El turno de los hormigoneros
La casa escandinava acaba de lanzar una versión a GNC de los camiones destinados al uso del transporte de hormigón. Entrevistamos a Julián Rosso, Jefe de Ingeniería de Ventas de Scania Argentina.
Scania fue incorporando productos con motores a gas natural comprimido (GNC) en gran parte de su gama local, con el firme objetivo de disminuir las emisiones contaminantes y, a su vez, reducir considerablemente el costo operativo de los vehículos.
Con la experiencia de contar desde hace un buen tiempo con buses interurbanos y de media distancia y camiones, que día a día van mostrando sus beneficios a cada vez mayor cantidad de clientes, ahora se propuso incursionar en el rubro de las hormigoneras. Este sector tiene mucha demanda de camiones, tanto para las ciudades como en zonas más extremas de nuestro país. Por ese motivo, para trasladar el material en tiempo y forma, la marca sueca dispone ‒a través de su gama XT‒ de un producto sólido, potente y confiable, que acaba de sumar a esta aplicación una versión impulsada con GNC.
Para conocer más en detalle los beneficios de este novedoso camión, dialogamos con Julián Rosso, Jefe de Ingeniería de Ventas de Scania Argentina.
-¿De qué se trata este nuevo camión destinado al sector hormigonero?
-La primera versión que estamos sacando es un P340 6x4 a GNC para carrozar con una pera de ocho metros cúbicos. Y más adelante tenemos la posibilidad de incorporar versiones de menor porte, que podrían ser las 4x2 para una pera más pequeña. El camión es, en un altísimo porcentaje, análogo a un P320 6x4 Diesel para hormigón. No hay grandes diferencias, porque todo lo que se refiere a las cajas de velocidades, diferencial y la capacidad técnica del Bogie trasero es prácticamente igual, lo mismo que la cabina. Por lo tanto, sabemos que es un camión que funciona muy bien para ese tipo de aplicaciones. Para el caso del GNC, la mayor variación es que se ha incrementado levemente la distancia entre ejes para colocarle los packs de cuatro tubos a cada lado del chasis. Y, por tratarse de una variante más pesada, incrementamos la capacidad del eje delantero y adoptamos neumáticos súper anchos para distribuir mejor el peso.
-¿Cuáles son las principales características del motor?
Se trata de un impulsor de 340 CV con un torque de 1.600 Nm (163,3 kgm), que es el mismo nivel de par que el 320 Diesel, pero con una curva un poco más amplia, ya que
tiene más torque en mayor rango de vueltas.
-¿Qué autonomía brinda este tipo de vehículos?
-Con el tipo de aplicación de este modelo es difícil establecer una cifra concreta, ya que son varios los factores que tienen alta preponderancia en el resultado final, por un lado está el tipo de tránsito por donde se circula y, por el otro, como son vehículos que toman la potencia para hacer girar la moto-hormigonera el consumo tambien se ve afectado. También va a depender de qué distancia se recorre con el vehículo cargado; en ese caso vamos a tener más consumo por el mayor peso, además de la utilización de la toma de fuerza. Por eso diría que un vehículo de estos, en promedio estaría entre 150 y 200 kilómetros de autonomía. Generalmente, en esos casos analizamos qué uso le va a dar el cliente, tomando como referencia cuánto está consumiendo su flota actual. Un camión Hormigonero promedio está en el orden de los 70 litros de gasoil cada 100 kilómetros, y un mixer va a estar entre los 90 y 100 metros cúbicos cada 100 km.
-¿Qué beneficios tiene en cuanto al costo operativo?
-Dependiendo del tipo de operación, estamos en un promedio de ahorro de entre el 25 y el 30 por ciento de ahorro con respecto a los motores Diesel.
-¿Cómo son los plazos de mantenimiento?
-Con respecto a los Diesel, no hay demasiadas diferencias de tiempos ni costos. Por ejemplo, los cambios de aceite son los mismos. Sí cambia el tipo de aceite, ya que este motor es de ciclo Otto, pero eso no quiere decir que sea mas caro, sino que simplemente se trata de un aceite especifico para este tipo de motores. La mayor diferencia en ese sentido, aunque no mucho, es que en el caso del GNC se necesita cambiar las bujías, que es un elemento que el Diesel no posee.
-¿Este es el primer vehículo a gas de la gama XT?
-La gama XT a GNC esta comenzando con esta aplicación, porque de alguna manera es de las más cuidadas para el uso de tanques comparada, por ejemplo, con un volcador, los que son mas suceptibles a usos mas extremos. De todos modos, el hormigonero tiene buenas protecciones que se colocan por encima de los tanques, fundamentalmente de cara a lo que pueden ser salpicaduras de hormigón. A medida que sigamos analizando las oportunidades, seguramente iremos aumentando la gama. Todo esto de una manera muy estudiada para asegurarnos de que estamos ofreciendo algo que represente una ventaja competitiva para nuestros clientes, tanto en materia medioambiental como en lo referido a costos.
-Dentro del rubro del transporte de hormigón, ¿pensaron en algún tipo de cliente específico?
-En realidad esto se pensó para usuarios que hacen transporte de corta distancia; en situaciones donde entrar a la ciudad con un camión siempre es pertubador, con el GNC se logra que sea más amigable con el medioambiente y sustentable en cuanto a las emisiones sonoras.
-¿Ya tuvieron acercamiento a potenciales usuarios?
-Con muchos. De hecho, nosotros tenemos un camión, el primero que se fabricó, que está incluido dentro de nuestra flota DEMO para que el cliente lo tenga y lo pruebe en sus propias operaciones. Hay muchísimo interés de parte de ellos porque los resultados son muy convincentes. Entre otras cosas, lo que queremos transmitir es la tranquilidad de que, si bien el GNC es un desarrollo específico en lo que hace al combustible, no es un camión extremadamente diferente a lo que nosotros comercializamos, ya que comparte gran parte de las piezas con el Diesel, cuya filosofía de diseño es la misma. Por su parte, la red de servicios está perfectamente preparada para atender a este tipo de vehículos.
-¿Qué debe hacer quien quiere probarlo?
-Los interesados simplemente tienen que acercarse a un concesionario y solicitar un turno para poder agendar la prueba, que generalmente se realiza entre una y dos semanas, para de este modo comprobar que todo esto de lo que estamos hablando, realmente se cumple con creces.