Tamse, el otro agujero negro del transporte
Para comprender la vulnerabilidad fiscal que acumuló la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba en los últimos cuatro años, es preciso hacer una fotografía del desempeño económico actual de la empresa Transporte Automotor Municipal Sociedad del Estado (Tamse), que transporta, en promedio, nueve millones de pasajeros al año y recorre 1,9 millones de kilómetros anuales. A pesar de que Tamse muestra un índice pasajero/kilómetro recorrido (IPK) superior al de todo el sistema de transporte urbano de la ciudad (con un valor promedio de 5 puntos contra 2,94), solo 32% de sus ingresos totales proviene del corte de boleto. El 68% restante son subsidios que la empresa recibe por parte del Municipio. De hecho, el monto total de subsidios municipales pasó de $126 millones en 2014 a más de $229 millones en 2017 (81% de incremento). “Hoy, Tamse se lleva más de la mitad del total de los subsidios que otorga la Municipalidad al Sistema de Transporte”, afirma la economista Dariela Sposetti, del Instituto Investigaciones Córdoba Ciudad (IICC). ¿Tiene alguna lógica? La fotografía muestra que el servicio de trolebuses tiene alto nivel de ocupación, pero está muy lejos de financiarse como lo hace el promedio del sistema que logra con recaudación propia el 65% de sus ingresos totales. En el caso de Tamse, de cada $10 que gasta sólo $3,6 se pagan con el resultado de su operación. Pero, además, se consume buena parte del esfuerzo fiscal en subsidios cuando traslada apenas el 5% del total de pasajeros que se moviliza en transporte urbano dentro de la ciudad. “Son números que alarman y llevan a plantearse la necesidad de realizar un análisis de costo-beneficio, a los fines de desarrollar un plan de negocios que mejore el desempeño de la empresa”, advierte Sposetti.