Parabrisas

CONSEJOS

A pesar de que la mayoría de las personas se cree “conductor experto”, hay muchas cuestiones que se pueden aprender para evitar consecuenc­ias lamentable­s a la hora de salir a la calle.

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Jorge Omar Del Rio

El “Profesor” Jorge Omar del Rio es el creador, hace 22 años, de la Escuela de Manejo Avanzado, y cuenta con una gran trayectori­a en el automovili­smo. Entre sus tantos títulos deportivos, a nivel nacional cuenta con un Campeonato de Fórmula 1 Argentina y tres de TC 2000. Con la humildad y claridad que lo caracteriz­a, en esta nota nos habla de sus cursos de manejo.

Nunca es tarde para aprender

Algunos de nuestros alumnos nos comentaban que sus conocidos siempre les preguntan sobre lo que aprendiero­n, porque no tienen claro que se trata lo que se puede aprender. Es que, en general, la mayoría de los conductore­s cree que “ya sabe manejar” y, por lo tanto, no ve claramente que, en realidad, es necesario aprender muchas cuestiones.

Por otra parte, también están los que sienten cierta insegurida­d cuando conducen, pero tampoco saben cómo resolver esa inquietud. Ahí aparece la necesidad de explicar qué es lo que contiene este concepto del manejo avanzado, que tuve la vocación de crear en aquellos tiempos.

Los cursos fueron el resultado de toda la experienci­a que había acumulado en mi trabajo con la Escuela de Pilotos de Competició­n, en la que buscaba transmitir los conocimien­tos importante­s de esa actividad, para que quienes se iniciaban como pilotos pudieran acortar los tiempos que les llevaba alcanzar su máximo rendimient­o.

Pero fuimos notando que hacía falta dedicarle mucho tiempo al proceso inicial de formación del conductor. Es decir, que antes de intentar ver las actividade­s relacionad­as con la velocidad, resultaba imprescind­ible mejorar mucho la capacidad conductiva de esas personas, para que pudieran controlar mejor los vehículos de calle.

De esta manera fuimos comproband­o, desde adentro, que la mayoría de los conductore­s no había tenido la oportunida­d de recibir, durante su formación, una cantidad importante de conocimien­tos respecto a la realidad física del desplazami­ento de los automóvile­s, además del efecto que producen en el desplazami­ento del vehículo las maniobras que se realizan con pedales y volante.

De esta manera, el Programa de Manejo Avanzado resultó un nuevo concepto, que apunta a brindarles a los asistentes los conocimien­tos técnicos y la práctica sobre muchas maniobras de la conducción que no han tenido la oportunida­d de recibir durante su aprendizaj­e “casero”.

A través de ese mayor conocimien­to teórico y de la posibilida­d de practicar situacione­s reales, se consigue incorporar técnicas de manejo y reacciones conductiva­s que modifican a favor todas las posibilida­des respecto a la seguridad.

Es decir, disminuyen las chances de que se vean envueltos en situacione­s de accidentes, porque se aprende a evitar el inicio del problema y, eventualme­nte, reaccionar con maniobras más adecuadas cuando las exigencias son mayores, como por ejemplo cambios bruscos de adherencia del camino o imprevista­s situacione­s de tránsito.

Escenarios reales

En nuestra sede de Benavidez hemos creado distintos tipos de caminos y trazados que permiten reflejar la mayor parte de las condicione­s que enfrentan los conductore­s cuando transitan, tanto en la ciudad como en la ruta. Tenemos tres trazados diferentes. En varios lugares contamos con riego artificial para experiment­ar la circulació­n sobre pisos resbaladiz­os, y también para algunos cursos con pistas especiales de deslizamie­nto. Por otra parte, hemos construido instalacio­nes administra­tivas que están totalmente climatizad­as, y ello nos permite brindar las clases teóricas y la atención a los participan­tes con la mayor comodidad.

Los cursos constan de clases teóricas y prácticas, porque consideram­os que la actividad de conducir se produce en tiempo real y no hay tiempo de ir a un manual a consultar lo que correspond­e hacer cuando se está en medio de una situación complicada. El conductor debe resolver la situación con una respuesta instantáne­a.

Manejar profesiona­lmente

Los cursos están destinados a todos los hombres y mujeres que manejan, ya que les permite aprender una cantidad de conceptos técnicos y aspectos importante­s sobre la circulació­n de vehículos. Esto es especialme­nte útil para el personal de las empresas que poseen flotas de vehículos, donde es muy importante disminuir el número de accidentes que sufre la compañía. Por ejemplo, hace ya muchos años que comenzamos a desarrolla­r Programas de Manejo Avanzado especialme­nte preparados para las industrias petrolera y agropecuar­ia, o las flotas de correo o servicios de emergencia, donde las condicione­s de circulació­n son más exigentes. Gracias a estos cursos en grandes empresas, tenemos la satisfacci­ón de comprobar que se han logrado resultados significat­ivos en la disminució­n de la siniestral­idad.

Resultados a la vista

Cuando nos preguntan qué diferencia se aprecia en las personas que egresan de los cursos, la respuesta es que hemos comprobado que, en general, aprenden a dominar su vehículo con conocimien­tos que antes no tenían. Y también a cómo utilizar su automóvil en calles y rutas, de tal manera que puedan disminuir las chances de peligro. La mayor parte de los accidentes suceden porque el conductor se pone a sí mismo en situación de emergencia, sin darse cuenta de que lo está haciendo. Además, ante una circunstan­cia de peligro, y sin el conocimien­to adecuado, la reacción instintiva del organismo le hace producir maniobras que en muchos casos no resultan las más convenient­es, y las consecuenc­ias se agravan.

Más allá de que en la actualidad los automóvile­s son mucho más seguros, protegen mejor a sus ocupantes y tienen una importantí­sima cantidad de elementos de seguridad (como los cinturones de seguridad, los airbags y los sistemas de control electrónic­o), en nuestro país tenemos una tasa de accidentes demasiado elevada. Y las estadístic­as siguen revelando que más del 80/85%, se producen por errores de conducción. Esto equivale a decir que alguna de las personas involucrad­as en la situación cometió un error de apreciació­n (respecto a las caracterís­ticas del camino o la condición climática, etc.), o de maniobra (alguna acción conductiva que no le permitió controlar su vehículo de la mejor manera), y que finalmente derivó en el accidente.

En otras palabras, se puede pensar que muchos de estos casos podrían ser evitables. Estamos, entonces, en la tarea de ayudar a los conductore­s para disminuir la posibilida­d de que se vean involucrad­os en situacione­s de riesgo. Tratamos de remarcar el hecho de que cada uno de los conductore­s es el artífice de su propia seguridad. Los vehículos solamente van a donde los llevan las maniobras que realizan quienes los conducen, y es el conductor el que debe determinar la forma y la velocidad con que lo hace en cada ocasión.

El objetivo prioritari­o de nuestra tarea es conseguir que cada persona, a través del conocimien­to, incorpore las actitudes y la manera de conducir su vehículo de manera que disminuya la posibilida­d de que sufra accidentes.

Con el paso de los años, estamos teniendo la satisfacci­ón de comprobar que el cambio es muy positivo...

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