Poner en marcha el ministerio y fortalecer la cobertura universal, los desafíos de rubinstein
el nuevo ministro de salud deberá atender problemáticas como el riesgo de una epidemia de dengue, el creciente gasto en medicamentos y la mortalidad infantil. Denuncian que hubo un “vaciamiento de técnicos”.
Era uno de los principales candidatos a emigrar del gabinete por los problemas de gestión. Finalmente, esta semana Jorge Lemus fue desplazado de su cargo como ministro de Salud de la Nación por pedido del presidente Mauricio Macri. Lo reemplazará en veinte días Adolfo Rubinstein, quien hasta ahora se desempeñaba como secretario de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos, y era el virtual número dos del ministerio.
Este médico graduado de la Facultad de Medicina de la UBA y fundador del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), deberá enfrentar varios desafíos. El primero tiene que ver con la llegada del período estival, el alto índice de infestación de mosquitos y con ello el riesgo de una epidemia de dengue y/o zika. Tras el recorte de fondos, el gobierno de Misiones está reclamando al ministerio una mayor partida presupuestaria para llevar adelante las acciones necesarias de control y prevención del Aedes aegypti. Cabe recordar que en 2016, Misiones sufrió una de las peores epidemias de dengue de la historia, con 13.700 casos confirmados.
Otro de los desafíos –históricos–, es superar la fragmentación e inequidad del sistema de salud argentino. En este sentido, trascendió que uno de los ejes de la gestión de Rubinstein será fortalecer el programa de Cobertura Universal de Salud (CUS) que busca “dar cobertura total a los 14 millones de personas que no tienen una formal, como lo son las obras sociales, la medicina privada o el PAMI”.
Repercusiones. “Hay que apoyar a Rubinstein. Encuentra un ministerio devastado”, escribió en Twitter Ginés Gonzalez García, presidente de la Fundación Isalud. Consultado por PERFIL sobre sus declaraciones, el ex ministro de Salud de la Nación durante el gobierno kirchnerista explicó que la cartera sanitaria “fue vaciada técnicamente”. “Lemus echó a buenos técnicos, a los jefes de programas” y puso como ejemplo el desplazamiento de Carla Vizzoti al frente de la Dirección de Enfermedades Inmunoprevenibles. “Además, por tercer año consecutivo hubo una reducción del presupuesto”, sostuvo. Para González García, el nuevo ministro deberá recomponer la relación de confianza con las provincias. “Los trabajadores están abandonados, se sienten desmotivados”.
Por su parte, el médico sanitarista José Carlos Escudero, profesor extraordinario consulto de la Universidad Nacional de La Plata manifestó que existen tres temas en salud que le preocupan. “El primero tiene que ver con la mortalidad infantil. Este índice venía bajando regularmente en el país. Inclusive tras la crisis de 2001 –cuando subió un poquito– siguió bajando. En 2015 llegamos a tener por primera vez una tasa de mortalidad infantil de un sólo dígito. Pero en la Ciudad de Buenos Aires, que tiene un buen sistema de estadísticas y ademas recursos, la mortalidad infantil aumentó. Esa es una señal de alarma muy seria”, opinó Escudero, profesor emérito de la Universidad Nacional de Luján.
“Otro problema con el que se va a enfrentar Rubinstein es que el porcentaje de gasto en medicamentos sobre el gasto total en salud está aumentando. Se está gastando en medicamentos tres puntos del PBI, una barbaridad, lo cual genera falta de control, iatrogenia y poca solidaridad social (cuanto más bajo el nivel socioeconómico de la población, más aumenta el gasto de bolsillo de medicamentos)”, señaló.
Por último, alertó sobre la distribucion del ingreso. “Está aumentando la brecha de los deciles de la población con mayores y menores ingresos. En términos absolutos se están observando casos aumentados de desnutrición, cada vez mayor demanda a comedores”.