Capas, muchas capas
Imagino que les habrán hecho varias veces esta pregunta, pero no quiero dejar pasar este mail para consultarlos sobre cómo funcionan los espejos retrovisores eletrocrómicos. Agradezco puedan darme una explicación sencilla. Saludos. Víctor Reynoso
Los espejos retrovisores electrocrómicos (también conocidos como antiofuscantes) cumplen la misma función de aquella palanca que queda detrás del espejo convencional para variar el ángulo de la pieza y cambiar la dirección de la exposición a la luz, para no cegar al conductor en días muy soleados o por la noche con la luz de otros automóviles. Obviamente, al tratarse de un componente eléctrico, su funcionamiento es más sofisticado.
Estos retrovisores trabajan de forma automática por un proceso llamado de electrocromismo. Se trata de una tecnología que “filtra” luces muy fuertes e impide el deslumbramiento de la visión del conductor. Dentro del componente plástico de ese aparato hay diferentes capas. Además del propio vidrio espejado, existen dos sensores (basados en fotodiodo) que a través de un semiconductor transforman la luz en corriente eléctrica. Estos “fotodetectores” también miden la luminosidad del ambiente y de los faros de los otros vehículos.
También hay un gel electrocrómico y un microprocesador. Estos sensores detectan la incidencia de la luz en el espejo. De esta manera, la información es llevada al microprocesador que calcula cuánta de corriente eléctrica debe ser aplicada. Esta carga hace que los materiales dentro del gel sufran reacciones de “oxido reducción”: el gel más oscuro, que reside entre las dos capas de vidrio que componen el espejo, restringe la cantidad de luz del auto posterior que puede reflejarse en la cara de quien está al volante.