Por el niño, prevén un verano con más lluvias que lo habitual
el fenómeno se presentará a finales de la primavera y traerá más precipitaciones que lo normal en el litoral, norte y centro del país.
Los modelos climáticos globales pronostican que en diciembre comenzará un fenómeno de El Niño, por lo que desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) esperan que influya en especial en un aumento de las lluvias en la región de la Mesopotamia, el Litoral, el centro y en el norte del país.
Más allá de la presencia de este fenómeno, la tendencia climática del SMN para los meses de noviembre, diciembre y enero confirma el pronóstico de lluvias. “Al analizar todos los modelos climáticos de predicción hay una probabilidad bastante alta de tener precipitaciones abundantes en todo el este del territorio nacional, y en la zona central desde Córdoba y Santiago del Estero hacia el este”, informó el meteorólogo del SMN Ignacio López Amorin.
Esto afectaría algunos centros turísticos nacionales como las costas bonaerenses en las que el promedio de lluvias es, por ejemplo en Mar del Plata, de alrededor de 94,9 milímetros mensuales. En Córdoba también las precipitaciones podrán ser más abundantes a la media de 126 mm en enero.
En Iguazú y Salta el pronóstico de precipitaciones se repite y esperan que supere los 178 y 196 mm, respectivamente. Allí las temperaturas podrán ser superiores a lo normal y superar los 21° de mínima y 32° de máxima en Iguazú y los 17° y 27° en la ciudad de Salta.
“Durante el fenómeno de El Niño las zonas costeras tienen temperaturas por debajo de lo normal para la época”, agregó
Vacaciones. En función del pronóstico de este verano, López Amorin para ir de vacaciones recomienda la zona de Cuyo y Patagonia, donde las precipitaciones y la temperatura estarán dentro de lo normal (a excepción de la zona más austral, donde pueden ser inferiores). Por ejemplo, en Las Grutas, Río Negro, las temperaturas promedio están entre los 16° de mínima y 30° de máxima, mientras que en Bariloche son entre 7° y 23°. En ambas ciudades el promedio de precipitación para la época no supera los 20 mm.
“Hay argumentos que sostienen que sería un fenómeno débil. Uno de ellos es que hubo un Niño fuerte no hace mucho, por lo que el calor que almacenó el océano entre un evento y el otro no es tanto como para que se libere con mucha potencia”, aclaró Osman. Sin embargo, también hay que considerar el contexto de calentamiento global “por lo que el océano ya de base está bastante más caliente y eso puede generar complicaciones”.