Cámaras cordobesas advierten que las clínicas están en situación crítica
Es por el impacto de la devaluación en un sector con insumos dolarizados, e importantes aumentos en gastos de salarios y tarifas, y prestaciones que se cobran a 90 o a 120 días.
“Nos estamos fundiendo llenos”.
Con esa afirmación describió el director de la Cámara Empresarial de la Salud de Córdoba (Caescor) Mario Hornik, la situación que atraviesan hoy la mayoría de las clínicas y sanatorios privados de Córdoba.
“El sector tiene un problema crítico de financiamiento, y en el escenario que vive el país esto se ha reagudizado de tal manera que estamos prácticamente en emergencia”, sostuvo Juan Gras, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la Provincia de Córdoba (Aclisa).
Las advertencias de los responsables de las asociaciones empresarias de la salud de la provincia fueron realizadas en el 10° Encuentro de Gestión Estratégica y Perspectivas en Salud, organizado por Aclisa y Caescor, que se concretó el viernes en el hotel Sheraton.
El problema no es la falta de demanda, como ocurre en otros sectores, sino las dificultades para sostener los costos de funcionamiento de establecimientos que están abiertos los 365 días del año las 24 horas, con mano de obra intensiva y altamente capacitada.
“Estamos sufriendo el impacto del enorme incremento de los insumos que en su mayoría están dolarizados; los aumentos de los salarios por las paritarias que son muy justas pero que exceden las mejoras que logramos en nuestros aranceles; y a esto se agrega que nosotros cobramos por nuestros servicios en pesos, y encima a los 90 o 120 días”, resumió Gras.
Hornik destacó además que se trata de una de las pocas actividades en las que el que compra es el que pone el precio, ya que las clínicas no son formadores de precios, sino que trabajan para la seguridad social que es la que fija los valores que perciben.
Los directivos de ambas cámaras señalaron que hoy están dolarizados incluso los insumos que provienen de empresas nacionales, y que en muchos casos están comprando sin precios.
“Estamos recibiendo remitos sin precios, que nos van a dar cuando los tengan que reponer. Pero el tema es que no podemos dejar de usarlos”, indicó el titular de Aclisa.
Los insumos rondan el 15 % de los costos, y los salarios representan un 74 %, según las cámaras.
“Hoy tenemos una tormenta perfecta”, graficó Gras. “Tenemos un impacto inmediato de esta devaluación tremenda, con aumentos de salarios y también de otros costos como los servicios generales con costos de luz y gas que se fueron por las nubes, y exiguos incrementos por parte de los financiadores, que encima recién vamos a cobrar en tres o cuatro meses”, subrayó.
Del sector privado depende la atención médica del 60 % de la población, que cuenta con cobertura médica a través de la seguridad social o la medicina prepaga.
Aunque Hornik y Gras aseguraron que el impacto de la crisis no repercute en el acceso a la salud ni en la calidad de atención de las clínicas cordobesas, no descartaron otras dificultades.
Así, alertaron que la mayoría de las instituciones de la provincia están en rojo, con egresos que superan los ingresos, y que muchas de ellas sólo se mantienen a flote por la ley nacional de emergencia de 2002, que les permite no hacer los aportes patronales y que tiene como plazo límite el 2019. “Esa ley impide el embargo de las instituciones de salud, pero se acaba en un año y la realidad es que el endeudamiento que tiene el sector es muy grande, porque se financia con la parte impositiva pero generando una deuda”, explicó Gras.
“No voy a ser tremendista y decir que va a haber cierres y despidos, pero lo que sí puede ocurrir es que esta severa crisis haga que algunas instituciones no puedan sostener determinadas áreas, en especial las críticas, y claro que eso puede generar despidos”, dijo Hornik.
“Muchos venimos trabajando a perdida, no por la crisis de este Gobierno, porque ya veníamos mal de antes, pero esto agrava todo”, señaló el director de Caescor.
Ambos referentes recordaron que desde 2002 cerraron alrededor de 200 clínicas en la provincia, la mayoría de ellas del interior provincial. Y hoy, según precisaron, sólo quedan 60 localidades con instituciones privadas con internación.
En Córdoba unos dos millones de personas tienen cobertura médica, de los cuales alrededor del 7% tiene prepaga y más del 90 % depende de la seguridad social. “Y ahí también hay problemas porque los ingresos de las obras sociales están cayendo por la pérdida de empleos, y los valores de las paritarias no compensan la inflación, a lo que se suma la falta de pago de los aportes de los empleados”, alertó Gras.
“Además de ese 90 % de la seguridad social, las obras sociales estatales representan alrededor del 60 %, ya que algo más de 600 mil son afi-