A 10 años del enfrentamiento entre el kirchnerismo y el campo
El 12 de marzo de 2008 las cuatro entidades rurales decidieron ir al
en contra de la medida del gobierno de CFK sobre las retenciones.
El kirchnerismo venía de ganar con comodidad las elecciones presidenciales de 2007 y empezaba su segunda gestión al ocupar los principales despachos de Casa Rosada. Aunque esta vez, el sillón presidencial no lo ocupaba Néstor Kirchner sino su esposa, Cristina Fernández de Kirchner. De esta manera, la luna de miel que el Ejecutivo había tenido con los grandes medios nacionales se prolongaba, a pesar de las primeras denuncias por corrupción que habían publicado algunos diarios. Entre ellos, PERFIL.
En esa época, en Córdoba -vaya paradoja-, algunos opositores tardíos proyectaban el tren bala que impulsaba Ricardo Jaime para esta región.
Sin embargo, cuando todo parecía transitar por las vías de la sintonía fina entre los medios y el Gobierno, llegó el momento que cambió para siempre la relación entre el kirchnerismo con algunos actores de poder.
El ministro de economía, Martín Lousteau, anunciaba las modificaciones en torno a las retenciones a los granos y hacía detonar la relación. No solo con los medios, sino también con algunos sectores de la clase media que, influenciados por una agenda mediática en contra, se empezaron a distanciar del modelo.
La resolución se conoció el miércoles 11 de marzo y afectaba principalmente a los sojeros, con un esquema de retenciones móviles dependiente del valor internacional del grano. Con el boom mundial del commoditie, el equipo económico se confió con la reacción de un sector que terminó impulsando una crisis de desabastecimiento de algunos productos a lo largo de cinco meses, hasta la noche del voto “no positivo” de Julio Cobos en el Senado.
El golpe se acusó dos días más tarde, el viernes 14 con el primer corte en el ingreso de Ruta 9 Sur y Circunvalación; pero luego se extendió a piquetes en lugares que fueron escenario para móviles de televisión nacional durante días: Sinsacate, Alto Fierro, Laboulaye, La Carlota, Río Cuarto, Marcos Juárez y San Francisco. Desde esas escenografías, con camioneros enfrentados a productores en 4x4 y con la oreja pegada a la radio, se escuchó cuando la expresidenta definió a la soja como “un yuyo”, cuando habló de la protesta como “piquete de la abundancia” y cuando el exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, amenazó desde un palco a Lousteau, su compañero de gabinete, pasándose la mano por el cuello.
La provincia, una de las principales productoras de soja del país, también se vio alterada en el plano de la política, además de la economía. El empresario Roberto Urquía, dueño de Aceitera General Deheza (AGD), hacía meses que había llegado al Senado a raíz de su buena sintonía con la Nación y con el PJ provincial. Meses más tarde, el concepto de Urquía en Balcarce 50 era totalmente distinto.
En territorio cordobés, la salida de José Manuel de la Sota de su segundo mandato ponía a Juan Schiaretti en el foco de todas las miradas, al iniciar su primera gestión. Su antecesor, que había dicho que se alejaría de la política por un tiempo, reapareció de manera desesperada; con un gesto que pasó sin afectar -una vez más- la alianza entre los dos dirigentes.
En la oposición, Luis Juez venía de perder la elección de manera polémica y, sin un cargo, se distanciaba de su aliado y sucesor, Daniel Giacomino, por aquellos días al frente del Municipio y quien empezaba a tender lazos hasta convertirse en “soldado de Cristina”, según su propia definición. De todas maneras, esto no esmeriló a Juez que mantuvo reuniones con todos los actores nacionales, desde Julio Cobos hasta Eduardo Buzzi, el carismático líder de la Federación Agraria, presencia mediática que le posibilitó al exintendente ganar la elección legislativa de un año más tarde y convertirse en senador nacional.
Así, la 125 terminó cambiando el tablero de un proyecto que a pesar de todo se extendió tres mandatos y que, a partir de aquella decisión, tuvo enfrente a todas las corporaciones, lo que para muchos fue la piedra basal de “la Grieta”.