BMW X5. Todos los detalles de la nueva generación del SUV de lujo.
Proveniente de los EE.UU., este gran SUV viene para competir entre los pesos pesados de lujo, con espíritu deportivo y tecnología muy avanzada.
Con una apariencia agresiva brindada especialmente por llamativos riñones presentes en los últimos lanzamientos de la familia X de la marca, esta cuarta generación llega desde la moderna planta de Spartanburg, ubicada en el estado de Carolina del Sur.
Se trata de un conocido y exitoso modelo, con el que la marca comienza a incorporar algunos de sus tantos avances, que luego van derivando al resto de la familia.
Considerablemente más grande que su antecesor, este vehículo de 4,9 metros de largo y poco más de dos metros de ancho y con un entre ejes de casi tres metros, propone un interior muy amplio y de una calidad excepcional, caracterizada por unos apliques de aluminio oscuro y piezas de fina elaboración, como el pomo de la selectora decorada con cristal pulido hecho a mano, que muestra el símbolo “X” iluminado.
Además de la generosidad de las butacas delanteras, dispone de un espacio trasero con suficientes dimensiones para que, por lo menos, dos de los tres pasajeros viajen con absoluta comodidad. El tercero, es decir el del medio, tendrá que lidiar con el puente de la transmisión y la parte posterior de la consola central. Esta última cuenta, además de las salidas de aire, con dos regulaciones individuales para el climatizador, que en total contempla cuatro zonas.
El baúl es otra de las virtudes de este modelo, ya que
ofrece una voluminosa capacidad de 650 litros. Su acceso es a partir de un portón eléctrico doble, y en su interior dispone de red de sujeción y otro tipo de accesorios. Allí también se aloja la rueda de auxilio, que sirve para salir del paso cuando por algún motivo hay que remplazar alguna de las “runflat” titulares, ya que, lamentablemente, es de uso temporal.
Primera clase
Con una posición de manejo que se adapta a cualquier talla gracias a las múltiples regulaciones, casi todas eléctricas, el conductor queda rodeado de elementos, como el denominado Live Cockpit Professional, un display totalmente digital y visualmente relacionado con la pantalla central, con la que comparte la identidad gráfica.
Ambas superficies digitales son de 12.3 pulgadas, operadas por la última versión del sistema operativo de la marca.
El tablero ofrece una gran variedad de visualizaciones personalizables, mientras que el display principal brinda la posibilidad de administrarlo desde la misma pantalla táctil, y también desde el control ubicado en la consola, desde los comandos en el volante, desde la voz o (esto último es algo de lo más novedoso), desde el control de gestos.
En su interior no faltan un enorme techo panorámico y el sistema de sonido surround Harman Kardon preparado para Apple CarPlay, además de portavasos con refrigerador y calentador, carga inalámbrica del celular y head-up display, entre muchos otros prácticos elementos.
Entre las principales novedades tecnológicas que mencionamos al principio, el X5 utiliza sistemas de procesamiento de datos adquiridos por las cámaras y los sensores de los radares, con los que se nutren
el asistente de dirección y carril, el aviso de colisión frontal, el aviso de presencia de peatones con intervención del freno y el asistente de cambio de carril. Además, adopta la función de control de velocidad crucero con función de frenado, y la advertencia de colisión y de cruce de peatones, también con función de frenado, que es capaz de detectar y advertir la presencia de un ciclista.
Otra novedad, que conocimos anteriormente en el Serie 3, es el asistente de marcha atrás, un sistema que toma el control de la dirección cuando se retrocede a lo largo de un trayecto que previamente se haya recorrido hacia delante, pudiendo desandar hasta cincuenta metros, mientras el conductor controla la velocidad con el acelerador. Se activa pulsando un botón y, a medida que se avanza, el sistema va registrando y memorizando los movimientos del volante. Esta información se almacena para poder ser utilizada en el momento o, incluso, al día siguiente. Fantástico.
Pocos límites
En nuestro país se comercializa en una sola variante, que se distingue por equipar un tradicional “seis en línea” con una tecnología que le permite alcanzar significativos 340 CV y un torque de 45,9 kgm ya desde las tempranas 1.500 revoluciones. Semejantes características le permiten acelerar, según el fabricante, de 0 a 100 km/h en apenas 5,5 segundos, a la vez que alcanzar una velocidad máxima (limitada) de 243 km/h.
La gestión de las marchas se realiza a través de una caja Steptronic de ocho velocidades con convertidor de par, cuyo funcionamiento ‒en los pocos kilómetros que recorrimos en este contacto‒ resultó impecable. Dispone, además, de levas detrás del volante.
De esta manera, gracias a la sociedad motor-caja y a otros recursos como el sistema start&stop, los consumos que declara la marca, y que generalmente son más bajos que los obtenidos en nuestras pruebas, alcanzan en promedio los 10 kilómetros por litro. Así, aunque le sumemos un hipotético 10 ó 20 por ciento, el resultado sigue siendo coherente para un vehículo de semejante potencia y porte.
Bien sport
A tono con las altas prestaciones encontramos una suspensión muy firme y con una respuesta dinámica que sobresale de lo común. Gracias al control electrónico de los amortiguadores y a una dirección muy precisa, en las curvas se lo puede llevar hasta límites inimaginables para un vehículo de su tipo. Mientras, en sintonía con un elevado despeje (214 mm), se desenvuelve muy bien en caminos desparejos, aunque hubiésemos preferirlo hacerlo con unas cubiertas de mayor perfil que estas 275/45 montadas en llantas de 20 pulgadas. También responde muy bien la tracción integral, mandando la fuerza de manera casi