Qué cambia con la nueva ley
Hace pocos días el Congreso de la Nación sancionó una nueva ley de trasplantes de órganos, (la ley “Justina”) que avanza en la estrategia de donante presunto, que ya estaba incluido en la norma anterior vigente en el país desde diciembre de 2005 (N° 26.066, modificatoria de la ley 24.193), aunque con algunas diferencias.
Para Marcial Angos, esta ley es superadora de la anterior, ya que es integral, actualiza aspectos que necesitaban ser revisados y agrega otros como capacitación y concientización.
“En el caso puntual de la donación, al igual que la norma anterior, prevé que toda persona mayor de 18 años que no se haya manifestado de forma negativa, es donante de órganos”, precisó.
“Así, antes de 2006 se pedía el consentimiento de la familia; y después del cambio de la ley y hasta ahora, se consultaba a los familiares la voluntad del fallecido. Ahora, cuando empiece a regir la nueva norma, el personal interviniente deberá verificar como disponga la reglamentación, si el fallecido no se expresó de manera negativa. Y si no está registrado como no donante, se le informará a la familia que es donante”, explicó Angos.
“Esto le saca a los familiares la carga de tener que decidir por su ser querido”, dijo el médico, quien aseguró que, en cualquier caso, seguirá existiendo la comunicación con la familia.
Para Cristina Gómez, con más de 20 años de experiencia en procuración en el Urgencias, “la intención es buenísima y ya poner el tema en debate ayuda a que prenda”. “Pero la solidaridad no se impone”, advirtió.
“Y es que en terreno, cuando nos enfrentamos con el dolor de los familiares, puede ser complicado solo informar, porque las emociones existen y ellos demandan tener participación en la decisión”, dijo. “Por eso creo vamos a seguir explicando todo con mucha paciencia y contención. Y si se niegan, habrá que ver qué herramientas nos da la reglamentación, quizá la intervención de la Justicia, porque los médicos no podemos enfrentarnos con los familiares”, señaló.