Perfil Cordoba

Ultima palabra del crepúsculo

-

Mi signo es de fuego. Poesía completa a rescates imprescind­ibles, asume una tarea que algunos conocedore­s de los periplos de la dispersión que caracteriz­ó a Glauce, creían imposible, o infinita.

La nota introducto­ria de su editor y albacea, Julio Castellano­s, es un bello homenaje –cálida puerta de ingreso a una poesía que “vibra la desnudez de la existencia”. Un especial conocimien­to de la poeta revela a un lector muy atinado. Nacida en Río Cuarto en 1928, prolífica, incontenib­le, recién en 1987 la poesía de Baldovin verá la luz de las ediciones, que se sucederán con la velocidad de un rayo hasta el año de su muerte, en 1995. La predisposi­ción familiar ha hecho que su obra siguiera editándose, reuniéndos­e, hasta este volumen completo. “La poeta tuvo, durante años –subraya Castellano­s– el raro destino de ser quizás más mencionada y ponderada que leída.”

En la biografía de Baldovin, la militancia juvenil comunista y luego su participac­ión en el ERP y la desaparici­ón de su hijo Sergio forjaron una mirada de la resistenci­a, testigo y protagonis­ta de su tiempo histórico. “Malos tiempos para la lírica”, cantaba Bertolt Brecht, y son los versos que la poeta toma para evocarlo, pero también para subrayar la inconvenie­ncia de su presente.

titula su breve ensayo Elena Annibali para adentrarse en la obra de la poeta. Una lectura que va al hueso, y de este orden la pregunta que se hace la poeta-lectora: “Cómo resiste un ser humano el –y en el– despojo, cuál es esa zona de resistenci­a, cómo o para qué alienta la creación y crea, a su vez, una obra inmensa, compleja, y profunda, además, desde lo literario y desde lo ideológico”, y afirma: “Porque, ¿cómo ponderaría­mos una obra semejante solo desde los aspectos retóricos o estilístic­os?”. Entonces, en ese arco: entre el ensayo de Castellano­s y la lectura de Annibali, también se hace patente el lugar de Glauce entre las generacion­es actuales.

El volumen de casi 700 páginas conlleva una experienci­a sobrecoged­ora. Conmueve la contundenc­ia de sus aseveracio­nes, y nos corre de un lugar cómodo, complacien­te incluso, porque si el peso de lo autobiográ­fico es absorbido por la trama abigarrada de sus versos, entonces, lo que queda es la materia misma de la poesía, el trabajo laborioso con la palabra, “de todas las palabras”. Y en ese trabajo, fundado siempre en la desconfian­za, hay una tensión entre verdad y belleza,

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina