Los radicales, resignados con Macri y molestos con Cornejo
Como sucede de manera cíclica desde que comenzó el gobierno de Cambiemos, el radicalismo volvió a tener una semana de reproches cruzados por el rol de su conducción en medio de la tormenta que azotó al Gobierno. Pero esta vez la novedad fue que lejos de exhibir su molestia por haber quedado fuera de la escena de toma de decisiones, prefirieron optar por la resignación.
Sin nuevos ministros dentro del gabinete reducido ya que solo Oscar Aguad logró sobrevivir en el área de Defensa, y suspendidas las reuniones de coordinación de los martes en Gobierno para hacer un grupo más compacto en la toma de decisiones, los radicales sufrieron una nueva poda en sus atribuciones.
Además, con el nuevo esquema, quien también quedó debilitado fue Adolfo Rubinstein, que bajó su rango de ministro y ahora quedará bajo la órbita de Desarrollo Social con el nuevo cargo de secre- tario de Gobierno. El radical, que tuvo un importante rol en la discusión por el aborto, negoció su permanencia con la condición de que se garantice el cumplimiento del presupuesto que estaba previsto y que se contemple un aumento significativo para 2019, comentaron desde el oficialismo.
“No le vamos a tocar el timbre a Macri para que cambie el gabinete”, fue el razonamiento que hizo en diálogo con PERFIL uno de los dirigentes partidarios que el último domingo estuvo en Olivos. En esta oportunidad, la cúpula de la UCR se sintió conforme con el detalle que le dieron los ministros Nicolás Dujovne y Dante Sica sobre las medidas económicas que se anunciaron el lunes, entre las que se atendió un reclamo para no descuidar a los sectores beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, a quienes se les prometió un refuerzo en dos tramos antes de fin de año.
Pero a nivel interno, el foco de las críticas estuvo dirigido al jefe partidario, Alfredo Cornejo, quien buscando minimizar la gravedad de la situación, no pensaba viajar a Buenos Aires hasta el martes pero fue presionado por sus correligionarios para subirse al mismo avión que partió el domingo por la mañana desde Jujuy, con Gerardo Morales, pasó por Mendoza para levantar al gobernador y a Ernesto Sanz y aterrizó en Aeroparque, donde tuvieron una primera reunión informal con Luis Naidenoff, Angel Rozas, Gustavo Valdés y Mario Negri.
Tras el agitado domingo en el que trascendió una infinidad de versiones, entre ellas que los radicales exigían más cargos de los que les dieron
Olivos “fue la Casa de Gran Hermano, un papelón”, se
quejaron
y que inclusive Sanz pidió el Ministerio del Interior, los radicales le reprocharon a Cornejo la falta de una comunicación clara para salir a desestimar lo que, según ellos, fueron “operaciones del PRO” para dejarlos en falta y no un “veto” de Elisa Carrió para integrar el gabinete como se quiso vender.
“Fue la casa de Gran Hermano, un papelón”, se quejaron en el partido, molestos por la inacción de Cornejo, que trató de congraciarse al recibir a Mauricio Macri en Mendoza para compartir distintas actividades durante el jueves y el viernes.