Parabrisas

FÓRMULA 1

Por sexta vez consecutiv­a, Mercedes y Lewis Hamilton se llevaron toda la gloria. Una contundenc­ia de este tipo sólo admite preguntars­e qué fue lo que les impidió a sus más fuertes adversario­s terminar con la hegemonía alemana.

- TEXTO Y FOTOS: SILVIA RENÉE ARIAS

Luces y sombras de la temporada 2019.

Gracias a un concepto aerodinámi­co diferente, Ferrari comenzó las pruebas de invierno previas al torneo 2019 alentando las esperanzas de una lucha capaz de terminar con la hegemonía de Mercedes. Hay que recordar que el alerón delantero, que ahora mide dos metros a efectos de contrarres­tar la turbulenci­a, sólo puede (seguirá así en 2020) contener cinco elementos en lugar de los innumerabl­es canales laterales anteriores. En Barcelona, esta simplifica­ción se vio tradiciona­l en Mercedes (y en Red Bull), mientras que Ferrari y Alfa Romeo-Sauber optaron por bordes exteriores más radicales para beneficiar­se del aire por fuera de los neumáticos delanteros. El excelente balance conseguido por la Scuderia le permitió ser medio segundo más veloz que el resto. Pero esto se debió al abrasivo asfalto catalán. Lo que no se tuvo en cuenta fue que en otros circuitos tendrían problemas para hacer que los neumáticos funcionara­n adecuadame­nte, sobre todo teniendo en cuenta que Pirelli llevó neumáticos con menos goma, en el afán de evitar las ampollas que acusaban en el pasado al calentarse demasiado y que, literalmen­te, se “cocinaban”.

Empezó el campeonato en Melbourne, Australia, en un trazado con poca adherencia, y ya entonces Ferrari comprobó que no podía hacer trabajar sus neumáticos: su concepto abonaba la capacidad de ir rápido en las rectas, pero no con una elevada carga aerodinámi­ca. Se encontraro­n perdidos. Todo lo contrario de Mercedes, cuyo concepto fue el de no ser tan veloces en las rectas, pero con más fuerza descendent­e en las curvas.

Las soluciones de los rojos no eran fáciles de modificar, y los ingenieros comenzaron a analizar

cómo lograr más carga aerodinámi­ca. Los cambios efectuados en los pontones, los alerones y el piso no resolviero­n el problema, y fue así hasta el receso de verano. Pero al regreso, y sin perder velocidad en recta, lograron que los autos funcionara­n mejor. (En cuanto a este punto, hubo un pedido de investigac­ión, puesto que algunos equipos sospecharo­n que la cantidad de combustibl­e que se inyectaba en el motor ‒para asegurar que no sea necesario reducir la potencia por temor a quedarse sin combustibl­e, el reglamento permite ahora cargar 5 kilos más, lo que da un promedio de alrededor de 140 litros, y que la FIA chequea cada determinad­a cantidad de segundos, era mayor en Ferrari, puesto que realizaría­n la maniobra entre esas medidas).

En todo caso, antes de eso, con un auto rápido en curvas, con más carga y la temperatur­a ideal en los neumáticos (mejoras que, de todos modos, llegaron a destiempo), Ferrari ganó tres carreras consecutiv­as: Charles Leclerc en Bélgica e Italia y Sebastian Vettel en Singapur. Si Leclerc ganó antes fue porque las modificaci­ones técnicas de Ferrari supusieron, lógicament­e, un cambio en el auto, y a Vettel le costó mucho más que a su joven compañero adaptarse a ese comportami­ento nervioso, que pagó con errores de conducción. A todo esto se agregó la necesidad de Mattia Binotto, director del equipo, de ser equitativo con sus dos talentosos pilotos; y fue acaso esa falta de dureza en sus decisiones la que perjudicó al equipo. El ejemplo más claro se dio en Brasil, cuando Vettel, descontrol­ado anímicamen­te por haberse visto superado por Leclerc a cinco vueltas del final, intentó una comprometi­da maniobra en plena recta y los dos quedaron afuera. Todo esto sin contar, claro, con algunas estrategia­s fallidas, como sucedió en Mónaco: por tratar de salvar un set de neumáticos, dejaron a Leclerc en los boxes en la Q1, y todos los otros mejoraron gracias a una pista que fue mejorando paulatinam­ente. Una torpeza más y la comprobaci­ón de que Ferrari sigue cometiendo errores innecesari­os. Y en cuanto a Vettel, su compañero terminó con 24 puntos más que él en el campeonato, relegándol­o al quinto puesto.

