Amenazas y denuncias entrelazan la renuncia de Hak y el faltante de armas
El abogado Marcelo Touriño habla de un “error de cálculo” del exsecretario de Seguridad al entregar a su padre para que lo investigue la Justicia. Tampoco vio los supuestos vídeos.
La renuncia del exsecretario de Seguridad, Diego Hak, y la denuncia judicial que presentó el abogado Marcelo Touriño el martes último por un faltante de 1.500 armas policiales podrían escribirse como dos capítulos de una misma trama. Resumen la secuencia de varios hechos que implosionan en una de las áreas más sensible del Gobierno y cuyo desenlace es aún imprevisible.
En diálogo con PERFIL CORDOBA, Marcelo Touriño dijo que recibió amenazas de Hak hace, aproximadamente, dos meses. A través de un tercero le llegó el siguiente mensaje: “H. de P. Yo tengo anticuerpos”.
Consultado sobre el significado que le atribuyó a la advertencia, el letrado estimó que le habría comunicado que manejaba la Policía y la Justicia y que por eso él era inmune. Este hecho no fue denunciado.
El segundo mojón de los sucesos fue un asalto a la casa de Carina Cravero, la mujer que, con patrocinio de Touriño, denunció a su ex esposo, Luciano Merino, por haber cobrado sobreprecios en la obra del nuevo Puente La Calera. Si bien la presentación apuntó a la empresa de la familia Merino, de manera indirecta salpicó al intendente de esa localidad y exfuncionario provincial, Rodrigo Rufeil.
El viernes 22 de junio, la vivienda de Cravero fue “saqueada” según el relato de Touriño.
“Se llevaron todos los elementos tecnológicos: computadoras, pendrive, cámaras. Dejaron dinero tirado en un claro mensaje mafioso”, afirmó y consultado sobre si sospecha que se liberó la zona, responde: “Defiendo a mi clienta y hago responsable a Hak por ese hecho”, advirtió el abogado.
La denuncia fue radicada en una fiscalía de Villa Carlos Paz.
El tercer episodio fue la denuncia de Diego Hak contra su padre por presunta connivencia con el submundo del narcotráfico. La presentó y la anunció el mismo día, al tiempo que difundía por todos los medios su pesar por el hecho y su decisión de tomar licencia. Fue el 3 de julio. Él mismo se encargó de mencionar la existencia de videos que comprometerían a su padre Ricardo “Coco” Hak. La licencia duró dos días. Al tercero renunció. El video señalado está en manos del fiscal del Fuero Antinarcotráfico, Sebastián Romero.
Para Touriño, la denuncia del exsecretario y su renuncia obedecieron a un error de cálculo: “Hak cometió un parricidio al entregar a su propio padre y luego causó su propio suicidio político”. Según el letrado, el error fue creer que la respuesta a la amenaza del mes de mayo sobrevendría a través de los videos filmados por empresarios de la noche, cansados de pagar peaje para que les liberen la zona. Y que esos videos estaban en poder de Touriño.
Pero el letrado, a quien desde el gobierno tildan de “servicio de inteligencia” –y él promete contraatacar a esa acusaciónse convirtió en el centro de la escena el martes último a partir de otra presentación que formalizó en tribunales.
Pidió a la Justicia que investigue la presunta decisión deliberada del jefe y subjefe de la Policía, Gustavo Vélez y Gustavo Folli, junto al exsecretario Hak, de no recibir un informe que revelaba el faltante de 1.500 armas.
El inventario fue presentado a las autoridades el 24 de noviembre del año pasado. El contraataque que esperaba Hak no fue finalmente a través de los videos que se convirtieron en un boomerang. En realidad, la herida que tanto esperó llegaría horas después pero por la denuncia del escándalo de las armas. Esa es la lectura que ofrece Touriño.
¿Existen los videos? El letrado aseguró desconocer su existencia y contenido. Sin embargo, fuentes consultadas admitieron a este diario que existen, que son cámaras ocultas de unos 30 minutos en las que se observa, en diferentes días, al padre de Hak recibir y contar dinero cuyo destinatario sería su hijo, Diego. Los videos no fueron presentados aún en la Justicia. Quizás lleguen si avanza la investigación por la denuncia de los hermanos Moyano contra del secretario renunciado, su padre y Alfredo Magallanes quien lo secundaba en Seguridad y también dimitió.
Esta denuncia fue derivada por la Fiscalía General a la fiscal Anticorrupción de Feria, Milagros Gorgas.