PEUGEOT 301 - VW VIRTUS
Uno regional, el otro europeo. Uno Diesel, el otro naftero. Uno manual, el otro automático. Ciento ochenta mil pesos de diferencia. ¿Son comparables? ¿Cuál conviene?
En esta nota proponemos un ejercicio: Diesel contra nafta, ¿qué conviene más? Ambos sedanes compactos son productos de excelente desempeño, cada uno en su espacio.
Apesar de que por diversos factores no compiten directamente, la comparación de estos dos sedanes compactos es un buen ejemplo del ejercicio que hay que hacer antes de elegir, como en este caso, un vehículo del segmento más popular.
Si bien generalmente en este tipo de compulsas es el bolsillo el que decide, hay otros factores que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro. Como bien dice el refrán, lo barato sale caro, pero en el mercado automotor no siempre se da esa lógica, especialmente si el producto cumple con los requisitos mínimos del usuario. Para determinarlo, es bueno conocer más en profundidad a cada uno de los modelos, y entender algunas cuestiones, especialmente mecánicas, que pueden influir en la confiabilidad o en el valor
de reventa de cada uno.
A pesar de proponer diferentes precios, motorizaciones, cajas y origen, estos vehículos tienen mucho en común, comenzando por el espacio interior, la performance y el equipamiento.
Diseño/Aerodinámica 301 1/2 Virtus
Concebido como un vehículo low cost, el Peugeot llega de España, donde los niveles de exigencia de calidad son, en general, más estrictos que los de nuestra región. Sin embargo, el Virtus ‒que procede de Brasil‒ muestra un diseño más elaborado y materiales que le otorgan una percepción de calidad más elevada, aunque también expone detalles de terminación mejorables.
Si bien la cuestión estética es estrictamente subjetiva y ambos brindan una apariencia moderna, el Volkswagen luce más elegante y robusto, acercándose de este modo a los productos del segmento superior, que en este caso correspondería al Vento.
Las dimensiones son muy parejas, siendo el de la marca alemana el de mayor longitud (4.482 contra 4.445 mm). También es sensiblemente más ancho (1.751 frente a 1.748 mm) y de mayor altura (1.468 vs 1.466 mm). Sin embargo, siempre hablando de cifras milimétricas, el 301 presenta una mayor distancia entre ejes (2.652 contra 2.650 mm).
Confort/Espacio interior 301 1/2 Virtus
La similitud de las medidas exteriores se replica en el ha
bitáculo, donde ambos proponen un espacio delantero similar, al igual que la posición de manejo, con el asiento del conductor regulable en altura manualmente, aunque sólo el volante se ajusta en ambos sentidos, ya que el del Peugeot lo hace únicamente de modo vertical. La ergonomía de las butacas delanteras también es pareja; las del VW presentan una mayor dureza, propuesta característica de la marca que algunos critican y otros tantos valoran teniendo en cuenta que dicha dureza se torna más adecuada para viajes largos. Por otra parte, y como dijimos en otras oportunidades, del 301 no nos convence la ubicación de las teclas levantavidrios.
Atrás, los dos ofrecen generoso espacio para las piernas, aunque el Virtus tiene menor distancia de la cabeza al techo, motivo por el cual, quien mida más de 1,75 metros no estará del todo a gusto. Debido a los túneles del piso, en ambos el espacio central es mucho más restringido.
Muy generosos los dos baúles, el del Virtus ofrece 521 litros, contra los 506 del león.
Motor/Prestaciones 301 1/2 Virtus
Una de las mayores diferencias de este comparativo radica en el corazón de cada uno de los modelos. Mientras el Volkswa
gen equipa un “viejo” conocido naftero 1.6 de 110 CV, el otro también recurre a un “histórico”: el popular Diesel 1.6 HDI de 92 CV. Opuestamente a los valores de potencia, el Diesel genera un torque apreciablemente más alto que el naftero: 23,5 kgm, contra los 15,8 kgm de este último.
Más allá de las ventajas mecánicas de uno u otro y de las potenciales consecuencias debido al uso de una mala calidad de combustibles (sobre todo en el caso del diésel), éste propone un mayor rendimiento y mejores prestaciones, al margen de que utilizan diferentes sistemas de transmisión (el 301 no ofrece caja automática en su catálogo local). También es cierto que el Diesel es más ruidoso, cosa que difícilmente influya en una decisión de compra.
Bajo esas condiciones, la modesta velocidad máxima se fijó en unos 174,1 km/h para el Virtus y casi calcados 174 km/h para el 301. En términos de aceleración, la ventaja fue para el Peugeot, que estableció unos discretos 11,6 segundos frente a los poco agraciados 12,1 del Volkswagen.
La recuperación resultó mejor para el de la marca alemana, aunque en este sentido son poco comparables, porque seguramente desde 60 y 80 km/h el automático arranca de tercera, y con el manual lo probamos a partir de la cuarta.
En cuestiones de consumo, la diferencia es muy notable a favor del gasolero, que ya de por sí nos sorprendió gratamente. Con el Peugeot 301 establecimos un rendimiento de 16,2 km/l para el ciclo urbano, 25,3 km/l para los 90 km/h y 18 km/l para los 120 km/h. Y en el Volkswagen Virtus registramos 9,2 km/l en ciudad, 18,2 km/l a 90 km/h y 14 km/l a 120 km/h.
