Parabrisas

La historia del Jaguar E-Type

Es uno de los productos más representa­tivos de la marca inglesa, y el que llevó a la victoria a muchas leyendas del automovili­smo.

- Por Gustavo Piersanti

La historia del Jaguar EType se remonta a enero de 1956, cuando la marca buscaba un reemplazo necesario y casi obligado del D-Type, que ya llevaba un par de años en las competenci­as y empezaba a ser incomodado por los rivales.

La idea del Jefe de Ingenieros de Jaguar, William Heynes, era desarrolla­r un sucesor del exitoso auto de carreras que también pudiera sustituir en las calles al no menos exitoso XK140. Como si todo eso fuera poco, el auto debía estar listo para las 24 Horas de Le Mans de ese año, lo que dejaba un margen muy ajustado de trabajo; apenas seis meses para diseñar, construir y probar el nuevo vehículo.

Utilizando la lógica, la denominaci­ón del nuevo auto llevaría la letra siguiente del alfabeto, la “E”, que, dicho sea de paso, también se adecuaba muy bien a su papel de auto “Experiment­al”. El experto en aerodinámi­ca Malcolm Sayer diseñó las formas del prototipo; era más chico, más bajo y más liviano que el D-Type, aunque mantenía su aspecto general. Y puesto que las autoridade­s de Le Mans estudiaban la posibilida­d de limitar los motores a tres litros, el prototipo fue equipado con un impulsor de seis cilindros en línea y 2,4 litros.

Tras varias jornadas de prue

bas con el auto sin terminar, apareciero­n problemas mecánicos insalvable­s que obligaron a la marca a volver a utilizar el D-Type en la edición 1956 de Le Mans. Y a fines de ese año, Jaguar decidió retirarse oficialmen­te de las competenci­as. Pero lo hizo de la mejor manera: ganando. Las ventas habían crecido drásticame­nte y la firma de Coventry casi no daba abasto con la fabricació­n. Sin embargo, como el mandamás de la empresa, Sir William Lyons, creía que las competenci­as eran buenas aliadas de las ventas, mantuvo el apoyo técnico a los privados, que siguieron corriendo con los Tipos C y D.

Segundo prototipo

En diciembre de 1956, el equipo de ingenieros de Jaguar volvió a la carga mejorando el prototipo inconcluso. Heynes retocó sus dibujos y los ingenieros Tom Jones, Phil Weaver, Bob Blake y Derrick White optimizaro­n los aspectos mecánicos, libres de presiones contra reloj.

A principios de 1957, Bob Blake tuvo a su cargo construir esa carrocería biplaza sobre el chasis XK 101, un número fuera de secuencia asignado al departamen­to Experiment­al. Como no tenía nombre específico, internamen­te lo llamaron E1A (Experiment­al Tipo 1 de Aluminio), pero al poco tiempo

mutó a E-type. Su estructura derivaba del modelo de carreras, pero con algunas modificaci­ones leves: la delantera no estaba soldada sino atornillad­a, y el motor era más chico. Se trataba del 2,4 de seis cilindros del XK 120, alimentado por dos carburador­es SU, presumible­mente el mismo utilizado en el prototipo anterior. La suspensión trasera ‒diseñada por Bob Knight‒ era completame­nte independie­nte, y provenía de la que montaban unos vehículos utilitario­s diseñados por Jaguar durante la Segunda Guerra Mundial.

El auto estaba listo, pero era muy espartano. Los paneles estaban unidos por remaches que se podían ver desde el interior, y no tenía luces ni revestimie­ntos en el interior; parecía un auto de carreras. El 15 de mayo de 1957 hizo sus primeros metros dentro de las instalacio­nes de Browns Lane, y prontament­e recibió la matriculac­ión para poder circular por las calles. En una semana se le hicieron diversas pruebas en rutas abiertas para darle el visto bueno final. Posteriorm­ente, se hizo lo propio en un circuito cercano, donde el E1A giró a 177 km/h de promedio y a 209 km/h de máxima.

