Weinstein y Hughes
El nombre de Harvey Weinstein fue mencionado en los medios en los últimos días a raíz de denuncias hechas por varias mujeres que alegaron haber sido abusadas sexualmente por él, lo que a su vez originó declaraciones de otras mujeres que revelaron casos pasados de acoso por parte del famoso productor. La trascendencia de estos episodios le ocasionó problemas legales, incluyendo la separación de su esposa, su despido de la compañía que integraba y su eliminación como socio de la Academia de Artes Cinematográficas.
Entre tantas películas en las que intervino Weinstein como productor ejecutivo figura El aviador, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio, una biografía de Howard Hughes que, casualmente, era (hasta ahora) el productor de Hollywood más identificado por sus relaciones amorosas con una larga lista de actrices: Ginger Rogers, Ava Gardner, Katharine Hepburn, Jane Russell, Faith Domergue, Gene Tierney, Janet Leigh y Terry Moore fueron algunas de las que se comentaba que habían sido vistas con Hughes en lugares públicos. Sin embargo, en ningún caso hubo comentarios de que hubieran sufrido maltratos por parte de Hughes. En realidad era común en aquellos años que productores y actrices de Hollywood frecuentaran clubes nocturnos para ser vistos y promocionarse. En ese contexto podía darse que algún productor hiciera propuestas indecentes a artistas para favorecer su carrera, pero por lo general eso se mantenía oculto. En el caso de Hughes, si tuvo alguna vez problemas legales fue por evadir impuestos y por haber matado a un hombre cuando conducía borracho, pero no por su comportamiento con sus conquistas femeninas.
Podría suceder que luego del caso de Harvey Weinstein cambie el enfoque del preocupante problema del acoso, que puede suceder no sólo en el espectáculo sino en cualquier ámbito. De hecho, en estos días ya hubo denuncias retroactivas contra los actores Dustin Hoffman y Kevin Spacey, quienes al menos se han disculpado públicamente.
En nuestro medio artístico se rumoreaba que el acoso se daba ocasionalmente en el teatro de revistas, pero nadie lo denunciaba. Una leyenda urbana decía que a un productor (ya fallecido) lo llamaban Campanita, como el hada de Peter Pan, que echándoles polvos mágicos a los humanos los hacía volar. Ese productor, se decía, hacía ascender a las coristas gracias a los polvos.