El espejo de Bolsonaro
había manifestado en grado ampliado con la mezcolanza esotérica del umbandismo.
Contrastes que igualmente se dan en los medios de comunicación donde, además de los programas mencionados, hay espacio para la rigurosidad más calvinista. El argentino que asista al Jornal Nacional de TV Globo (el Telenoche de Brasil) y a su canal de noticias, Globo News (el TN de Brasil), percibirá un ascetismo espartano digno de la BCC o de la Deutsche Welle,
el servicio internacional de radiodifusión de Alemania, que en la Argentina sería imposible.
Paralelamente, la amenaza de dejar sin publicidad oficial al diario Folha de São Paulo quizá se parezca más al caso de New York Times con Trump que al de los Kirchner con PERFIL o después con Clarín porque el diario brasileño informó que sus suscripciones crecieron vertiginosamente a partir de que Bolsonaro lo amenazara (ver https://youtu.be/ PfIDw3jmQjQ).
En el continente que es Brasil habitan varios países y las traducciones absolutas son siempre parciales. Es cierto, por ejemplo, que Bolsonaro tiene similitudes con Trump y que el mapa electoral de Brasil también está dividido claramente en dos zonas, como el de Estados Unidos, pero a Trump lo votó la mayoría de clase media baja y baja de su país mientras que en Brasil fue lo inverso, porque esa clase social votó mayoritariamente por el PT y contra Bolsonaro.
La estela del triunfo de Bolsonaro hizo que en la Argentina personas públicas que antes disimulaban ser de derecha ahora lo hicieran público sin temor y quienes eran menos pudorosos y siempre exhibieron posiciones más duras ahora las hubieran extremado creyendo que viene una ola de derecha que hará emerger un Bolsonaro argentino, algo que es poco probable en el contexto de nuestro país.
Brasil siempre fue un país más desplazado a la derecha que Argentina. Así como siempre tuvo eclecticismo religioso, también siempre tuvo sectores reaccionarios como el Escuadrón de la Muerte, civiles que salían a cazar delincuentes por mano propia. Se cumplieron 25 años de la matanza de la Candelaria, donde asesinaron, mientras dormían en la escalinatas de la Catedral de Río de Janeiro, a los vagabundos del centro de la ciudad, la mayoría menores, un acto intraducible en la Argentina.
Otra parte de las confusiones al vernos reflejados