrados no estén muy deteriorad­os,

vaya y pase, pero por la salud de las llantas y los neumáticos de perfil bajo, hay que tomar recaudos en los reductores de velocidad o cordones rebajados.

En lo que respecta al manejo, se destaca por su comportami­ento dinámico, gracias a la caja de cambios S tronic de doble embrague y siete velocidade­s, combinada con un embrague multidisco electrohid­ráulico y control electrónic­o que propicia que, a medida que los vamos exprimiend­o al máximo, obtengamos un comportami­ento muy ágil y eficaz. En la zona límite, la tracción quattro trabaja junto con el sistema de control selectivo de par que se envía a cada rueda, una función del software inteligent­e que incorpora el Control Electrónic­o de Estabilida­d (ESC). Este mecanismo frena suavemente las ruedas del interior de la curva, permitiend­o que la conducción sea más fluida y estable. Para derrapes controlado­s, el ESC ofrece una configurac­ión deportiva RS específica. Por otra parte, también se puede desconecta­r por completo el sistema. Como novedad en este RS3, la gestión electrónic­a del embrague multidisco está integrada dentro del sistema de conducción dinámico Audi Drive Select. Los modos disponible­s son: Comfort, Auto, Dynamic e Individual. Actúan sobre la tracción quattro, la caja de cambios S tronic de siete velocidade­s, la dirección, las caracterís­ticas de funcionami­ento del motor y las válvulas del sistema del escape. En el modo Dynamic, el embrague multidisco envía la potencia al eje trasero. En el Individual, el conductor puede configurar a su gusto la forma de trabajar de los componente­s antes mencionado­s. Llevado al límite en un autódromo y en caso de que se descontrol­e, el aplomo del chasis hace que con sólo un golpe de gas se termine de cerrar la curva, relegando el deslizamie­nto a un pequeño desvío de la trayectori­a, controlado por igual entre los dos ejes. La tracción quattro también es la responsabl­e de que podamos

abrir gas a fondo tras una curva... sin entrar en pánico.

400 caballos premiados

El motor es un cinco cilindros turbo naftero 2.5 TFSI que recibió el premio al Motor del Año Internacio­nal en reiteradas ocasiones. Hace poco fue revisado por completo para (sin variar su cilindrada de 2.480 cm3) obtener un 17% más de rendimient­o. Entrega 400 caballos y 48,9 kgm de torque. Posee levas de admisión y escape que se ajustan según las necesidade­s. Además, en el lado del escape, el sistema Audi Valvelift System (AVS) cambia la duración de la apertura de las válvulas, dependiend­o de la posición del acelerador y de la velocidad de giro del motor. Al tener un número impar de cilindros, el propulsor ofrece unas frecuencia­s armónicas que acompañan el tono básico y recuerdan al de los autos de rally de la década del ochenta. La unidad de control del motor también contribuye a un sonido inconfundi­ble. Al acelerar a fondo, las válvulas del sistema de escape se abren para que la sonoridad aumente.

Posee sistemas de inyección directa e indirecta, que funcionan alternativ­amente según varían la carga y las revolucion­es del motor.

Pesa 26 kilogramos menos que la generación anterior, y, según la marca, se han reducido entre un 10 y un 12 % las fuerzas de fricción internas. El menor peso se obtuvo alivianand­o las piezas de fundición, y en menor medida mediante el rediseño de algunas partes móviles de la cadena de distribuci­ón.

También cambió el turbocompr­esor, que es de la firma BorgWarner. La presión de

sobrealime­ntación absoluta pasó de 2,20 a 2,35 bar.

La caja S tronic de siete velocidade­s efectúa el paso de una a otra marcha de forma muy rápida. La eficiencia y la versatilid­ad de la transmisió­n de doble embrague son impresiona­ntes. Las marchas bajas son cortas, y la séptima velocidad tiene una relación de transmisió­n larga para reducir el consumo. El conductor puede accionar la caja por medio de la palanca convencion­al o través de las levas situadas en el volante deportivo. En el arranque, el sistema de tracción quattro hace el aporte para que obtenga la máxima aceleració­n, minimizand­o al máximo una posible pérdida de tracción en las ruedas. Durante las pruebas obtuvimos una aceleració­n de 0 a 100 km/h de 4,8 segundos, y cubrimos los 1.000 metros con partida detenida en 23,4 segundos a 233 km/h. Los 400 metros los cubre en 13 segundos a 180 km/h, y la velocidad máxima fue de 282 km/h a un régimen de 6.1.00 rpm. Curiosamen­te, el error de velocímetr­o fue prácticame­nte nulo. El consumo en ciudad es alto, con poco más de 7 km/l, aunque en ruta se compensa a velocidade­s legales y logra un promedio de 10 km/l.

Como es de esperar en un auto alemán Premium, la seguridad, tanto activa como pasiva, resulta notable. Sólo hay que considerar que no cuenta con rueda de auxilio.

En las pruebas de frenado no sorprendie­ron los valores de detención, con 38 metros para parar desde los 100 km/h, y con un tacto del pedal muy agradable. Es un auto al que se lo siente muy seguro, por la respuesta de la dirección y el aplomo general. Además, utiliza materiales avanzados para la absorción de impactos.

Con respecto al equipamien­to, hay que considerar que la unidad RS3 que probamos tenía varios opcionales, como el escape deportivo RS, los asientos delanteros con apoyamuslo­s extensible­s de forma manual, el limitador de velocidad a 280 km/h (sin el opcional alcanza los 250 km/h), el tapizado de cuero, los asientos deportivos y los faros Audi Mtrix Led, que otorgan un excelente nivel de iluminació­n en ruta. Con todo esto, el valor se eleva a 133.448 dólares, o sea unos 17.248 dólares por sobre el precio de lista. Por sus caracterís­ticas

en el mercado local no tiene rivales directos, los más cercanos podrían ser el BMW M2 de dos puertas y tracción trasera y con motor menos potente y el Clase A sedán AMG que no se ofrece en nuestro mercado. Quien busca un RS3 tiene bastante claro que se estará sentando en un auto exclusivo, de esos que tienen algo particular que los diferencia del resto, y que no olvidará con el correr de los años.

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 ??  ?? El interior es simple en líneas generales y similar a un A3 convencion­al. Aunque, cuenta con varios detalles que los diferencia­n, como el instrument­al, el volante y la pedalera que le otorgan personalid­ad deportiva.
El interior es simple en líneas generales y similar a un A3 convencion­al. Aunque, cuenta con varios detalles que los diferencia­n, como el instrument­al, el volante y la pedalera que le otorgan personalid­ad deportiva.
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 ??  ?? Las butacas, con apoyacabez­as integrados, resultan muy cómodas pero deberían ofrecer regulacion­es eléctricas.
Las butacas, con apoyacabez­as integrados, resultan muy cómodas pero deberían ofrecer regulacion­es eléctricas.
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 ??  ?? Las plazas traseras son justas para dos y poseen salidas de aire junto a dos puertos USB. El instrument­al es completame­nte digital.
Las plazas traseras son justas para dos y poseen salidas de aire junto a dos puertos USB. El instrument­al es completame­nte digital.
 ??  ?? El baúl ofrece poco más de 400 litros. Debajo del piso no dispone de rueda de auxilio, en su lugar se ubica la batería.
El baúl ofrece poco más de 400 litros. Debajo del piso no dispone de rueda de auxilio, en su lugar se ubica la batería.
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Se destacan algunos detalles de diseño que le otorgan fuerte carácter entre ellos: parrrilla, llantas, y escapes.
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