Frente a la Justicia, los gendarmes siguen sumando contradicciones
los efectivos desmintieron a uno de sus jefes, que había dicho que nunca estuvieron cerca de los mapuches ni llegaron hasta el río. también que no hubo disparos ni armas 9 milímetros.
La jornada de ayer tuvo una intensa actividad en el juzgado federal de Esquel, donde declararon cuatro efectivos de Gendarmería que participaron del violento operativo de desalojo del 1° de agosto, en Cushamen, donde se vio por última vez a Santiago Maldonado, el joven de 28 años que desde entonces permanece desaparecido.
El cabo Darío Rafael Zoilán, del escuadrón 36 de Esquel, fue uno de los primeros en declarar. Frente al juez federal Guido Otranto y la fiscal Silvia Avila, Zoilán relató que al llegar a la pendiente donde empieza el río Chubut hizo dos disparos al suelo y aseguró que entonces todavía no había visto a dos miembros de la comunidad mapuche que después divisó cruzando el río. En sede judicial, Zoilán aseguró que “no disparó contra ninguna persona” y agregó que “hizo dos disparos intimidatorios”, porque no veía a nadie y pensaba que alguno de los miembros de la comunidad podría estar escondido y tirarle una piedra. Sin embargo, en la entrevista de la investigación interna que hizo la fuerza, Zoilán había dicho que disparó al costado de una de las personas que estaba “entre las ramas, cruzando el río”. El punto no concuerda entre una y otra declaración, aunque Zoilán mantuvo en ambas exposiciones que el hombre, al que describió encapuchado, finalmente cruzó las aguas del río Chubut.
Este cambio en la versión de Zoilán es sólo uno más de una serie de contradicciones que existieron entre lo que declaró el segundo jefe del escuadrón 36 de Esquel, Juan Pablo Escola, y lo que se fue conociendo a medida que avanzó la investigación.
Desde el comienzo del caso, tras conocerse la desaparición de Maldonado, hubo declaraciones de miembros de Gendarmería que negaron la detención del joven y dieron una serie de versiones sobre el procedimiento del 1° de agosto. Varias de esas versiones cayeron esta semana tras escucharse las declaraciones de distintos miembros de la propia fuerza.
Uno de los más vehementes defensores de la postura sobre lo que sucedió hace 46 días fue Escola. En una extensa entrevista al diario Clarín, el gendarme hizo algunas declaraciones que quedaron desarticuladas en las últimas horas.
Escola aseguró: “No íbamos armados con armas 9 milímetros, ningún arma de guerra fue usada”. Sin embargo, esta semana dos efectivos de la fuerza, conductores de un camión y una camioneta, admitieron ante la Justicia que iban armados con armas de ese calibre, algo que está dentro de lo reglamentario, según explicaron fuentes del caso a PERFIL.
“Nunca estuvimos a menos de 40 metros. Tampoco me esperaba que corrieran hacia el río, pensé que se iban a escapar por los costados. Iban rápido, no les seguíamos el paso. Nuestro equipo pesa unos 7 kilos en total, ¿cómo íbamos a hacer para capturarlos?”, se preguntó Escola. Sin embargo, varios de los testimonios que se fueron recibiendo en la in-