Trump volvió a cambiar su agenda y se autoproclamó como el ganador del foro
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volvió ayer a sorprender con cambios en su agenda y a proclamarse como el gran ganador de la cumbre durante su segundo día de actividades en Buenos Aires. En este caso, no fue su tendencia a huir de algunos compromisos formales -el viernes acortó un saludo con Macri y evitó el “retiro” a solas de los líderes- sino que se debió al fallecimiento del ex presidente estadounidense George H.W. Bush.
En principio, Trump no tenía previsto un contacto con la prensa argentina. Sin embargo, luego de la reunión con su “amigo” Mauricio Macri se había decidido que los medios locales se sumarían a la conferencia que ofrecería en el hotel Hayatt en la tarde de ayer. Pero la muerte de uno de sus antecesores alteró los planes y, según informó el propio Trump desde su cuenta de Twitter, “por respeto a la familia Bush” y al ex mandatario decidió postergar cualquier encuentro con la prensa hasta el funeral de Estado que se realizará la próxima semana.
Esto no lo privó de hacer un fuerte elogio de su desempeño en la cumbre. A través de un comunicado indicó que “usó la Cumbre del G20 como una oportunidad para reiterar su determinación de promover el crecimiento económico y la prosperidad tanto en el país como en el resto del mundo”. En Twitter, había señalado que consiguió un “enorme éxito” en sus negociaciones con varios países durante la reunión de líderes.
Según indicaron sus voceros, durante las reuniones de jefes de Gobierno y Estado, Trump también pudo tener algunos contactos informales con el presidente ruso, Vladimir Putin. No fue la bilateral prevista, suspendida según el mandatario norteamericano por el conflicto en Ucrania, pero es un dato importante porque en estos momentos la confesión de su ex abogado, quien admitió que mintió al Congreso para ocultar el alcance de los tratos comerciales privado de Trump en Rusia durante la campaña presidencial de 2016.
El punto más importante de su agenda fue la reunión y cena, en el lujoso Palacio Duhau, con el presidente chino Xi Jinping donde buscó reducir la tensión internacional que produjo la guerra comercial entre China y Rusia (más sobre la cena Trump-Xi en página 32).