Jorge Omar Del Rio
Con la llegada del invierno y la mayor circulación de vehículos tras la flexibilización de la cuarentena en algunas provincias, es bueno tener en cuenta algunos consejos a la hora de transitar por caminos con nieve o hielo.
Comenzaron las nevadas en algunas zonas de nuestro extenso país, por lo que trasladarse en auto hasta el lugar elegido es uno de los temas principales a resolver. Hoy en día, a causa de la situación extraordinaria por la que estamos pasando debido al Covid-19, el vehículo particular es una de las pocas alternativas que tenemos para movernos, y por eso es conveniente repasar algunos conceptos para evitar que el viaje termine con sorpresas desagradables.
En la Escuela de Manejo Avanzado dedicamos especial atención a los conductores que utilizan mayormente su vehículo en ciudades y no tienen experiencias en la conducción sobre caminos con eventual presencia de nieve, escarcha o hielo.
En la actualidad, muchos pueden disfrutar de vehículos con características muy adecuadas para enfrentar las condiciones que habitualmente imperan en esas zonas, y esta puede ser una buena oportunidad para comprobar sus virtudes, que normalmente no se destacan. Nos referimos a los que cuentan con sistemas de control de deslizamientos, frenos antibloqueo o control de potencia, cuyas características pocas veces se manifiestan en el tránsito en las ciudades, salvo en días de lluvia.
Pero muchos viajan en vehículos de tecnología tradicional, sin esos adelantos creados para facilitar la conducción y aumentar la seguridad.
En general, tratamos de que todos comprendan que, más allá del vehículo que conduzcan, siempre estará en sus manos la posibilidad de que el viaje finalice sin inconvenientes. Dediquemos, pues, los próximos párrafos a varios temas que conviene tener en cuenta, comenzando por los preparativos especiales para los distintos climas y caminos para quienes transitan por zonas de montaña.
Neumáticos y cadenas
En primer lugar, hay que considerar el estado de los neumáticos, ya que son realmente el único contacto con el camino y, por lo tanto, definen la adherencia disponible.
Actualmente, en los vehículos de alta gama la industria provee varios tipos de neumáticos especialmente diseñados para mejorar el control en condiciones de nieve o hielo. Éstos suelen utilizar compuestos y diseños que mejoran notablemente la adherencia y la fricción.
Esta alternativa, sin embargo, no está disponible en la mayor parte del parque automotor.
Es lógico que quienes hacen solo un viaje de pocos días por año a esas zonas utilicen las mismas cubiertas que usan regularmente. Será necesario, entonces, asegurarse de que estén en muy buenas condiciones de estado y dibujo.
Además, antes de salir puede resultar conveniente conseguir un juego de cadenas que esté bien adaptado a las medidas de los neumáticos. No son pocas las veces que, cuando es necesario resolverlo en el camino, no se consiguen las adecuadas. Por lo general, no se van a usar en todo el viaje, pero si se llega a una zona con caminos realmente helados, suelen ser la única forma de continuar avanzando. Y, además, son exigidas por las autoridades para per
mitir el paso de vehículos que no disponen de cubiertas con clavos.
Otro detalle también muy importante en la preparación del vehículo es asegurarse de que el sistema de refrigeración del motor disponga de la proporción adecuada de fluido anticongelante para que se mantenga líquido, aun con temperaturas bajo cero. Este es un detalle que muchos pasan por alto la mayor parte del año, porque nada les advierte de su importancia. Pero, si durante la estadía resultara necesario que el vehículo pernoctara a la intemperie, podrían producirse roturas muy costosas en el motor por este simple descuido.
Una buena planificación
Queremos referirnos ahora a algunos aspectos que ayudan a que, cuando un viajero llega a zonas frías, no se ponga en situación de emergencia sin darse cuenta.
Siempre conviene reforzar la actitud de anticipar todo lo que estará presente en el camino más adelante, ya que las condiciones de adherencia pueden variar notablemente en pocos metros.
Es necesario enterarse de si hay nieve, escarcha o hielo, disponiendo del tiempo suficiente para elegir la velocidad de circulación más adecuada para transitar cada tramo.
También es bueno prestar mucha atención a los lugares con sombra, como, por ejemplo, debajo de puentes o cerca de árboles o de laderas de cerros. Especialmente en las primeras horas de la mañana, es bastante probable que el conductor encuentre hielo o escarcha todavía sin derretir por la acción del sol, y eso produce un cambio de adherencia muy brusco que origina situaciones de mucho riesgo.
Por lo tanto, como actitud principal, se recomienda que, en cuanto el conductor vea algo diferente más adelante, disminuya la velocidad antes de llegar al lugar. Si se acerca al mismo ritmo que traía, es probable que ya no alcance la adherencia que tendrá para controlar el vehículo.
Teniendo en cuenta este detalle, aparece la realidad de que para estas zonas es muy importante hacer una buena planificación del viaje, ya que no conviene utilizar horas nocturnas o de baja visibilidad para transitar por caminos que puedan tener nieve o hielo.
Muchas veces, la visibilidad que se consigue con las luces de los faros no permite diferenciar con certeza entre distintas superficies, con lo que aumentan mucho los riesgos.
Asimismo, la elección del horario más conveniente para pasar por las zonas reconocidamente más complicadas puede evitar que nos quedemos parados varias horas aguardando la reapertura de los caminos.
Patinamiento y adherencia
Cuando se circula por caminos de montaña se deben extremar las precauciones en las bajadas. Es fundamental elegir la velocidad adecuada de circulación, ya que en esos momentos la propia inercia del peso del vehículo torna muy difícil controlarlo si se pierde adherencia al piso.
En este sentido, es bueno entender que, por lo general, las situaciones se complican más cuando se trata del ingreso a una curva o a algún lugar donde resulta necesario frenar, ya que el auto tenderá a seguir de largo y salirse del camino. Y esto sucede incluso con vehículos de alta tecnología: una vez que comienzan a patinar, es muy difícil recuperar el control y evitar la salida del camino, con consecuencias imprevisibles. En esos casos es importante usar el freno muy suavemente para eludir el bloqueo de las ruedas e intentar que sigan girando, para mantener el mayor control posible.
En todos los casos, el conductor debe adaptar su manejo a las circunstancias, según el vehículo que conduce, los neumáticos que utiliza y la condición climática en que se mueve.
También, aunque en general no se lo piensa, es bueno saber cómo proceder si nos resulta necesario detenernos en caminos realmente helados. ¿Cómo hay que ubicar al vehículo antes de parar por completo? Especialmente estando en una pendiente, para evitar sorpresas desagradables hay que considerar los ángulos de caída y tratar de colocarlo de tal manera que, si se desliza, lo haga para el lado de la montaña y no para el del precipicio.