Roban 5 mil celulares por día
Cifras nacionales que preocupan. Cómo prevenirse de los “canguros” en los medios de transporte.
El caso de Brenda Bigiatti, la estudiante que cayó del tren cuando le arrebataron su teléfono, se repite con frecuencia. El 16% de los hechos ocurre en el transporte público.
Si bien no hay estadísticas oficiales, se estima que en el país se roban 4.800 celulares por día y, aunque el número disminuyó (antes giraba en torno a los 5.200 diarios), es la principal preocupación –en cuanto a la densidad del delito– en el ámbito de la seguridad del gobierno porteño (ver aparte). Una encuesta de victimización realizada por la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (Catema) en el AMBA (la Ciudad de Buenos Aires y cuarenta municipios de la Provincia de Buenos Aires) revela que el 52% de los robos de celulares se da en la calle, y 16% en el transporte público, escenario de las más arriesgadas maniobras por parte de los arrebatadores. El delito, muy común en la Ciudad, está vinculado también a la actividad de motochorros.
El caso de Brenda Bigiatti (26), la estudiante de medicina
Para bajar el delito, proponen crear una “lista blanca” en la que estén registrados
todos los IMEI
que fue internada en grave estado luego de caer en el andén del Ferrocarril Belgrano Norte al intentar seguir a un hombre que le había arrebatado el celular en el tren, dio un mayor impulso a la propuesta de Catema: la creación de una “lista blanca” en la que estén registrados los IMEI, los números de Identidad Internacional de Equipo Móvil, una especie de patente que llevan los aparatos de telefonía celular.
La medida fue implementada por Chile en septiembre pasado y “consiste en hacer una base datos de los IMEI, de todos los equipos que son fabricados en el país y de los que son comprados por los usuarios en el exterior”, explica Hernán Polivik, vicepresidente de Catema a PERFIL. Es decir, una base de datos central de todos los dispositivos móviles. Si un IMEI no está registrado, el aparato no podrá hacer o recibir llamadas ni usar la red móvil.
Catema considera que la