¿Se baja uno?
En los bares cercanos a la Legislatura esta semana se comentó que hay un nombre que sonó, que no llegó a convertirse en candidato y que estaría prácticamente descartando jugar en la carrera rumbo a El Panal para el 2019. Se trata, ni más ni menos que de Eduardo Accastello, el candidato K en las provinciales del 2015 y a quien, tras dejar su cargo en la intendencia de Villa María, le llovieron las causas. En el peronismo provincial, precisamente, creen que son las causas que hoy duermen en Tribunales las que podrían activarse si se le ocurre renovar su sueño provincial. A quien le puede surgir un problema es a Martín Gill, sucesor de Accastello en Villa María y de muy buena relación con los principales despachos del Centro Cívico. Gill, que esta semana estuvo comiendo en una parrilla de La Cañada, sabe que su ex padrino tiene ganas de volver al Ejecutivo municipal en el sudeste. Lo que pondría en riesgo las intenciones de reelección de Gill.