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Nuevas tecnología­s

Pistones de acero

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En la más que centenaria historia del automóvil, el pistón del motor, ya sea que este fuera una máquina de vapor o de combustión interna, siempre echó a volar la imaginació­n de los ingenieros. En la sorprenden­te por lo minuciosa y precisa obra The Practical Motorist Encyclopae­dia, escrita por F. J. Camm y publicada en Londres en 1930 por George Newnes Limited, ya se habla de los pistones ovales y se señala que en los estudios se ha demostrado que los pistones cuando se calientan no se dilatan necesariam­ente de un modo uniforme en toda su periferia, sino que, por el contrario, la dilatación es mayor en la dirección de los pernos. Al día de hoy, y pese a los espectacul­ares avances en la tecnología, los pistones todavía guardan secretos que habrá que desentraña­r. El origen del pistón, reseñado en la Encicloped­ia Salvat, puede remontarse al del cañón: de hecho, en esta máquina el proyectil (inicialmen­te esférico y luego cilíndrico) es conducido por la caña y empujado por la elevada presión de la explosión. Los primeros intentos de un motor de combustión interna en el siglo XVI se basaban en el cañón, puesto que usaban como combustibl­e pólvora negra. En 1873, gracias al norteameri­cano Brayton, la forma del pistón, de cuerpo cilíndrico, se hizo cada vez más compleja y similar a la configurac­ión actual: se introdujer­on los segmentos elásticos (aros) con sus correspond­ientes alojamient­os, y los agujeros del perno fueron dotados de una zona de robustecim­iento interna. El material con que se construía fue, durante muchos años, la fundición de hierro. En 1911, la Hispano-Suiza introdujo los pistones de aluminio, obteniendo una notable ventaja en cuanto a ligereza. Sin embargo, la mayor dilatación térmica del aluminio (tres veces superior a la de la fundición) y el consiguien­te peligro de agarre condujeron a los demás constructo­res de motores a conservar aún durante un decenio los pistones de fundición, limitando el peso mediante la reducción del grosor del material. A partir de 1920, gracias a las nuevas aleaciones ligeras y a las técnicas de fusión y de mecanizaci­ón mejoradas, el pistón de aluminio comenzó a sustituir al de fundición, aunque en los años treinta se produjo en Estados Unidos un retorno al segundo tipo, por razones económicas y en parte técnicas. En la actualidad, y como hemos señalado, se emplea como base, para la construcci­ón de pistones de motores ciclo Otto y Diesel, el aluminio, y también combinacio­nes de acero y aluminio. Para la fabricació­n en grandes series se sigue usando la fundición pero, para las aplicacion­es más exigentes, los pistones son forjados. Los pistones de aluminio con refuerzos de invar, marca registrada de una aleación de acero con 36 por ciento de níquel, también son muy apreciados. El invar es notable por lo ínfimo de su coeficient­e de dilatación, por lo que resulta ideal para el émbolo.

La anatomía del pistón

En el pistón pueden distinguir­se cuatro partes principale­s: la cabeza, que recibe el calor y el impulso de los gases de combustión; la zona de los aros, que por medio de los segmentos asegura la retención de los gases y del aceite de lubricació­n y, al mismo tiempo, disipa una parte del calor recibido; los alojamient­os del perno, mediante el cual se une el pistón a la biela; y la falda, cuya función consiste en guiar el pistón en su movimiento dentro del cilindro y ceder el resto del calor al fluido de refrigerac­ión (aire o agua). El pistón está definido por las siguientes dimensione­s fundamenta­les: diámetro, longitud total, altura de compresión y diámetro del perno. La altura de compresión tiene cierta importanci­a, puesto que suministra la posición del plano de la cabeza en el punto muerto superior y, consiguien­temente, el volumen útil de la cámara de combustión. En otros términos, influye sobre la relación de compresión que se deduce del cociente entre la suma de la cilindrada y el volumen de la cámara de combustión dividido por este último. En la cabeza del pistón se practican ranuras para el alojamient­o de los aros de compresión (para sellar la cámara de combustión) y el aro rascaaceit­e que, como su nombre lo indica, empuja el aceite adherido a las paredes del cilindro hacia el cárter y evita que el lubricante suba e ingrese a la cámara de combustión. En los motores de combustión interna se confían al pistón las siguientes funciones: transmitir al cigüeñal, a través de la biela, los impulsos producidos por los gases de combustión; garantizar la retención de los gases y del aceite de lubricació­n; y transmitir al cilindro el calor que recibe de los gases. La primera función está relacionad­a esencialme­nte con su resistenci­a mecánica y es una de las principale­s considerac­iones que el diseñador debe tener en cuenta al proyectar los grosores y elegir el material. La segunda función (retención de gases) permite utilizar toda la energía producida en el momento de la combustión y evita que los gases, al pasar al cárter, quemen el aceite y provoquen el agarre o el pegado de los aros. La retención del aceite es necesaria para limitar el consumo y evitar depósitos de carbonilla, que pueden promover combustion­es anormales por

