Córdoba integrará una prueba piloto mundial en desarrollo sostenible
Junto a las ciudades de Bonn y Kitakyushu y las regiones de Flandes y Syddanmark participará de un Programa de Territorialización de los Objetivos de la Ocde.
Es un tema que no gana fácilmente espacio en las agendas de los medios y ni siquiera en la de los factores de poder. Sin embargo, el hecho de que la Provincia de Córdoba haya sido elegida como parte de un programa piloto para desembarcar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que definió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) es un tema de relevancia. Explicado llanamente: es una ventana de oportunidad que se abre para que la provincia aprenda a diseñar un modelo de desarrollo local en el que confluyan la sustentabilidad económica, social y ambiental.
En el 2015 la Argentina adhirió a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que está en marcha globalmente. Desde entonces, viene trabajando sus objetivos con el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS) como vertebrador de las estrategias (Ver aparte “Objetivos nacionales”). Ahora, bajo el paraguas de esa adhesión nacional a los ODS 2030, la provincia de Córdoba fue el único estado subnacional de toda América elegido para “territorializar”, “localizar” o “desembarcar” a escala provincial las metas de desarrollo que tienen su correlato a nivel macro-nacional.
Este viernes en la sede de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, se formalizó el ingreso de Córdoba al Programa de Territorialización de los ODS mediante la exposición que hizo la secretaria general de la Gobernación, Silvina Rivero, sobre la propuesta provincial para iniciar el camino hacia el desarrollo sustentable. Previo a este paso el gobernador Juan Schiaretti había firmado, en abril pasado en París, el convenio de participación con autoridades de la Ocde. Junto a Córdoba formarán parte de esta experiencia piloto las ciudades de Bonn (Alemania) y de Kitakyushu (Japón), y las regiones de Flandes (Bélgica) y de Syddanmark (Dinamarca).
¿Qué implica el proceso? Los ODS, que entraron en vigor en enero de 2016, son un conjunto de objetivos, metas e indicadores de aplicación universal que fijan resultados cuantitativos en tres dimensiones -social, económica y ambiental- del desarrollo sostenible.
Al abordar cuestiones críticas relativas a la sostenibilidad (tales como pobreza, cambio climático, desigualdad, desarrollo económico y protección de los ecosistemas) los ODS serán implementados en todos los países y en las diferentes escalas territoriales. Vale decir: es una agenda que asumieron los gobiernos nacionales para generar políticas de Estado macro, pero que también podrán adaptar a sus niveles de responsabilidad, las provincias y los municipios. Es más, según la Ocde, “las provincias, ciudades y asentamientos urbanos serán
clave para alcanzar los ODS mundiales, puesto que más de la mitad de la población mundial ya vive en las ciudades”.
Para la cultura política y burocrática local y la dinámica de gestión de las decisiones de Estado, el hecho de aprender a localizar los ODS será un hecho francamente disruptivo. Lo advierten los cuatro pasos fijados en el Manual Sobre Cómo implementar los ODS en las Ciudades, elaborado por Sustainable Development Solutions Network, una iniciativa de la ONU. Allí se advierte que el gobierno provincial deberá propiciar: 1- Un proceso inclusivo y participativo. Ello incluye generar conciencia sobre los ODS a nivel local, creando el marco para el debate y el involucramiento de las diversas partes interesadas y priorizando el desarrollo sostenible a través de un sólido liderazgo político y acuerdos de gobernanza integrada. 2- Fijar una agenda local medible y realizable. La localización de los ODS es clave para asegurar que ninguna persona ni ningún lugar queden rezagados en el desarrollo de un futuro más sostenible. Es menester que las ciudades adapten los ODS globales a una agenda ambiciosa pero también realista, a través de la toma de decisiones fundadas que cuenten con el respaldo y las aportaciones del público. 3- Planificar y cumplir con la implementación de los objetivos. Se requiere una planificación con perspectiva multisectorial a largo plazo y que esté respaldada por capacidades de implementación y recursos financieros adecuados, y por alianzas entre las diversas partes interesadas. 4- Monitorear los avances
alcanzados. Son imprescindibles sistemas de datos desglosados para medir el avance local en los indicadores de los ODS y para verificar la eficacia de la implementación del programa.
En el marco de una realidad en la que aún resta saber si la Provincia y la Nación se pondrán de acuerdo por el Presupuesto 2019, y en donde la Provincia y los intendentes deben acordar un modelo de coparticipación equitativo y de largo plazo, que una instancia de gobierno ingrese a un proceso de aprendizaje de aplicación de los ODS surge como un aliciente y un alivio para el ciudadano de a pie que, todavía, espera resultados.