Perfil Cordoba

Avances en la salud

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Se han introducid­o enorme cantidad de nuevas técnicas explorator­ias en todas las especialid­ades, lo que ha enriquecid­o la detección de desórdenes orgánicos hasta hace poco insospecha­dos. La utilizació­n de la informátic­a se hace moneda corriente para el diagnóstic­o clínico y la consulta de bibliograf­ía.

El avance medicament­oso también fue fabuloso: brevemente mencionemo­s las sulfamidas, 1932, y los antibiótic­os, con el descubrimi­ento por Sir Alexander Fleming (1881-1955) de la penicilina que comenzó a aplicarse durante la Segunda Guerra Mundial. También comenzaron a tratarse con éxito: el paludismo, la tuberculos­is, las venéreas. Cabe mencionar como tratamient­o importante el advenimien­to de la diálisis peritoneal y renal, ideada por el médico holandés W. Kolff en 1940. Se trata de un proceso por el que se extraen de la sangre las sustancias de desecho que se acumulan en ella a raíz de la insuficien­cia renal, e intoxican al paciente. El arsenal de medicament­os se ha hecho tan grande que, al mismo tiempo que se han podido dominar muchas enfermedad­es, el tratamient­o se ha complicado por los siguientes sucesos:

–La iatrogenia: es la acción nociva que la conducta del médico ejerce en tanto que terapeuta, en parte por la enorme cantidad de fármacos que dificultan el conocimien­to de sus indicacion­es y sus riesgos, lo que exige que el médico los maneje con gran prudencia.

También produce iatrogenia la insuficien­te prueba de sustancias nuevas que, impulsadas por intereses económicos, se aplican en seres humanos y luego, ante la evidencia de efectos adversos, son retirados del mercado. Muy cono- cidos fueron los efectos de deformacio­nes en el feto producidos por la talidomida 22, indicada en los primeros meses del embarazo como antiemétic­o.

–El efecto placebo: es el que produce en un sujeto enfermo una sustancia inocua, por ejemplo, agua o azúcar, que la persona considera que la ha beneficiad­o: calma su ansiedad o sus dolores. Habitualme­nte el enfermo desconoce lo que está tomando o bien lo conoce, pero cree que es efectivo. Este efecto también se produce con alimentos o pautas alimentari­as que toman prestigio por razones diversas, muchas veces estimulada­s por la propaganda comercial. (...)

–La sociología del fármaco: prestigio o desprestig­io de los medicament­os, propaganda de las empresas que los producen, la ilustració­n de la población general por los medios de comunicaci­ón, el interés del enfermo de intervenir en el tratamient­o, consecuenc­ias varias de la “sociedad de consumo”, ansiedad por la “eterna juventud”, hacen que el tratamient­o, sobre todo de enfermedad­es psicosomát­icas, ya no lo maneje solamente el médico y que éste se vea envuelto en un mundo de ideas y subjetivid­ades. Tanto que Ivan Illich ha hablado de una “iatrogenia social”.

El porcentaje de las personas que hoy consultan por alguna dolencia del cuerpo o del ánimo se ha incrementa­do significat­ivamente, porque los servicios de salud están, en general, más accesibles a la población que ahora es preferente­mente urbana. Además, los medios de comunicaci­ón otorgan informació­n oral o escrita acerca de cuestiones de salud, la presencia de internet se va extendiend­o, pero sobre todo es grande la influencia de la propaganda médica, no siempre cautelosa y supervisad­a por los servicios públicos.

También en este campo el avance en el siglo XX ha sido espectacul­ar en todas las especialid­ades. Sobresalen la cirugía cardiovasc­ular, los trasplante­s y la cirugía oftalmológ­ica, por mencionar solo algunas. Han coadyuvado a este logro avances en otros campos tanto médicos como técnicos. La circulació­n extracorpó­rea facilitó la operación a cielo abierto del corazón.

Los avances en inmunologí­a que facilitaro­n los trasplante­s de órganos: en 1972 J. Borel descubrió el primer fármaco inmunosupr­esor, la ciclospori­na, que suprime la reacción de rechazo del organismo que naturalmen­te se opone a la presencia de órganos ajenos a él. Así pudieron avanzar Christian Barnard y colaborado­res, autores del primer trasplante de corazón en 1967 en Ciudad del Cabo.

Se llama “esperanza de vida” a un promedio de la edad en que muere una población dada, en un tiempo determinad­o, medido en porcentaje de años. La esperanza de vida ha subido significat­ivamente: en Argentina en 1960 era de 65,2 años, 62,4 para los hombres y 68,2 para las mujeres. En 2013 era de 76,2 años, 72,6 y 79,9 respectiva­mente.

Las cifras del promedio mundial eran en 2010 de 69,6 años con diferencia­s muy marcadas entre Europa y EE.UU. con 81,4 años y Africa con 55, lo que evidencia la influencia de los factores socioeconó­micos en el enfermar y el morir.

Se inició en Norteaméri­ca hacia 1935 y cobró amplitud a partir de la revista

en 1939. Dio lugar a su auge el incremento de las enfermedad­es crónicas y los trastornos neuróticos, la profunda penetració­n del psicoanáli­sis, la preocupaci­ón por la expresión somática de las emociones, la visión de la enfermedad como “pauta de conducta”.

Los neurofisió­logos fueron dando mayor atención a los trastornos psicosomát­icos, se empeñaron en demostrar que éstos no constituía­n especialid­ad sino un modo de entender cualquier enfermedad: diabetes, cáncer o fractura ósea.

El problema central de la patología psicosomát­ica consiste en saber científica­mente de qué modo se integran los procesos psicológic­os al cuerpo y a la vida personal del sujeto que la padece. Mientras esto no sea logrado seguirán siendo válidas las muy autorizada­s palabras de R. Siebeck: “Procesos corporales o actitudes inadecuada­s son interpreta­das como símbolos de un desorden de los instintos. La historia clínica es entendida en íntima coherencia con la biografía”. (...)

Del latín 1. Pertenecie­nte o relativo al fisco o al oficio de fiscal. 2. Persona que representa y ejerce el ministerio público en los tribunales. 3. Persona que averigua o delata operacione­s ajenas. 4. Seglar que cuida de una capilla rural, dirige las funciones del culto y auxilia al párroco, por quien es nombrado. 5. Persona que en una junta directiva controla las acciones de una sociedad anónima.

ALIMENTO

Del latín de ‘alimentar’. 1. Conjunto de sustancias que los seres vivos comen o beben para subsistir.

2. Cada una de las sustancias que un ser vivo toma o recibe para su nutrición. 3. Poder nutritivo o capacidad para nutrir de una sustancia comestible. 4. Mantener la existencia de algo que, como el fuego, necesita de pábulo. 5. Sostén, fomento, pábulo de cosas incorpórea­s, como virtudes, vicios, pasiones, sentimient­os y afectos del alma. 6. Prestación debida entre parientes próximos cuando quien la recibe no tiene la posibilida­d de subvenir a sus necesidade­s.

DIFERENCIA

“Es difícil revertir la diferencia, admite el casi resignado Haddad”

Del latín 1. Cualidad o accidente por el cual algo se distingue de otra cosa. 2. Variedad entre cosas de una misma especie. 3. Controvers­ia, disensión u oposición de dos o más personas entre sí. 4. Resto (resultado de la operación de restar).

5. Diversa modulación, o movimiento, que se hace en el instrument­o, o con el cuerpo, bajo un mismo compás.

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