El costo de los sobornos: US$ 36 mil millones
Dos investigadores del Conicet y profesores de la UBA calculan que con coimas del 20% en la obra pública, en una década se perdió un 6% del PBI, similar al déficit fiscal total de hoy.
La corrupción es un fenómeno endémico e inherente a las economías capitalistas modernas que, en distintos niveles, trae efectos nocivos sobre el desempeño económico de los países, su desarrollo y el bienestar de su población. Los recientes acontecimientos en Argentina no son sino una nueva manifestación de un problema socioeconómico e institucional de larga data: cuadernos, bolsos, aportes a campañas, tráfico de armas, pollos, medicamentos, leche podrida y tantos ejemplos son apenas el telón de fondo de una historia que trasciende los meros efectos inmediatos que su conocimiento público puede tener en el sistema político, la opinión pública, los mercados de activos, la inversión y la actividad económica sobre el crecimiento a largo plazo. Algunos economistas y académicos como Daron Acemoglu, Thierry Verdier o Samuel Huntington afirman que podría ser positivo: la corrupción ayudaría al sector privado a superar barreras burocráticas para concertar sus negocios, a mitigar la provisión ineficiente de servicios públicos y a suavizar la rigidez legal que obstaculizan la inversión, especialmente en países con instituciones frágiles.
Otros economistas como Murphy, Shleifer y Vishny o Andrew Rose sostienen que la corrupción reduce inequívocamente argumentan que el efecto podría ser ambiguo dependiendo de la fragilidad o fortaleza de las instituciones de los países, su nivel educativo, y cómo la corrupción influencie el nivel y crecimiento de la inversión pública y el déficit fiscal. Estudios recientes para países del centro y este de Europa se orientan en este sentido.
¿Qué dicen los datos? Primero, es dable aclarar que resulta difícil medir la corrupción. Existen diversos índices como el de Transparencia Internacional o el de la guía de riesgo país internacional (ICRG), que son mediciones basadas en percepciones subjetivas seguir testeando. Finalmente, ¿cuánto cuesta la corrupción al crecimiento?
Resulta complejo dimensionar la magnitud de la corrupción en Argentina. Algunas dimensiones directas e indirectas podrían ser:
El sobreprecio en obras públicas. Suponiendo que las coimas hayan sido de solo el 20% de la obra pública y suponiendo un promedio de 3% del PBI en inversión pública por año, la corrupción habría costado en una década un 6% del PBI actual, alrededor de US$ 36 mil millones de dólares, equivalente al déficit fiscal total de hoy. del gasto en inversión, así como la pérdida de calidad e ineficiencia de estas.
Sobreprecio en los contratos del sector público con proveedores del Estado. Se destaca el conocido caso de las importaciones de gas, que han implicado no solo un sobregasto y por lo tanto una sobredimensión de la contabilización del gasto, sino también ha afectado el balance de divisas en años en que Argentina tenía un importante cuello de botella en su sector externo.
Sobrefacturación de importaciones del sector público. El déficit energético provocado en parte por las políticas de faltas de incentivos a la oferta interna pero también en el sobreprecio y sobrefacturación de importaciones de gas, como el ejemplo más conocido. El mecanismo de sobrefacturación de