Fiat 500 2018: con nuevo motor y el estilo retro chic característico
Manejamos el 2018 en su versión Louge ($841.100) que trae nuevos motor y caja. También, algunos cambios estéticos como las nuevas llantas de 16 pulgadas.
El Cinquecento es un pequeño clásico de esta época. Al igual que lo que sucedió con otros modelos como el Mini, Fiat decidió revivir un modelo muy querido, aprovechándose de cierta tendencia retro en el diseño.
Hoy, este ya no es un exotismo y es de lo más común verlo en la calle. A comienzos de este año, Fiat cambió el origen del 500, pasando de importarlo de México a traerlo de Polonia. Eso también implicó cambios mecánicos: desapareció el viejo motor 1.4 8 válvulas y el 1.4 MultiAir fue reemplazado por otro 1.4 (Fire 16 válvulas), ahora de 100 CV de potencia, que es el que trae la unidad probada. Se combina con la conocida caja robotizada Dualogic.
Este modelo recibió varios cambios que ya se ofrecían hace un tiempo en Europa. Lo más importante es que no se modificó su esencia, sigue siendo tan lindo como siempre, pero ahora está un poco más estilizado. Se destaca la nueva parrilla, con puntos cromados y las nuevas ópticas traseras, con centro color carrocería, de muy buen gusto también. Mención aparte para las llantas de 16 pulgadas, que le quedan hermosas.
Fiat es una marca que trabaja muy bien el diseño y no comete grandes errores. Han cuidado al benjamín de la casa y se nota.
Acá también hay mejoras con continuidad. Sigue el mismo estilo retro del exterior, con plancha color carrocería (un detalle que le queda muy bien) y muchas redondeces. Recordemos que se trata de un auto urbano de configuración 2+2: dos adultos más dos niños. La experiencia de una persona mayor en los asientos traseros es algo que no se le desea a nadie.
Toda la interface se renovó, con nuevo instrumental digital (muy bien diseñado) y nueva pantalla multimedia, sin navegador pero con Android Auto-Apple CarPlay, de excelente funcionamiento, que hace que no lo extrañemos en absoluto. El equipamiento general es bueno, destacándose el de seguridad con seis airbags y control electrónico de estabilidad de serie.
La ergonomía podría ser mejorada: la butaca no baja del todo y las personas de más de un metro ochenta tendrán algunas dificultades para viajar totalmente cómodas. Esto se suma al techo solar (que tiene solo una cortina traslúcida y hace una especie de efecto invernadero, se recomienda un polarizado alto), que “baja” la altura total. La recomendación es la de siempre: probar el auto antes de comprar.
El motor 1.4 16V de 100 CV va sobrado para este 500, que pesa solo 930 kilos. Sus respuestas son muy buenas y los consumos muy acotados (alrededor de nueve litros cada 100 km en ciudad y mucho menos en ruta). El problema está en la caja Dualogic. Este tipo de caja automática es en realidad una caja manual robotizada y tiene un funcionamiento distinto a las otras.
Quien nunca haya manejado un automático estará bastante conforme, ya que sirve para lo básico: no preocuparse por pasar las marchas. Pero quien ya tenga experiencia en otras cajas notará un o retardo en la respuesta que puede molestar bastante. Como alternativa hay una manual de seis marchas.
La puesta a punto es tirando a firme (las llantas de perfil bajo apuntan al mismo lado), lo que lo ayuda a doblar muy bien, casi como un kárting. El 500 es un auto muy divertido de manejar en el tránsito urbano.
Este 500 es tan bueno como siempre: un chiche para el que busca más que un medio de movilidad en la ciudad y está dispuesto a pagar por un objeto muy bonito y que anda bien. El cambio de motor le vino bien, pero la caja no gustará al que, además de diseño, busca prestaciones.