El coqueto
Auque todavía no está a la venta oficialmente, este modelo conjuga detalles deportivos bastanteevidentesconunnivel de equipamiento medio, por lo que su precio será uno de los principales atractivos a la hora de compararlo. Esta versión cuentaconunmotordoméstico de 116 caballos, pero con turbo y caja manual.
El Onix RS ‒pronto a llegar a los concesionarios de la marca‒ es una alternativa que impacta desde lo estético, aunque sin tantas modificaciones internas. Es que tanto las suspensiones como el motor son similares a los de un Onix Premier con caja manual de cinco velocidades. Sin embargo, la entrega del motor de un litro y tres cilindros, que produce 116 caballos de fuerza, le imprimen cierto carácter, principalmente a altas revoluciones. Claro que las suspensiones presentan una firmeza más orientada a un manejo rutinario, por lo que sus pretensiones deportivas son bastante limitadas. Pero hay que señalar que resulta económico para el día a día.
Posiblemente el gran acierto de General Motors para con el Onix RS sea la configuración con la que llegará al país. Estará disponible con un equipamiento intermedio, que si bien puede criticarse por algún que otro faltante, logrará un precio competitivo, que lo hará más viable para un usuario común. En cuanto a lo estético se destacan las llantas de aleación de dieciséis pulgadas en color negro y el kit de carrocería, compuesto por faldones laterales y spoilers delantero y trasero. El techo es de color negro brillante, como así también los retrovisores exteriores
y el alerón (no spoiler) posterior, que presenta un diseño muy llamativo, incluso mucho más que el de sus rivales.
En el interior del Onix, la calidad percibida es apropiada para un modelo del segmento B moderno, con plásticos de calidad digna y ciertos detalles de modernidad, como la pantalla táctil saliente con sistema MyLink. Lo malo es que en esta versión no están disponibles las soluciones que Chevrolet ofrece en las versiones más equipadas, entre ellas el sistema OnStar.
Por el lado de la posición de manejo no hay críticas, con regulaciones amplias, aunque las butacas son similares a las versiones convencionales, sin pretensiones deportivas.
Las plazas posteriores presentan espacio lógico para un hatch del segmento, mientras que el baúl es oficialmente uno de los más chicos dentro de su clase, aunque a la vista no resulte así. Al igual que todos los modelos de esta nota, el auxilio es temporal, pero en este caso un “verdadero” temporal, con rueda finita.
En definitiva, el Onix RS es el deportivo que reúne la mejor condición de confort y, (suponemos) el precio más acotado, con estética bastante llamativa, pero sin diferenciación mecánica, algo que termina comprometiéndolo. Quizás la mejor opción hubiese sido la implementación del motor 1,2 litros de 130 CV empleado en la Tracker, y que según rumores podría llegar a ser una realidad en una futura versión SS, aunque por el momento no hay nada oficial.