MUJERES DE DE AUTO
Greta Thunberg
La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico. ¿Cómo se atreven? Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías.”
Estas contundentes frases salieron de los labios de una adolescente sueca de 16 años llamada Greta Thunberg en la reciente Cumbre del Clima realizada en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, ante la mirada sonriente de Donald Trump, un acérrimo negador del cambio climático, quién después de la exposición de la activista nacida en Estocolmo, Suecia, el 3 de enero de 2003, señaló con ironía y algo de sorna que la estudiante era “...muy feliz y joven con un futuro brillante”, aunque, a diferencia de su antecesor Barack Obama, no la recibió. No obstante, Greta pudo observar la cabeza del presidente a pocos centímetros de la suya durante las reuniones.
Thunberg se hizo famosa desde niña, al organizar en su colegio un movimiento de jóvenes defensores de la Tierra y en contra del cambio climático a causa del efecto invernadero y de muchos otros factores. A pesar de la estudiada ignorancia de Trump y de las afirmaciones de científicos de primer nivel a escala internacional que advierten sobre el peligro del calentamiento global, este fenómeno ha comenzado a hacer estragos en la vida de nuestro planeta y lo está cambiando de múltiples formas.
Desde Suecia el reclamo de Greta como líder del movimiento se hizo masivo y en la actualidad abarca a casi todos los países del mundo. Es seguida por millones de personas. Tanto es así que el actor y ex gobernador Arnold Schwarzenegger se impresionó ante su conocimiento, firmeza y determinación, y se decidió a acompañarla en su cruzada. Además, le regaló un Tesla modelo 3 enteramente eléctrico. Fue entonces cuando Greta le agradeció y señaló que “A mi no me importa ser popular, me preocupo por la justicia climática y del planeta vivo”.
Ante una legión de personalidades y de grandes defensores de la Tierra, Greta dijo “Tenemos que cambiarlo todo. Es la crisis más importante que la humanidad ha enfrentado jamás.”
Y agregó que confiaba en la capacidad de reacción de la humanidad.
Greta sufre del síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, que la hace tener un interés profundo en temas específicos, en este caso la ecología. La joven quedó muy impactada con su encuentro anterior a la cumbre de la ONU con el Papa Francisco, quién la alentó que siguiera en su camino del bien para proteger a los habitantes de su Tierra y al planeta de la devastación. La estudiante sueca viaja en tren no en avión, en un gesto que señala que las aeronaves contaminan las capas superiores de la atmósfera. Para llegar a los Estados Unidos lo hizo en un barco junto a un grupo de compañeros. También se inclina por las nuevas generaciones de automóviles eléctricos, y de los que funcionan con pila de combustible. Conoce muy bien su funcionamiento.
En la ONU no dejó de puntualizar que “Nuestra casa está en llamas. Estoy aquí para decirles que nuestro hogar está ardiendo”. Claro que los dos países más contaminantes del mundo, los Estados Unidos y China, que no firman ningún acuerdo sobre el clima, hacen caso omiso a los grandes peligros que se avecinan y, si se lo proponen, lograrán que, en un futuro no tan lejano, la peor de las pesadillas se haga realidad.
“Greta, con dieciséis años de edad, es líder del movimiento de jóvenes defensores de la Tierra. Es seguida por millones de personas.”