RENAULT SANDER0
El modelo del rombo extiende su ciclo por un tiempo más en Sudamérica con un cambio estético, modificaciones mecánicas y la incorporación de mayor equipamiento, que resultan en una buena relación precio-producto.
El hatch compacto fabricado en Córdoba llega con nuevo motor y retoques de diseño. Mantiene sus virtudes... y sus defectos.
Después de 12 años en el mercado argentino, el Sandero vuelve a renovarse. El compacto del rombo llegó al país en 2008 y adoptó su primera actualización en 2011. Cuatro años más tarde, con modificaciones principalmente de diseño, se presentó la segunda generación, y en 2016 comenzó a producirse en la terminal industrial cordobesa de Santa Isabel.
Mientras en Europa (donde se vende bajo la firma rumana Dacia) ya comenzaron los primeros ensayos de la tercera edición, en julio del año pasado se presentó en Brasil, y en diciembre en la Argentina. Junto a él lo hicieron también otros integrantes de su familia: el Stepway, finalmente independizado como versión del hatch, y el Logan, el derivado con forma de sedán. Las tres siluetas se fabrican en nuestro país, excepto las variantes con caja automática, que provienen de Brasil.
La estética es lo primero
Con la veterana plataforma B0, el Sandero casi no varió, aunque sufrió algunas modificaciones de “cosmética”, especialmente en el exterior. En el sector frontal, las ópticas fueron retocadas con la incorporación de luces diurnas led en formato de “C”, que aportan mayor iluminación al camino. La parrilla también sumó cambios, ya que ahora posee unos nuevos listones horizontales cromados. Por debajo, en el paragolpes se aprecian algunos retoques, en sintonía con los rompeniebla delanteros.
Atrás, a todas las miradas se las lleva el nuevo grupo óptico led con una extensión a lo ancho de la tapa del baúl, que ahora cuenta con nueva modalidad de apertura. Lamentablemente, carece de antiniebla trasero. Las llantas son nuevas, con ruedas de 15 pulgadas (185/65 R15) que le dan mayor deportividad al auto de la marca francesa.
En dimensiones, la versión tope de gama manual probada por Parabrisas, denominada Iconic, puede variar. ¿Cómo es eso? Debido al tipo de transmisión, las
medidas del compacto pueden ser más extensas. En el caso de la versión analizada, es más angosta y más baja en relación con la variante con caja CVT, con 1.727 mm frente a 1.758 mm de ancho, y 1.530 mm frente a 1.567 mm de alto, en cada caso. La longitud (4.070 mm) y la distancia entre ejes (2.590 mm) son las mismas.
Por dentro, el espacio para los pasajeros es muy bueno, con lugar generoso para las piernas y separación en altura, amén de un baúl con 320 litros de capacidad de carga, equipado con una rueda de repuesto temporal. Los asientos son de pana combinados con cuero, y el del conductor cuenta con regulación en altura. La posición de manejo es correcta, aunque el volante no tiene la posibilidad de acomodarse en profundidad.
Un poco más conectado
Dentro de las principales novedades, ahora el sistema de conectividad, conocido como Media Evolution, cuenta con conexión
Android Auto y Apple CarPlay, esencial para emparentar con un Smartphone, especialmente debido a la falta de navegador. La pantalla de 7” responde rápido al tacto y ofrece la modalidad Eco Coaching y Eco Scoring para evaluar el tipo de conducción. Además, dispone de conexiones Bluetooth, USB y auxiliar.
Para establecer algunas funciones de manejo y del sistema multimedia, el Sandero dispone de diferentes botones ubicados detrás del volante, como el control del equipo de audio, para hacer más eficiente la conducción y no quitar la atención del camino. Un elemento a mejorar es la calidad del sonido, especialmente cuando se eleva el volumen, debido a la pérdida de nitidez y el ruido de algunos materiales.
Otro detalle a tener en cuenta es el encendido y el apagado del motor; por ejemplo, si venimos escuchando la radio o música a través de Bluetooth, la pantalla continúa prendida y el sonido se sigue transmitiendo a través de los parlantes.
Debajo del display central se encuentran los controles de refrigeración y calefacción, con aire acondicionado con función automática. En la zona inferior de la consola, un punto positivo es la reubicación de las teclas de los levantavidrios traseros, ya que migraron a la puerta del conductor. En su reemplazo, ahora se encuentran, al menos del lado izquierdo, la tecla del control de velocidad crucero y el limitador.
Casi no se registran cambios en el instrumental, que cuenta con velocímetro y cuentavueltas con agujas, acompañado de una computadora de a bordo monocromática con la información esencial del auto. Tanto la temperatura de agua como el medidor de combustible están representados por barras. A pesar de que el display indica los kilómetros restantes por recorrer según la cantidad de nafta en el tanque, puede resultar imprecisa la forma de descontarlos.
Una de cal y otra de arena
En cuanto a la seguridad -uno de los puntos en los que hace más hincapié la mayoría de los