Una definición judicial que podría reabrir el caso Skanska y una denuncia contra Freiler
sistema. “Con esto se puede reabrir el enriquecimiento de Cristina Kirchner, pero ¿quién le garantiza a Mauricio Macri que cuando se vaya no van a ‘voltear’ su sobreseimiento o el de Gustavo Arribas?”, señalan fuentes judiciales a PERFIL. Por lo pronto, los camaristas Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens deben resolver si se aplica la “cosa juzgada írrita” en Skanska, el primer escándalo de corrupción K, y el enriquecimiento ilícito de Eduardo Freiler. Una curiosidad: Freiler integraba la Sala I de la Cámara que ahora analizará su caso, pero fue destituido el año pasado por sospechas sobre su patrimonio. Mientras era camarista, un fallo dijo que sus bienes estaban justificados, pero el abogado Ricardo Monner Sans planteó la figura de cosa juzgada írrita y, sin mencionar esa expresión, el juez Sebastián
Ramos reabrió la investigación. Si la Cámara se lo confirma, Freiler quedará a tiro de una indagatoria.
En Skanska también aparece Freiler: junto a otro juez, en 2008, anuló como prueba una grabación en donde un gerente reconocía que habían pagado coimas a funcionarios en la ampliación de gasoductos. Con otros tiempos políticos, Casación validó el audio, el fiscal Carlos Stornelli pidió la “cosa juzgada írrita” y el juez Sebastián Casanello procesó a Julio De Vido y los sobreseídos, que apelaron a la Cámara.