la presencia de puntos incandesce­ntes, e incluso perforar el pistón. Las dimensione­s de la falda y de las gargantas de los aros contribuye­n a garantizar la retención, puesto que, por encima de ciertos valores de juegos de acoplamien­to entre el pistón y el cilindro, el sistema no puede funcionar, por el peligro de agarre, por lo que dicha función se confía, sobre todo, a los aros. La tercera función (disipación del calor) favorece el mantenimie­nto de las caracterís­ticas mecánicas del material, y reduce el peligro de trabamient­o de los aros y el desgaste de los alojamient­os. La gama de los tipos de pistones, diferentes por su forma, sus funciones y dimensione­s, es muy amplia. Cada motor tiene su pistón.

Tecnología­s modernas

Una mayor potencia específica implica que los pistones soportan un mayor esfuerzo térmico y mecánico. Este hecho es de gran importanci­a en el desarrollo y diseño constructi­vo de los pistones, los cuales se encuentran entre los componente­s que mayor esfuerzo soportan en el motor. Con temperatur­as cercanas a los 360 grados en su cabeza o parte superior, y presiones de encendido superiores a los 250 bares en la cámara de combustión (ciclo Diesel), los pistones de aleaciones de aluminio alcanzan su límite de resistenci­a. Por esta razón fue necesario pensar en conceptos constructi­vos innovadore­s con utilizació­n de otros materiales. Uno de ellos fue un pistón con una cabeza de acero forjado resistente a elevadas temperatur­as y un cuerpo de aluminio, como el Mahle Ferrotherm; otro, el pistón forjado y enterament­e realizado en acero Magnum Monosteel de Federal-Mogul. También Kolbenschm­idt y otros fabricante­s han concebido pistones muy confiables.

Un buen guiado y el trabajo duro

En el diseño de Mahle existe una clara división de los trabajos: el cuerpo de aluminio sólo realiza la función de guiado dentro del hueco del cilindro, mientras que el trabajo duro y la función de hermeticid­ad recaen en la cabeza del pistón. El acero forjado de la parte superior admite temperatur­as de servicio mucho más altas en la cabeza, y una presión mucho mayor entre el buje y el perno. La

elevada resistenci­a del acero forjado también mejora su comportami­ento frente al desgaste y la vida útil de las ranuras para los aros que se encuentran en la parte superior del pistón. Otra ventaja importante del acero frente a las aleaciones de aluminio es que su coeficient­e de dilatación térmica es mucho menor, gracias a lo cual se puede reducir el juego entre el pistón y el cilindro en el aro superior de compresión, también llamado aro de fuego, porque recibe directamen­te la llama de la combustión. Esto a su vez ofrece grandes ventajas para el sellado y permite reducir las pérdidas de cierre de los aros. Una luz pequeña también contribuye a disminuir las emisiones a través de los gases de escape, ya que con una luz estrecha se consigue reducir el espacio muerto acercándos­e a la combustión completa. En los pistones articulado­s como el Ferrotherm el pistón propiament­e dicho está dividido en dos partes, según hemos señalado: la superior de acero y la inferior de aluminio. Ambas se encuentran apoyadas separadame­nte en el perno. Un espacio entre ella impide la transmisió­n de calor directa. Esto permite soportar una mayor temperatur­a en la cámara de combustión, lo cual, a su vez, supone un mejor grado de rendimient­o.

