“El aborto es un claro problema de salud pública”
La diputada por la UCR Brenda Austin, es una de los cuatro congresistas por Córdoba que se manifestó a favor de la despenalización del aborto y que tuvo un gran protagonismo esta semana de la presentación formal del proyecto. Austin se manifiesta optimista en cuanto a las posibilidades de convencer a quienes se pronunciaron en contra del proyecto: “Con los argumentos sobre la mesa y una mirada puesta desde la salud pública, tengo confianza en que pueden revisar su posición. Hay que romper con la falsa dicotomía que pone de un lado a los que defienden el aborto y del otro los que defienden la vida. Los que trabajamos por la legalización del aborto en la Argentina, lo hacemos con la convicción de que es la mejor herramienta para proteger la vida, para que el Estado se haga presente, trabaje a través de políticas activas de educación sexual integral, provea anticonceptivos y, fundamentalmente, garantice que las mujeres no mueran en abortos clandestinos. Esa sigue siendo la principal causa de muerte de mujeres gestantes, es claro que es un problema de salud pública y que la penalización fracasó. Lo que va a aportar el debate es un entendimiento de que lo que se antepone al aborto legal no es el derecho a la vida sino a la ilegalidad, el aborto clandestino”.
—En Córdoba, el Tribunal Superior de Justicia debe pronunciarse en lo inmediato sobre el bloqueo del Protocolo de Aborto no Punible. ¿Crees que la discusión que se está dando influenciará en la decisión del Tribunal?
—No lo sé, pero en el escenario actual todo juega. Así como en el Congreso influyen las movilizaciones masivas de mujeres, me parece que la Justicia no puede mirar para el otro lado. De todas maneras, desconozco qué decisión tomará. Lo que sí, el TSJ debería, como mínimo, tomar en consideración el fallo de la Corte Suprema, porque así lo manda nuestro sistema constitucional. Lo importante es que entiendan la urgencia y la premura en expedirse, cada día que se demoran hay mujeres que no es que no deciden abortar, sino que acuden a los espacios clandestinos poniendo en riesgo su vida.