CHEVROLET EQUINOX vs VS HYUNDAI TUCSON TURBO
Los SUV medianos más modernos del mercado argentino cuentan entre sus filas con eficientes motorizaciones turbo de baja cilindrada, sumamente racionales para el día a día. Ofrecen además gran amplitud y equipamiento, aunque en este caso con notable difere
COMPARATIVO. Dos SUV con motores turboalimentados que se disputan las preferencias del público. Ambos ofrecen amplio equipamiento y destacada calidad general, pero solo uno gana.
Los todoterreno light comenzaron a masificarse desde el nuevo siglo a través de los Honda CR-V y Toyota Rav-4. Estos se caracterizaron por proponer las comodidades de un auto (o incluso mayores) con la practicidad interior de una carrocería muy aprovechable, proveyendo una posición de manejo elevada, junto a sistemas de tracción integral. De esta forma, casi todas las marcas interesadas crearon un producto propio, exitoso en cada uno de los mercados para los que fueron pensados.
El Chevrolet Equinox es nuevo para nosotros, pero ampliamente conocido en los Estados Unidos, donde transita por su tercera generación. Fabricado en México, su concepto satisface las necesidades americanas, y por eso puede darse el lujo de ser unos veinte centímetros más largo que el Tucson de Hyundai, un producto fabricado en Corea del Sur con una idea más global: además de llegar a los Estados Unidos, también se comercializa con cierto éxito en Europa.
Ambos son los últimos exponentes de este segmento en arribar a nuestro país, y entre sus particularidades se destacan motorizaciones turbo-nafta de cilindrada reducida e inyección directa de combustible. Proponen amplio confort interior y equipa- miento de primer nivel, aunque el Chevrolet se ve favorecido en nuestro mercado por llegar importado de México, sin arancel extrazona, a un valor mucho más conveniente. ¿Será esta su arma letal?
Diseño-Aerodinámica Equinox Tucson
Si bien luce moderno, el producto que Chevrolet fabrica en México cuenta con un aspecto orientado al gusto americano, en el que se priorizan las líneas rectas. Dispone de la última tendencia estilística de la marca, con un remate posterior que evoca cierta musculatura, y un formato no tan emparenta-
do al de los SUV vistos por estas tierras: así luce, en cierta manera, original.
El Tucson presenta un aspecto más clásico para el segmento, con líneas armoniosas y muy modernas. Los cambios de la línea 2019 se centran en nuevas ópticas con leds diurnos que elevan la modernidad visual, junto al paragolpes y las llantas rediseñadas de dieciocho pulgadas, una menos que en el Equinox. El largo total de este último es dieciocho centímetros superior al del Hyundai; el resto de las cotas exteriores se mantienen parejas.
El interior del Chevrolet se aprecia moderno, con múltiples ornamentos cromados (imitación pulido) y una presentación más fastuosa. Al Tucson lo advertimos más simple y clásico, con una pantalla táctil flotante de inclinación justa para no producir reflejos.
Confort-Espacio interior Equinox 1/2 Tucson
Las plazas traseras del Equinox son un verdadero lujo en términos de espacio. Los asientos disponen de una posición natural muy inclinada, que puede incluso
aumentarse al reclinarlos. Algo similar, pero en menor medida, ocurre con el producto coreano. En ambos modelos podrían viajar cinco pasajeros adultos, pero el Equinox ostenta unos centímetros extra para piernas, gracias también a una distancia entre ejes superior en cinco centímetros.
La capacidad del baúl es similar en condiciones normales, con altura escasa hasta el cobertor. El Chevrolet tiene un espacio extra de 79 litros por debajo del piso, beneficio que se obtiene al contar con un auxilio de tipo temporal. El del Hyundai es similar a las ruedas originales: un ejemplo. La única diferencia en torno a la postura de conducción es que en el Tucson se puede viajar algo más cerca del piso.
Motor-Prestaciones Equinox Tucson
Estos modernos impulsores de cuatro cilindros, con turbo e in- yección directa de combustible, funcionan de manera satisfactoria teniendo en cuenta que deben mover incluso carrocerías de más de 1,5 toneladas de peso. El del producto mexicano tiene 172 CV y un torque máximo de 28 kgm a
partir de 2.500 rpm, contra 177 caballos del coreano y 27 kgm a partir de bajísimas 1.500 revoluciones. Esta diferencia, junto a una transmisión más rápida, hace que las prestaciones sean superiores, con tan sólo nueve segundos para alcanzar los cien kilómetros por hora. El Chevrolet es un segundo y medio más lento, pero si consideramos sus cilindradas y, por consiguiente, consumos reducidos, desarrollan prestaciones muy favorables.
La diferencia de rendimiento a favor de Equinox (13 km/l frente a 11,8 de promedio en su rival) se establece principalmente a velocidad estable y contenida: de 80 a 100 km/h reales gasta muy poco, con una media que, en ocasiones, acaricia los 20 kilómetros por litro de nafta.
