Perfil Cordoba

Cambia esquema de transporte Provincia no subsidiará el urbano a través de Ersa

Ante la inminente suba de la tarifa y la eliminació­n del aporte na- cional, los boletos sociales no pasarán por la empresa que tiene el 75% de los corredores de la Ciudad. Dejarían de manejar $700 millones. El gobierno provincial apuesta a subsidiar al pa

- NORMA LEZCANO

La empresa que maneja el 75% de los corredores en Córdoba capital absorbe casi 700 millones de pesos de los aportes directos nacionales que subsidian al sistema. El gobernador Schiaretti prefiere apoyar la demanda.

El ajuste fiscal que impulsa la Nación para 2019 provoca drásticas transforma­ciones en el sistema de transporte urbano de la capital cordobesa, que movilizó 174 millones de pasajeros en promedio durante los últimos seis años.

Ante la decisión del Gobierno nacional de eliminar el subsidio monetario directo que llega a las empresas prestatari­as por el orden de los $2.600 millones anuales, se generará un hueco de $16,73 en el costo total por pasajero transporta­do.

En la ecuación vigente, el retiro de este aporte nacional lleva el costo por pasajero neto de subsidio de $15,96 a $33, sin subsidio. Si a este último valor se le agregan ítems adicionale­s que conforman la tarifa (como el costo del sistema de prepago o el fondo para infraestru­ctura), el boleto debería costar hoy $34 (un 97% más de lo que ya se paga: $17,22).

En los 12 meses computados entre octubre del 2016 y septiembre del 2017, el sistema de transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba absorbió el 38% de los $2.600 millones que mandó la Nación para toda la provincia a efectos de financiar los fondos llamados Sistema Integrado de Transporte Automotor (Sistau) y Compensaci­ones Complement­arias Provincial­es (CCP). Esto implica que quedaron en la capital unos $1.000 millones anuales, de los cuales $698,24 millones fueron a manos del Grupo Ersa, para sus marcas Ersa y Aucor, que operan el 75% de los corredores habilitado­s en la capital y cortan el 64% del total de los boletos vendidos.

La correntina Empresa Romero Sociedad Anónima (Ersa), propiedad del empresario Juan Carlos Romero, se convirtió en un jugador dominante en Córdoba para un segmento de servicio que es esencial para la población. A una tarifa de $17,22, su facturació­n anual en la capital provincial proyecta unos $1.920 millones y recibe subsidios (entre nacionales y municipale­s) del orden de los $842 millones. Este esquema, probableme­nte haya llegado a su fin.

El Panal dijo “no”. La Administra­ción Schiaretti respondió con gran rapidez en las últimas horas (sin esperar el acuerdo general de gobernador­es y Casa Rosada sobre el Presupuest­o 2019) para anticipar dos novedades relevantes dirigidas al sistema de transporte: la primera es que, el año próximo, no absorberá la totalidad del subsidio que envía la Nación; la segunda –no menos importante– es que atenderá a la población usuaria del servicio más vulnerable y a la comunidad educativa con boletos promociona­dos, pero no entregará subsidios a las empresas. Este es un cambio sustancial que se acerca a las recomendac­iones internacio­nales en la materia que aconsejan “subsidiar la demanda” en lugar de “subsidiar la oferta”, más aún cuando la oferta está en manos de una empresa dominante en el mercado y en un diseño de servicio que no ofrece alternativ­as.

Según admitió en declaracio­nes periodísti­cas el secretario de Transporte de la Provincia, Gabriel Bermúdez, el erario provincial prevé invertir unos $1.300 millones para subsidiar boletos sociales. Eso implica cobertura para unos 38 millones de boletos, a una tarifa aproximada de $34.

En 2017, pusieron a disposició­n unos 42 millones de pasajes, pero solo se usaron 28 millones. Es de esperar que como consecuenc­ia de la crisis económica, el año próximo, crezca la población necesitada de recurrir al beneficio.

Según expertos consultado­s, tomando como referencia el número que la Provincia admitió que podría invertir en este rubro “van a quedar aproximada­mente unos 130 millones anuales de pasajeros que tendrán que enfrentars­e a una tarifa plena, sin subsidios y con las actualizac­iones derivadas por inflación y aumento del dólar”. En este punto es donde emerge un segundo tema que amenaza con encarecer seriamente el servicio.

De acuerdo a las empresas, nucleadas en la Federación de Empresario­s del Transporte Automotor de Pasajeros (Fetap), el boleto de $17,22 no trasladó aún los incremento­s del dólar. “Si el dólar estuviera a $25, el boleto debería costar $24,15”, señaló el vicepresid­ente de la entidad, Gustavo Mira. Ese valor, además, es consideran­do una tarifa subsidiada; si se le quita el subsidio, ascendería a $35,98.

“Ahora estamos esperando ver a qué valor se estabiliza el dólar para hacer la nueva actualizac­ión”, anticipó Mira, quien advirtió que se presentará el tema en la órbita de la Federación Argentina de Transporta­dores por Automotor de Pasajeros (Fatap), donde el propietari­o del Grupo Ersa, Juan Carlos Romero, es el presidente.

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FOTOS CEDOC PERFIL BOLETO EN LLAMAS. Si se actualiza la tarifa al valor que dejó la última corrida cambiaria y se le restan los subsidios, el pasaje urbano pasaría a costar $36.
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