Principiantes
En la actualidad es posible emplear las grandes cantidades de energía eléctrica que necesitan los autos modernos gracias a estos avanzados dispisitivos de control.
Megafusibles
En la electrotecnia un fusible es, de ex profeso, la parte más débil del circuito para que cuando ocurra un cortocircuito se queme o “salte” (si es del tipo térmico, por ejemplo), evitando así que el exceso de amperaje queme parcial o totalmente la instalación, lo que a su vez en un automóvil puede significar un incendio de magnitud y serios peligros para la integridad física de las personas, ocupantes o las que están pasando cerca del vehículo. El problema con los nuevos autos es de tal magnitud, que algunos fabricantes, como BMW, instalan en las baterías de sus modelos un megafusible del tipo pirotécnico, con una minúscula carga explosiva en su interior. Este súper protector, conectado al polo positivo del acumulador, reacciona con la velocidad del rayo si ocurre un grave choque y desconecta la corriente que fluye de la batería, alejando el peligro del incendio. Y no tenemos muy buenas noticias para el futuro inmediato: los nuevos automóviles que traerán sistemas eléctricos de 48 voltios en reemplazo de los de 12 voltios actuales, y que traen impulsión híbrida, es decir un motor térmico y otro eléctrico, requieren megafusibles que trabajan en el rango de los 60 a 150 amperios, pero será también imprescindible contar con protectores que “manejen” corrientes de 800 a 1.500 amperios. Además del sofisticado megafusible pirotécnico de BMW, en otros modelos ya hay megafusibles de batería diseñados especialmente para las altas corrientes, capaces de proteger al acumulador y al alternador de corrientes de cortocircuito de hasta 500 amperios. El corte de corriente puede ser permanente porque se quema el elemento activo del fusible a base de metales de menor punto de fusión que el cobre de los cables, o bien temporal porque actúa una especie de llave térmica que, con el calor del exceso de corriente, le corta el paso, pero que luego de solucionado puede reestablecer el circuito sin tener que cambiar componentes, de manera similar a lo que ocurre con los protectores térmicos domiciliarios, que reemplazan a los famosos “tapones”. Otro desafío muy importante para los ingenieros de las fábricas es lograr la mejor protección contra cortocircuitos en las instalaciones que traen sistemas multiplex informáticos para la transmisión de datos, acompañados por una línea de potencia eléctrica, como es usual en la mayoría de los automóviles actuales. Se han desarrollado módulos de protección especiales como el Mastercell y el Powercell que incorporan fusibles especiales para proteger a los muy delicados componentes electrónicos. Pueden llegar a agrupar 10 protectores que actúan en el rango de 25 a 100 amperios. Todo el conjunto está agrupado en una caja negra con conectores múltiples y que en algunos tipos trae una pantalla de cristal líquido que, en tiempo real, proporciona lecturas acerca de cómo está actuando la protección.