Relanzan mesas sectoriales y piden no despedir hasta abril
Con el dólar más calmo y el respaldo financiero del FMI, el Gobierno buscará ahora contener el impacto social del ajuste y, en lo posible, retomar la agenda de competitividad.
De allí es que el gabinete económico, más precisamente el ministro de Producción, Dante Sica, profundizará en los próximos días las conversaciones con dirigentes empresarios y sindicales a fin de lograr consenso para mantener estable el empleo.
Si bien tanto en la Casa Rosada como en el equipo económico “no quieren saber de nada con leyes que prohíban los despidos, o normas similares”, lo concreto es que en los próximos días se intensificarán las conversaciones con los empresarios a fin de encontrar un consenso y un compromiso de evitar los despidos, al menos, hasta abril.
En el Gobierno saben que este fin de año será difícil en cuanto al nivel de actividad económica y la generación de empleo.
“La recesión se profundizó desde finales del segundo trimestre hasta el final del tercer trimestre. Por eso lo que buscamos es un compromiso concreto de los sectores empresarios de minimizar todos los efectos negativos posibles en el cuadro recesivo”, señaló un funcionario del gabinete económico.
Tratando de diferenciarse absolutamente del kirchnerismo, en el gabinete económico aseguran que desde el Gobierno no se promoverá nada que pueda afectar a la libertad de reducir o tomar empleados.
Sobre este punto los funcionarios explicaron que “con esas decisiones lo que se hizo fue profundizar el problema
Con el ministro de Producción a la cabeza, el Gobierno retomará contactos con empresarios y sindicalistas.
Buscarán anticiparse a cualquier medida que la oposición pueda promover para limitar despidos.
Por eso, habrá un pedido a las empresas para que no haya cesantías al menos hasta abril.
Creen que se viene un fin de año complicado, y el esfuerzo estará puesto en que el desempleo se mantenga en un dígito.
Además, buscarán con la nueva competitividad acelerar reformas.
Otro aspecto que se intensificará en los próximos días es la decisión de retomar los acuerdos de competitividad y empleo que se realizaron en forma esporádica el año pasado, con un mayor nivel de éxito en el caso petrolero, asociado a Vaca Muerta.
En el Gobierno no se habla de flexibilización laboral, sino de consensuar algunos aspectos que hacen a los regímenes de trabajo de determinados sectores y promover ciertas modificaciones que puedan llevar más competitividad y generación de empleo.
En Producción aseguran que se deben aprovechar los beneficios artificiales que dejó la devaluación con los sectores productivos, a fin de que se puedan incrementar las exportaciones y, en forma paralela, los puestos de trabajo.
Sobre este punto en particular ponen como ejemplo el rubro energético, el transporte aéreo e incluso la industria automotriz, con su plan Un Millón, aunque admiten que este sector se ha visto muy golpeado en los últimos tres meses por la caída de ventas en el mercado local.
“Queremos sentarnos con los dirigentes empresarios y los sindicatos para que haya compromisos concretos de mantener los puestos laborales y encontrar mecanismos que puedan mejorar un poco más el número de empleo por sectores”, agregó otro funcionario del equipo económico.