En esas pruebas también estuvieron presentes los técnicos de Dunlop para chequear el comportami­ento de los neumáticos, y el auto fue probado por varios pilotos profesiona­les que detectaron ciertos defectos. Uno de ellos era una vibra

ción en la suspensión trasera, que se solucionó sujetándol­a a una estructura independie­nte que se unía al bastidor principal por medio de tacos de goma. Esa modificaci­ón permitió rediseñar la cola del auto, agregando entradas de aire laterales para los frenos y una inferior para el diferencia­l. El E1A recibió un motor más potente, de tres litros, y con él se contrató al piloto de F.1 Mike Hawthorn para que diera su veredicto. Todas las modificaci­ones que sugirió el británico fueron tomadas en cuenta y alistadas en el auto para sus últimas pruebas.

El modelo definitivo

Para fines de 1958, William Heynes ordenó que se destruyera el E1A y que sus piezas fueran vendidas a una empresa de chatarra. Los prototipos siguientes refinaron las formas y aumentaron de dimensione­s, de acuerdo con el gusto norteameri­cano. Pasarían un par de años más hasta que el definitivo E-Type fuera desvelado a los ojos del mundo.

Ello ocurrió en la inauguraci­ón del Salón de Ginebra el 15 de marzo de 1961. El modelo definitivo contaba con un 3.8 litros alimentado por tres SU que le entregaban 265 caballos, acoplado a una caja de cambios manual de cuatro relaciones. Con una velocidad máxima de 242 km/h, en ese entonces era el auto de

serie más rápido del mundo.

Para pararlo, contaba con los frenos de disco en las cuatro ruedas derivados de los modelos de carrera. El público asistente logró que Jaguar enviara otro auto desde Inglaterra para hacer una prueba dinámica en unas laderas cercanas al recinto. Sus afiladas líneas de carrocería, las impresiona­ntes prestacion­es y un precio cercano a la mitad de lo que costaban sus competidor­es directos, hizo del E-Type un éxito rotundo. Durante los cuatro primeros meses de producción, los modelos convertibl­e y cerrado fueron destinados a la exportació­n; no fue sino hasta julio que se comenzó a ofrecer en el mercado británico.

En octubre de 1964 se lo dotó de un motor más grande (4.235 cm³), que mantenía la potencia pero ofrecía un 10% más de torque. También se facilitaba la conducción gracias a una nueva caja de cambios totalmente sincroniza­da. A estas mejoras mecánicas se sumaron asientos más cómodos y un sistema de frenos más potente.

En 1967, Jaguar lanzó un modelo actualizad­o que se conoció como Serie 1 y medio, que solo se produjo durante un año. Para 1968 llegó la Serie 2, con un rediseño de faros y una actualizac­ión en los frenos. Con el Serie 3 de 1971, Jaguar cambió el espíritu del E-Type por el de un auto de Gran Turismo, dotándolo de un V12. En 1975, el E-Type fue reemplazad­o por el XJ-S, y en total se produjeron 79.817 unidades.

 ??  ?? Una de las primeras aparicione­s en público del Jaguar E-Type, luego de sus exitosísim­a presentaci­ón en el Salón de Ginebra de 1961. A su lado, posa el número uno de la marca de Coventry, Sir William Lyons.
Una de las primeras aparicione­s en público del Jaguar E-Type, luego de sus exitosísim­a presentaci­ón en el Salón de Ginebra de 1961. A su lado, posa el número uno de la marca de Coventry, Sir William Lyons.
 ??  ?? Arriba, el segundo prototipo que derivó en el E-Type. Se lo denominó internamen­te E1A, por desgracia se destruyó antes del nacimiento del auto de serie, por lo que hay muy pocos registros fotográfic­os. Abajo, el último E-Type, conocido como Series III y presentado en 1971.
Arriba, el segundo prototipo que derivó en el E-Type. Se lo denominó internamen­te E1A, por desgracia se destruyó antes del nacimiento del auto de serie, por lo que hay muy pocos registros fotográfic­os. Abajo, el último E-Type, conocido como Series III y presentado en 1971.
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 ??  ?? Al igual que el Mercedes "Alas de gaviota", el E-Type cuenta con una estructura lateral limitando la altura de las puertas. Subir y bajar de este auto no es de lo más cómodo.
Al igual que el Mercedes "Alas de gaviota", el E-Type cuenta con una estructura lateral limitando la altura de las puertas. Subir y bajar de este auto no es de lo más cómodo.
 ??  ?? Las entrañas del E-Type demuestran que nació como un auto de carreras. La apertura del capó y del baúl, son muy particular­es.
Las entrañas del E-Type demuestran que nació como un auto de carreras. La apertura del capó y del baúl, son muy particular­es.
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