La fórmula Ferguson
Harry Ferguson desarrolló su propio sistema de doble tracción para automóviles y lo adoptó inicialmente en un auto de carreras, el Ferguson P99 Climax, que se convertiría en el único auto con tracción integral en ganar una carrera de Fórmula 1. Si bien la competencia no otorgó puntos para el mundial de 1961, Stirling Moss aprovechó la lluvia y llevó al P99 a la victoria en la Gold Cup disputada en el circuito de Oulton Park, mientras que Jack Brabham llegó segundo con un Cooper... ¡con una diferencia de más de 40 segundos!
Sin embargo, las aspiraciones industriales de Ferguson eran mayores, y por ello intentó vender su desarrollo a la Ford Motor Company. Harry llevó tres Mustang 1965 a sus instalaciones y les adaptó su sistema de tracción integral, con lo que aseguraba un exacto reparto de potencia para ambos trenes. Los Mustang tenían el volante a la izquierda, motor V8 de 289 ci y caja automática. Exteriormente casi no había diferencias respecto de los modelos originales: solo la ubicación de los espejos, sobre los extremos de los guardabarros, y una pequeña insignia en el panel trasero. En el interior tampoco hubo cambios a nivel de equipamiento ni estructural, debido a que el túnel de transmisión no necesitó ser modificado. Si bien el resultado fue excelente, el proyecto no prosperó, pero despertó el interés de Jensen.