“La desjerarquización del Ministerio de Salud traerá mayor presión a las provincias”
Rubén Torres es rector de la Universidad Isalud, y fue uno de los expositores en el encuentro organizado por Aclisa y Caescor, donde se refirió al futuro del sector privado de la salud en la Argentina.
A su criterio, la situación de clínicas y sanatorios no puede estar separada del diagnóstico de la salud pública en general, que constituye la conjunción entre el sector estatal y el privado.
“No podemos hablar de un sector y desprendernos del otro”, dijo a PERFIL CORDOBA.
“Tenemos dificultades serias en el financiamiento del sector privado, y dificultades serias en la falta de rectoría del sector público. La expresión mayor es la disminución de jerarquía del ministerio a secretaría”, advirtió. Y agregó: “La falta de gobierno del sector salud durante muchos años terminó con un Gobierno sin Ministerio de Salud. Y esto va a repercutir tanto en la parte pública como en la privada”.
“Desde el punto de vista formal, el rango de ministerio o secretaría no importaría demasiado si las funciones se cumplieran adecuadamente. Pero desde hace mucho, y en particular en este último tramo, el Ministerio tuvo una falta de liderazgo absoluto que derivó en esta situación, al no cumplir con su función de rectoría ni de compensar las inequidades entre las jurisdicciones”, consideró.
“En cierta manera, esta desjerarquización es la expresión de la ausencia de la salud en la agenda política de nuestros líderes, no sólo de los que ahora conducen el país, sino de los que desde hace años no prestan atención a la salud pública como un eje central de sus gobiernos. Esa es una deuda que tiene la clase política argentina”, señaló.
Sobre el principal impacto que puede acarrear, Torres subrayó que “en un país que tiene más de un 30% de pobres es una función clave del Estado garantizar salud y educación”. “Si no lo hacemos, las consecuencias pueden ser muy graves”, alertó.
“Sin duda la salud depende de determinantes sociales como la distribución de la riqueza, el ingreso de los hogares, el acceso a los alimentos, de modo que ante la situación macroeconómica cabe esperar impacto en los indicadores de salud, más allá de los temas específicos de gestión como las subejecuciones presupuestarias que hubo, que se vieron por ejemplo en la falta de vacunas. Pero también hay un impacto muy serio en el personal de salud, con la pérdida de mística que implica esta degradación”, dijo.
Pero además Torres advirtió sobre los mayores gastos que se sumarán para las provincias. “En un país federal la función central de un ministerio nacional es tratar de compensar los desequilibrios naturales que hay en los contextos regionales, y en mi visión, una de las razones por las que desapareció el Ministerio de Salud es que desde el comienzo de este Gobierno hubo una política de tratar de trasladar todas las responsabilidades sanitarias a las provincias. Y por eso no hay ninguna duda de que habrá una mayor presión sobre ellas”.