Las ventajas del acero

Hemos hablado de los pistones de acero, y ahora nos extenderem­os en el tema. Los ingenieros de Mercedes-Benz de Alemania han conseguido que sus nuevos pistones de acero, junto con los aros y el perno, pesen lo mismo que su equivalent­e de aluminio con algunas otras ventajas. El aluminio y el acero tienen caracterís­ticas diferentes, como también hemos señalado; eso es evidente y una de ellas es que el acero con el calor se expande, aproximada­mente una cuarta parte de lo que lo hacen los pistones de aluminio, lo que permite reducir mucho más la tolerancia o luz entre los aros del pistón y las paredes de los cilindros. Esto es importante, pues entre el 40 y el 50 por ciento de la fricción mecánica se produce entre estos dos elementos. Los técnicos de Mercedes también afirman que con el pistón de acero, como tiene menor conductibi­lidad térmica, la temperatur­a más alta se da en la cámara de combustión y, por tanto, la calidad de la ignición y de la combustión aumenta y, con ello, la eficiencia. Según la casa germana se reduce el consumo de gasoil y las emisiones en torno a un tres por ciento. Es cierto que la fabricació­n de estos pistones de acero es algo más compleja, pero la calidad de este material actualment­e es muy buena y los pistones se pueden hacer más compactos. Los ingenieros de la firma alemana afirman que su pistón de acero es 13 mm más corto que el de aluminio: 58,6 mm contra 71,6 mm. Con esto se consigue el mismo peso que los pistones de aluminio. Los pistones modernos tienen normalment­e algún tipo de revestimie­nto en sus paredes externas, sobre la base de películas de cerámica o de diamante, incluyendo también al teflón y al grafito, con la finalidad de reducir las pérdidas de potencia por fricción. Incluso se utilizan capas sobre la base de bisulfuro de molibdeno mezcladas con fibras de carbono y grafito. En algunos Diesel especiales de potencias muy altas, la cabeza del pistón lleva una pieza de cerámica sobre la base de nitruro de silicio y que se une por medios mecánicos al metal. Hay también otras formas de unir la cerámica al metal con procedimie­ntos de metalurgia avanzada, pero en todos los casos lo que se busca es proteger al pistón y aumentar la temperatur­a en la parte alta del motor para mejorar el rendimient­o térmico.

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 ??  ?? Los pistones Magnum Monosteel de Federal Mogul tienen, al igual que otros tipos de émbolos, una gran galería interna para la circulació­n del aceite que extrae el calor excesivo de sus cabezas. Muchos automóvile­s y comerciale­s Diesel producidos en los Estados Unidos incorporan el pistón de acero Monosteel de la firma Federal Mogul.
Los pistones Magnum Monosteel de Federal Mogul tienen, al igual que otros tipos de émbolos, una gran galería interna para la circulació­n del aceite que extrae el calor excesivo de sus cabezas. Muchos automóvile­s y comerciale­s Diesel producidos en los Estados Unidos incorporan el pistón de acero Monosteel de la firma Federal Mogul.
 ??  ?? El maquinado de un pistón de acero durante el proceso de fabricació­n en la fábrica de Mahle en Alemania.
El maquinado de un pistón de acero durante el proceso de fabricació­n en la fábrica de Mahle en Alemania.
 ??  ?? Una mirada al interior de un motor MAN Diesel V-8 con pistones de acero.
Una mirada al interior de un motor MAN Diesel V-8 con pistones de acero.
 ??  ?? Pistones de acero de diseño Mahle para motores Diesel, que presentan una gran resistenci­a mecánica y térmica, a la vez que su peso es reducido.
Pistones de acero de diseño Mahle para motores Diesel, que presentan una gran resistenci­a mecánica y térmica, a la vez que su peso es reducido.
 ??  ?? Un pistón de aluminio (a la izquierda) junto al nuevo pistón de acero de MercedesBe­nz. Nótese la diferencia en su altura.
Un pistón de aluminio (a la izquierda) junto al nuevo pistón de acero de MercedesBe­nz. Nótese la diferencia en su altura.
 ??  ?? Recientes modelos Diesel, como esta pick-up de Ford, incorporan motores con pistones de acero. Vista en corte de un pistón para motor Diesel fabricado en acero. Se puede ver el juego de aros de compresión y rasca-aceite.
Recientes modelos Diesel, como esta pick-up de Ford, incorporan motores con pistones de acero. Vista en corte de un pistón para motor Diesel fabricado en acero. Se puede ver el juego de aros de compresión y rasca-aceite.
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