Equipamiento Instrumental Equinox Tucson 1/2
Ambos productos se posicionan en la cima del segmento en cuanto a equipamiento. Ofrecen techo panorámico corredizo, cli- matizador bizona, tapizados de cuero, sistema multimedia con Android Auto y Apple Carplay y demás elementos compartidos, que pueden ser analizados en el listado de equipamiento de esta nota. Agregamos que el Chevrolet brinda apertura eléctrica con sensor de portón trasero, comandos para rebatir los asientos posteriores desde el baúl, audio de alta fidelidad Bose y memorias para la butaca del conductor como elementos exclusivos, además del sistema OnStar, un complemento también exclusivo de la marca del moño.
En lo referido a calidad general, no existen demasiadas diferen-
cias a favor o en contra de uno u otro. Las partes superiores de las planchas, en cada caso, están confeccionadas en plástico duro, pero poseen apliques a media altura con textura blanda. En general, no están al nivel de un Honda CR-V, pero encuentran decorosa calidad de construcción y materiales adecuados.
Los instrumentales son sencillos y muy completos, por lo que no habrá inconvenientes de acostumbramiento. Sí los podrá haber en los volantes, dotados de múltiples comandos para operar las diversas funciones, aunque es preciso aclarar que, una vez conocidos, son lo suficientemente intuitivos.
Suspensiones-Dirección Equinox 1/2 Tucson
Con neumáticos de una pulgada menor y un talón levemente más alto, el Tucson propone un andar algo más relajado en ciudad, donde son menos perceptibles los cortes o reductores de velocidad. En el Equinox, los ejes traseros son independientes, por lo que no transmiten sequedades indeseadas o fea sensación al elevar la velocidad, momento en el que, por otra parte, encuentra mejor equilibrio gracias a una firmeza algo superior. Sin embargo, debemos recalcar que ningún SUV logra, por ahora, el aplomo dinámico de un auto.
Lo notamos en la prueba y ahora lo corroboramos: la dirección es un punto en contra del Equinox, principalmente debido a su escaso radio de giro. Salvo esta particularidad, se muestra más directa que la del Tucson, pero con un mayor grado de dureza.
El voladizo delantero permanece algo expuesto en las dos carrocerías, llegando el Equinox a tocar en algunas cunetas pronunciadas.
Transmisión-Caja Equinox 1/2 Tucson 1/2
Ambos emplean sistemas de tracción integral con conexión por demanda, que mediante una tecla admiten el bloqueo electrónico de la doble tracción, fundamental para el uso off-road. A su vez, tienen control de descenso. Por sus características y una altura libre al suelo limitada, las aptitudes fuera de camino no dejan de ser justas.
El producto de General Motors apela a la simpleza de una transmisión automática de seis velocidades con convertidor de par. Su funcionamiento es adecuado, mientras que en la función manual (operable a través de una poco práctica perilla en el selector) retiene la marcha al llegar al corte de inyección, algo que se pondera en el uso en barro o arena. El Tucson emplea una transmisión más moderna, de doble embrague y siete velocidades, más rápida en el pasaje de cada marcha, pero no demasiado intuitiva en el manejo en ciudad, mientras que su tecnología genera desgaste anticipado con respecto a una de convertidor. No hay levas al volante en ninguno de los casos.
Seguridad-Frenos Equinox 1/2 Tucson
Aquí las diferencias se establecen primordialmente en las ayudas a la conducción provistas por el Equinox. El modelo de Chevrolet incorpora elementos diferenciadores, tales como sistema de mantenimiento de carril, alerta de colisión frontal, frenado automático a baja velocidad y alertas de ángulo ciego y tráfico trasero. Además, cuenta con luces bajas y altas con tecnología led.
A estos lujos tecnológicos de seguridad exclusivos del Equinox, agregamos que comparten carrocerías preparadas para resistir impactos, de acuerdo con estándares globales, junto a seis bolsas de aire, control de estabilidad y tracción, anclajes Isofix y demás elementos comunes a vehículos de su segmento. Los frenos plantearon sensaciones y distancias adecuadas de detención.
Precio-Garantía Equinox 1/2 Tucson
Chevrolet posicionó al Equinox de una manera casi imbatible para el segmento. El hecho de ser producido en la región (privilegio que sólo comparte con el Jeep Compass) hace que hoy se pueda comercializar a un valor muy atractivo. La versión más completa, AWD Premier, se ofrece por 1.472.900 pesos, valor cercano a los 37.000 dólares, es decir apenas 5.000 dólares por encima de lo que cuesta el mismo modelo, con exacta configuración, en los Estados Unidos. Por 1.155.900, la marca del moño tiene disponible una variante más austera, con el mismo motor y la misma caja, pero de tracción simple.
Perjudicado por el impuesto extrazona, el Tucson 1.6 GDI Full Premium se comercializa a 49.500 dólares, prácticamente unos dos millones de pesos. Lo mejor de la oferta surcoreana son las diversas opciones mecánicas que ofrece (desde 39.900 a 52.500 dólares), incluyendo un Diesel de 185 CV.
Si bien las garantías y los costos de los mantenimientos programados son similares, la situación actual del país vuelve a poner en jaque a los importadores, que deben conformarse con competir con precios disparatados.