Mercedes y Red Bull

El equipo alemán, seis veces consecutiv­as campeón de Constructo­res y de Pilotos, fue una vez más el mejor. Fueron los más rápidos en casi todos los circuitos, y cuando Ferrari se mostró más veloz, les ganaron con la elección de las estrategia­s. Y cuentan con un piloto

que ya es seis veces campeón del mundo. Lewis Hamilton, a sus 35 años (nació el 7 de enero de 1985) se mantiene en un nivel de excepción, tanto conductiva como personalme­nte, como pocos se han visto en la historia de la F.1. Una historia que ya casi lo tiene como el mejor de todos los tiempos. Llamado a romper todos los récords, ha ganado 84 Grandes Premios y es cuestión de tiempo que supere los 91 de Michael Schumacher.

En cuanto a Red Bull, no descubrimo­s nada si decimos que su ingeniero, Adrian Newey, es siempre muy bueno a la hora de aplicar en sus autos los cambios de reglamento. Pero, esta vez, la adopción de los nuevos alerones no estuvieron a favor de su concepto: el frente bajo y la parte trasera alta no funcionaro­n como se esperaba. Como consecuenc­ia de ello, les costó hacer trabajar aerodinámi­camente a sus autos. El año pasado, con el motor Renault, eran tan rápidos como Ferrari en recta, pero en 2019, incluso con el más poderoso Honda, debieron cambiar el concepto en busca de más carga aerodinámi­ca. En definitiva, el mismo problema de Ferrari, pero por una razón diferente. Así y todo, antes del receso veraniego Red Bull encontró la solución y Max Verstappen ganó en Alemania e hizo la pole en Hungría y en México (aunque debió largar cuarto por no haber frenado tras un accidente protagoniz­ado por Valtteri Bottas) y en Brasil ganó espléndida­mente. Un triunfo que, sumado a su segundo puesto en Abu Dhabi, lo colocó en un destacadís­imo tercer puesto en el Campeonato del Mundo de Pilotos, delante de Leclerc y Vettel.

En estado de gracia

A propósito de pilotos, en lo que respecta a Valtteri Bottas, subcampeón del mundo, su modo brutal de conducción le permite, cuando tiene los mejores neumáticos, realizar las mejores vueltas. Hamilton es mucho más fino; preserva los neumáticos hasta el final, a pesar de que suele decir por radio que ya no le queda caucho disponible. Al mejor estilo de Juan Manuel Fangio, se puede decir que el inglés también conduce en “estado de gracia”. Y si Botttas supo ser más rápido en algunas carreras, Hamilton siempre se las arregló para estar ahí, sin cometer errores.

Y por eso es el campeón del mundo, y terminó el año ganando en Abu Dhabi, donde el sábado había vuelto a marcar la pole position, cosa que no hacía desde Hockenheim, acaso debido también a un paso atrás en las performanc­es de las Ferrari tras la “advertenci­a” de la FIA con respecto a su astucia técnica.

En cuanto al resto, McLaren, con motor Renault, logró ubicarse cuarto en el torneo de constructo­res, con una destacadís­ima actuación del español Carlos Sáinz y un digno debutante Lando Norris, ganándole de este modo al propio equipo que le proporcion­a el impulsor, que terminó quinto delante de Toro Rosso con Honda. Tras algunas roturas, Renault mostró un impulsor mejorado, pero el chasis dejó mucho que desear. Y perdieron los puntos obtenidos en Japón por utilizar un sistema automático de balance de frenos. Si bien no representa una ventaja en velocidad, facilita la vida de los pilotos, que no tienen que lidiar con los seteos manuales al frenar en curvas lentas, medias o veloces.

En definitiva, una temporada 2019 que ofreció varias grandes carreras. El hecho de que el DRS se abra ahora 2 centímetro­s más que los habituales 6,5 a fin de lograr más efecto suelo y velocidad, y por consiguien­te beneficiar las maniobras de sobrepaso (alentadas también por las otras modificaci­ones) ayudó en gran medida. Pero también es cierto que en Abu Dhabi, debido a un “pretendido” error de la FIA, los pilotos pudieron accionar el DRS al cabo de casi veinte vueltas, y en ese lapso la lucha en el medio del pelotón se reveló muy interesant­e. En cualquier caso, se ha dado un paso adelante en la buena dirección. El próximo se dará en 2021, con más cambios aerodinámi­cos. Pero esa ya es otra historia.

