El PP elige como líder a un halcón derechista para suceder a Rajoy
El Partido Popular (PP) inició ayer una nueva era con la elección del joven economista y abogado Pablo Casado como presidente y sucesor de Mariano Rajoy, que dirigió la formación conservadora durante 14 años hasta renunciar el mes pasado tras ser destituido como jefe de Gobierno español.
Ca- sado es un joven halcón que pro- pugna mano dura con los separatistas catalanes y una agenda neoliberal en lo económico.
El nuevo líder de la derecha española, un diputado de 37 años, carece de experiencia de gobierno, pero se fogueó como responsable de Comunicación del partido desde 2015 y, previamente, como colaborador del ex presidente del Gobierno José María Aznar.
Casado consiguió el voto de más de un 57% de los 3.082 delegados reunidos en un congreso extraordinario del PP en Madrid y superó a la otra candidata, la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, tras una dura campaña marcada por las acusaciones cruzadas y videos difamatorios.
Considerada desde hacía años como futura líder del PP, Santamaría se vio lastrada por su papel de “número dos” en el gobierno de Rajoy.
El ex vicesecretario de Comunicación del PP se hizo así con el liderazgo del partido más votado de España e iniciará una nueva etapa con tres retos centrales: encabezar la oposición al gobierno del socialista Pedro Sánchez, iniciar la renovación del PP y devolver relevancia a un partido golpeado y dividido.
Tiene 37 años, trabajó con Aznar y rechaza diálogar con los separatistas
catalanes
“Al futuro no se le espera sentado, al futuro se le sale a conquistar”, avisó en su último discurso antes de la votación en el congreso extraordinario del PP. “España nos necesita más que nunca, más fuertes y más unidos”.
La elección de Casado supone un relevo generacional para los populares. El nuevo líder tiene un año menos que Albert Rivera, líder de Ciudadanos y gran rival en la centroderecha, que en los últimos años le “robó” al PP muchos de los tres millones de votos perdidos entre 2011, cuando Rajoy ganó con mayoría absoluta, y las últimas elecciones generales de 2016.
En los últimos meses y con especial ahínco durante las primarias del PP, el sucesor de Rajoy no dejó de defender una política de mano dura contra el separatismo catalán, al que pide combatir “sin ningún tipo de complejo”.
“El diálogo no cabe con quien quiere romper la legalidad”, repitió y exigió recuperar en el Código Penal el delito de convocatoria ilegal de referéndum.
En cuestiones de sociedad mostró también un perfil conservador: fustigó el proyecto del actual gobierno socialista de despenalizar la eutanasia, tachó de “demagogia” su apertura a la acogida de migrantes en el Mediterráneo, y defendió el retorno a una ley del aborto de los años 80, más restrictiva que la actual.
“Yo no quiero comentar lo que pasa en España, quiero decir lo que tiene que pasar en España. Tenemos que volver a liderar esta sociedad, lo merecemos”, reclamó Casado, que prometió “ilusión, pero también renovación. Una renovación tranquila, constructiva, de futuro, un cambio de etapa, contando con todos”, concluyó en su discurso tras haber sido elegido líder del PP.