Reforma que no fue
Para de Diego, el Gobierno desperdició una buena chance de encarar una reforma laboral integral, que motorice el empleo: “La reforma laboral que se pensó era caótica, con soluciones parches. Hay que pensar en una reforma laboral armónica y contemplando las nuevas formas de trabajo. Tiene que ser atractiva para generar más empleo y más empleabilidad y no para que los sindicatos estén en pie de guerra. Por ejemplo, la polivalencia funcional o incluir algunos artículos sobre home office. Eso ni se pensó. Hay que hacer una reforma laboral integral, sin degollar derechos de los trabajadores. Este Gobierno obró con mucha improvisación y esto no es para aprendices de brujo”.