Sin intención de cambio
1) El mundo actual es un mundo complicado en la medida en que se cierran los países y de enfrentamiento abierto entre dos potencias como Estados Unidos y China. En la declaración final del G20 no se aborda el tema del proteccionismo, lo que quiere decir que no hay interés en cambiar ciertas cuestiones. Hay un mundo en transición y el mundo de la globalización propio de lo que fue la era Obama ya no existe más y en su lugar hay malestares profundos en las sociedades nacionales. El objetivo de la Cancillería argentina ha sido loable trabajando en aras de la multilateralidad para afianzar el comercio. El esfuerzo es importante, pero lo que creo es que en este mundo complejo los intereses en conflicto no permiten un documento idílico que consolide el espíritu de la multilateralidad. 2) La política de diplomacia presidencial de Mauricio Macri ha sido correcta en el sentido de tener vínculos con los países centrales con Estados Unidos a la cabeza. China es un factor que no se puede desconocer desde lo que nos compra, pero mientras tanto el intercambio con la Argentina es deficitario para nosotros. Si bien hay que abrir nuevos mercados, creo que en el ordenamiento político Argentina tiene que mirar al norte y claramente a los Estados Unidos. Y al mismo tiempo también tener una relación pragmática con China. Esto implica mejorar los términos del intercambio comercial con ese país y agregar valor a la produ-cción primaria que exportamos a China.
3) No me parece importante. Lo importante es el G20, que tiene repercusión mundial. El debate de la contracumbre me pareció muy pobre en términos intelectuales, y demostró que atrasa más de treinta años: los problemas del mundo actual no son ni el neoliberalismo ni el Consenso de Washington, sino el proteccionismo, la no apertura de los mercados para nuestra producción, los problemas derivados de las cuestiones migratorias desde los países pobres a los centrales. De hecho la primera ministra británica Theresa May lo planteó descarnadamente al decir que finalizaron los tiempos de la libre circulación de las personas. 4) Argentina puede cambiar su eje de decadencia. Nuestro futuro está ligado a lo productivo: hidrocarburos, gas, petróleo, minería. Y la Patagonia como eje central del desarrollo, impulsando la integración del país con su potencia creadora, a través de Vaca Muerta. El desafío es el crecimiento. Si Argentina no crece estamos en dificultades.
“Argentina puede cambiar su eje de decadencia, ligando el futuro a
lo productivo”