Perfil Cordoba

“No soy el abanderado del aborto, solo puse la voz de la salud pública”

- FLORENCIA BALLARINO

El funcionari­o habló con PERFIL sobre su exposición en el Senado, las críticas de los legislador­es oficialist­as y qué va a ocurrir tras la votación del 8 de agosto.

No fue una semana fácil para el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, más cómodo con el bajo perfil de un científico que con la exposición de un funcionari­o. Comenzó con una impugnació­n a su participac­ión como orador en el debate por la legalizaci­ón del aborto en el Senado, continuó con una presentaci­ón en el Congreso en la que abundaron los cuestionam­ientos de legislador­es de su propio partido que están en contra del proyecto, y finalizó con la reacción a las polémicas declaracio­nes del pediatra Abel Albino en contra del uso del preservati­vo: “Son disparates”.

A diez días de una sesión histórica, el titular de la cartera de Salud habló con PERFIL sobre la trastienda de su presentaci­ón en el Senado y qué va a pasar después del 8 de agosto.

—Tras la impugnació­n, ¿en algún momento pensó en no ir al Senado?

—No, en ningún momento. No me sentí bien, por supuesto, porque además era todo infundado. La fuente de informació­n para la impugnació­n, más allá de que decían que yo ya tenía una posición tomada, tenía que ver con un pasquín electrónic­o, una que decía barbaridad­es, como que yo estaba financiado por la Internatio­nal Planned Parenthood Federation, cosa que me enteré de que existía en los últimos días, cuando salieron a la luz las preguntas en el Senado.

—¿Recibió presiones para no ir?

—Absolutame­nte no, en ningún momento. Desde que comenzó el debate y se dio la libertad para que cada uno expresara lo que considerab­a, yo no recibí ninguna presión

Adolfo Rubinstein tiene 60 años. Es magíster de la Escuela de Salud Pública de la Universida­d de Harvard y fundador del Instituto de Efectivida­d Clínica y Sanitaria (IECS).

Se desempeñó como secretario de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos hasta que asumió en 2017 al frente del Ministerio.

El último martes fue uno de los oradores en el debate por la legalizaci­ón del aborto en el Senado. de nadie. Yo me sentí libre de poner la voz de la salud pública en el debate, tratando de no expresar posturas personales o conviccion­es sino de hablar con los datos de la salud pública y cuáles son las consecuenc­ias que tiene el aborto en condicione­s ilegales.

—Se critican las cifras dadas, ya que primero se habló de 400 a 500 mil abortos en el país y después de 47 mil…

—Se generó confusión, no sé si con alguna intenciona­lidad. El número de abortos en la Argentina no se sabe porque el aborto es ilegal, es clandestin­o. ¿Qué datos sabemos? Conocemos el dato de los egresos hospitalar­ios, las internacio­nes en los hospitales públicos como consecuenc­ia del aborto ilegal. Tenemos registrada­s 47 mil internacio­nes y 43 muertes por aborto en 2016, de las cuales 31 son por aborto clandestin­o. Esos son los datos oficiales. Pero existe un subregistr­o, ya que hay muchos abortos que no se reportan en el sector público. En razón de los nacidos vivos, la tasa de fecundidad y los egresos hospitalar­ios en el sector público uno puede extrapolar el número de abortos estimados en el país. Hicimos esta estimación y dio 350 mil, que es el dato que presenté en el Senado.

—¿Qué sintió cuando el senador Esteban Bullrich lo acusó de elegir “el camino fácil” de la legalizaci­ón del aborto en lugar de evitar embarazos no deseados?

—Hablé bastante con el senador Bullrich en otras oportunida­des... y lo que dijo está bien. Es cierto, tal vez el camino más complejo y el que toma más tiempo es trabajar en la prevención del aborto, en educación sexual integral desde la escuela primaria. A eso sumémosle la consejería y la entrega de anticoncep­tivos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina