Cristonomics
encabeza un argentino, ¿cómo se forma el pensamiento económico de la cúpula del clero en nuestro país?
Va una guía en el increíble mundo de la La conducción de la Conferencia Episcopal Argentina, la máxima autoridad de la Iglesia del país, hoy les tiene más fe a los informes del Departamento de Economía de la Universidad Católica Argentina, y en especial al Observatorio de la Deuda Social que encabeza Agustín Salvia, que al otro bastión de la educación superior de ese palo, la Universidad Austral. Ligada al Opus Dei, allí talla más el ex viceministro de Economía de Domingo Cavallo, Juan José Llach, que también integra la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales en Roma.
Miren la grieta que hay. Por Puerto Madero, donde está la sede de la UCA, explican: “Se le comparten documentos pero son pocos los obispos más intelectuales, y tienen más apego por las consignas que emergen del movimiento obrero y sindical, con el que los une una tradición histórica”. Más tirando a Pilar, donde está la sede de la Austral, sueltan: “Hay diversidad de pensamiento entre los obispos pero los más populistas no han digerido todavía el documento del Episcopado ‘Iglesia y comunidad nacional’, de 1981, en el que la Iglesia Católica se define muy claramente como pro democracia”.
Sin embargo, la cosa se pone mejor afuera de la academia. Debajo del titular de la Conferencia Episcopal, Oscar Ojea, se ubican los dos obispos más intelectuales: el vicepresidente Víctor “Tucho” Fernández, ex UCA y sucursal de Francisco en la Argentina, y el titular de la Pastoral Social, el ministerio de la rosca de Cristo, Jorge Lugones. Así está la cosa, aunque también algunos ven diferencias entre ellos. Lugones, más ligado al peronismo y con un discurso más radical en cuestiones
Ahora, si se trata de creer en algo, en eso andan los CEO de las principales empresas, que trafican encuestas y posibles armados a lo pavo. Estos son algunos de los ensambles que circulan, todos partiendo de que “Macri no levanta”.
Va la gobernadora María Eugenia Vidal de candidata. El hoy presidente gira por el mundo como “canciller” sin cargo, tipo Barack Macri, para contar cómo liquidó al populismo y cómo funcionó un acuerdo estabilizador del FMI (?).
Juan Domingo Larreta, como le dicen los que ven sus eventos porteños con todo tipo de merchandising etiquetado con su logo, y que el año que viene se inaugura todo en la Ciudad de Buenos Aires, arma algo con el #peronismoracional y termina aterrizando en la Casa Rosada antes de lo que él pretende.
Thomas Pichetto, el capitán del siglo XXI, encabeza algo en el justicialismo que apoyó el Presupuesto o la
y termina por fin dejando el barro por algo de bronce.
El otro escenario no quieren ni nombrarlo. Lo que no se nombra, crece como problema, dicen los psicòlogos.