“Me ayudó a entender que quiero vivir de la música”

Agostina Rosales, es de Santa Ana, una tranquila localidad ubicada entre Córdoba capital y Alta Gracia. Mientras atendía la despensa familiar sonó el teléfono que cambió su vida.

“Es raro que atienda mientras estoy en el local, pero como era una llamada de Buenos Aires lo hice. Me avisaron que quedé y salí corriendo al baño donde me largué a llorar. Atrás mío vino mi familia y ellos también lloraron de alegría junto a mí”, cuenta la joven de 21 años.

—¿Dónde nació esa pasión por la música?

— Mi padre es músico y con mis hermanas cantamos las tres, desde siempre. Incluso tenemos una banda de folklore llamada Los Rosales. Fue mi papá quien impulsó este sentimiento desde que éramos niñas. Ya en los asados familiares, él nos sumaba cuando se organizaba una guitarreada.

—¿Qué cambió desde que estás en el certamen?

— Es increíble todo lo que pasa. Al principio lo vivía muy tranquila. Durante la audición a ciegas no caía que me veían millones de personas. Yo tengo un perfil bajo y ahora en la calle me reconocen y cuando eso pasa me late muy fuerte el corazón. Siento que en esta carrera me faltaba sentar cabeza y entender que quiero vivir de la música. Creo que el programa me ayudo en eso, mi coach se llama Dorita y es una genia. Se aprende tanto en que ya decidí que el año que viene me mudo a Córdoba, a armar mi proyecto en la música.

—¿Cómo te ves de cara a lo que resta del programa?

—El artista siempre quiere más y superarse. Este es mi primer casting y siento que no demostré el 100 por ciento de lo que puedo dar. Tengo los pies en la tierra, sé que hay grandes competidores pero voy por un poco más y seguir con este gran sueño que estoy viviendo.