A la hora de hacer cuentas, tomando como base el rendimiento promedio de cada uno (19,8 km/l el francés contra 13,8 km/l el alemán), y el costo del gasoil en una misma estación de servicio de bandera del interior de la provincia de Buenos Aires (41,80 nafta súper y 46,2 gasoil premium), el Peugeot gasta a razón de un tanque (50 litros) cada 1.000 kilómetros, o sea, 2.333 pesos. Para la misma distancia, el Volkswagen insumirá 72,4 litros (poco menos de un tanque y cuarto, ya que el depósito también contiene 50 litros), que es el equivalente a 3.026 pesos. Suponiendo que se realicen 15.000 kilómetros por año (promedio de recorrido de los usuarios), el 301 ahorrará alrededor de 10.440 pesos.
Instrumental Equipamiento 301 Virtus
En ítems de confort, el Volkswagen saca ventaja con el sistema de apertura de puertas y arranque “sin llaves”. En cuanto al resto, ambos ofrecen pantallas táctiles, pero la del Virtus es una pulgada más grande, al mismo tiempo que es más práctica e intuitiva. También es común el control de velocidad crucero (el 301 agrega limitador), los comandos al volante (en el caso del Peugeot, ubicados detrás) y el Mirror Screen, entre muchos otros elementos propios de vehículos actuales. El Virtus aventaja con el climatizador automático (de una zona) y con detalles menores, como el sensor de lluvia.
En términos de instrumentación, el tablero digital de las versiones Highline del Virtus, denominado Active Info Display, marca una gran diferencia respecto de este eventual rival, que adopta los clásicos relojes analógicos en los casos del velocímetro y el tacómetro, pero sin medidor de temperatura del agua y con un nivel digital de combustible que, al ser del tipo de bloquecitos, termina siendo impreciso. El de aquel, por ser completamente digital, permite diferentes vistas, aunque también tiene un indicador de combustible por bloques, que suele prestarse a confusión. Los dos pecan de ofrecer rueda de auxilio de diferentes dimensiones a las del resto.
Suspensiones/Dirección 301 Virtus
Mientras que los dos calzan neumáticos con llantas de radios similares (R16), los del Virtus son más anchos (205 contra 195), pero coinciden en el porcentaje de perfil (55), por lo que los del Virtus terminan teniendo un poco más de talón, ecuación que influye tanto en el comportamiento dinámico como en el confort de marcha.
En un sentido más amplio, el andar del 301 se advierte bastante más áspero, situación atribuible también a un esquema más orientado a los caminos europeos, de donde proviene el modelo. El Virtus es apreciablemente más confortable, incluso si se lo compara con la mayoría de los de su segmento. Fiel a su tradición, en el aspecto dinámico la balanza se inclina levemente hacia el lado del Peugeot, con un buen aplomo a alta velocidad y un desplazamiento equilibrado en las curvas.
Tanto uno como otro presentan tecnología de asistencia eléctrica para la dirección, que resulta liviana para maniobrar en la ciudad y con una progresión adecuada a medida que
aumenta la velocidad, al mismo tiempo que se muestran muy directas.
Transmisión/Caja 301 Virtus
Aquí estamos comparando dos sistemas bien diferentes: la caja manual de quinta del 301 y la automática de seis del Virtus. El primero presenta un buen funcionamiento, aunque las relaciones son bastante cortas. Una sexta le hubiese permitido un paso de marchas mejor escalonado para llegar más relajado a la máxima desmultiplicación y, dicho sea de paso, el embrague es bastante duro.
La del Virtus, por su lado, es una transmisión convencional de convertidor de par, que trabaja con cierta suavidad y una velocidad de respuesta razonable. Este modelo ofrece la alternativa de las levas en el volante, que por cuestiones de resguardo no toman el control total de la caja, pero que permiten manejar el vehículo más a gusto en algunas situaciones puntuales.
Seguridad/Frenos 301 Virtus
En común: cuatro airbags, control de estabilidad, Isofix y rompenieblas delanteros. El Virtus cuenta con ABS con repartidor electrónico de frenado, mientras que el 301 agrega asistencia al frenado de urgencia (AFU). Comparten además cámara de marcha atrás, sensores de estacionamiento traseros y faros de circulación diurna de led. Sólo el 301 ofrece faros antiniebla traseros.
Adoptando los dos un esquema de discos ventilados adelante y tambores atrás, a la hora de frenar, el león se detuvo desde los 100 km/h en 43,1 metros, el de la marca alemana llegó a cero en unos elogiables 38,2 metros.
Precio/Garantía 301 Virtus
En ambos casos se trata de sus variantes tope de gama. El Peugeot tiene un precio de 779.000 pesos, frente a los 959.400 del Volkswagen. Una clara diferencia a favor del primero, a pesar de las semejanzas en la mayoría de los ítems anteriores. Los poco más de 180.000 pesos que separan al 301 del Virtus hacen olvidar algunas ventajas que se pueden obtener con un vehículo regional un poco más moderno. La garantía también juega a favor del Virtus: tres años, contra los dos del 301.