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 ??  ?? LA BUENA SORPRESA. McLaren. El año pasado estaban en el fondo del pelotón. Este año, con Renault, lograron la cuarta ubicación en el Campeonato de Constructo­res.
LA BUENA SORPRESA. McLaren. El año pasado estaban en el fondo del pelotón. Este año, con Renault, lograron la cuarta ubicación en el Campeonato de Constructo­res.
 ??  ?? LOS DESTACADOS. Red Bull, con el motor Honda, logró el tercer lugar en el campeonato de marcas, a pesar de los altibajos del gran Max Verstappen.
LOS DESTACADOS. Red Bull, con el motor Honda, logró el tercer lugar en el campeonato de marcas, a pesar de los altibajos del gran Max Verstappen.
 ??  ?? EL PASO ATRÁS. Del equipo Haas con motor Ferrari. Perdidos, no lograron hacer trabajar adecuadame­nte a los neumáticos. Lo pagaron Romain Grosjean y Kevin Magnussen.
EL PASO ATRÁS. Del equipo Haas con motor Ferrari. Perdidos, no lograron hacer trabajar adecuadame­nte a los neumáticos. Lo pagaron Romain Grosjean y Kevin Magnussen.
 ??  ?? EL INSUFICIEN­TE. Buen trabajo de Toro Rosso en su segundo año con Honda, pero no fue suficiente. Acaso tuvo que ver el hecho de que perdieron al ingeniero James Key, que emigró a McLaren.
EL INSUFICIEN­TE. Buen trabajo de Toro Rosso en su segundo año con Honda, pero no fue suficiente. Acaso tuvo que ver el hecho de que perdieron al ingeniero James Key, que emigró a McLaren.
 ??  ?? LA REMONTADA. Racing Point, con Lance Stroll y Sergio Pérez, no comenzó bien el torneo, pero mejoró en la segunda mitad, y el mexicano logró un digno décimo puesto final.
LA REMONTADA. Racing Point, con Lance Stroll y Sergio Pérez, no comenzó bien el torneo, pero mejoró en la segunda mitad, y el mexicano logró un digno décimo puesto final.
 ??  ?? EL FIFTY-FIFTY. Tras algunas roturas, Renault mostró un impulsor mejorado, pero el chasis dejó mucho que desear. Hulkenberg (foto) se despidió este año de la F.1. En 2020 lo reemplazar­á Esteban Ocon.
EL FIFTY-FIFTY. Tras algunas roturas, Renault mostró un impulsor mejorado, pero el chasis dejó mucho que desear. Hulkenberg (foto) se despidió este año de la F.1. En 2020 lo reemplazar­á Esteban Ocon.
 ??  ?? LOS ADIOSES. En vísperas del GP de Australia, el 14 de marzo murió Charlie Whiting, el legendario director de carreras de la categoría, a los 66 años, y el 20 de mayo se apagaba, a sus 70, la vida del tricampeón Niki Lauda (foto), director no ejecutivo del equipo Mercedes.
LOS ADIOSES. En vísperas del GP de Australia, el 14 de marzo murió Charlie Whiting, el legendario director de carreras de la categoría, a los 66 años, y el 20 de mayo se apagaba, a sus 70, la vida del tricampeón Niki Lauda (foto), director no ejecutivo del equipo Mercedes.
 ??  ?? EL CAMBIAZO. Luego del receso veraniego, Alex Albon, de Toro Rosso, pasó a Red Bull, y Pierre Gasly de Red Bull a Toro Rosso. El nuevo compañero de equipo de Verstappen confirmó sus credencial­es, sobre todo en el GP de los Estados Unidos.
EL CAMBIAZO. Luego del receso veraniego, Alex Albon, de Toro Rosso, pasó a Red Bull, y Pierre Gasly de Red Bull a Toro Rosso. El nuevo compañero de equipo de Verstappen confirmó sus credencial­es, sobre todo en el GP de los Estados Unidos.
 ??  ?? EL OSCURO. El equipo Williams, en su segundo peor año de toda su rica historia en la F.1. El talentoso Georges Russell se merece un mejor auto, y Robert Kubica vuelve a su casa después de un merecido retorno, habida cuenta de su hándicap.
EL OSCURO. El equipo Williams, en su segundo peor año de toda su rica historia en la F.1. El talentoso Georges Russell se merece un mejor auto, y Robert Kubica vuelve a su casa después de un merecido retorno, habida cuenta de su hándicap.
 ??  ?? LA DECEPCIÓN. Se esperaba más del equipo ítalo-suizo Alfa Romeo-Sauber, sobre todo por su desempeño en 2018. Pero, entre cosas, se notó un ligero cambio (para peor) en la motivación de Kimi Raikkonen, y a Antonio Giovinnazz­i varios errores le costaron valiosísim­os puntos.
LA DECEPCIÓN. Se esperaba más del equipo ítalo-suizo Alfa Romeo-Sauber, sobre todo por su desempeño en 2018. Pero, entre cosas, se notó un ligero cambio (para peor) en la motivación de Kimi Raikkonen, y a Antonio Giovinnazz­i varios errores le costaron valiosísim­os puntos.

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