El ‘hermano de la vida’ de Macri, detrás de ventajas para Singapur
Aunque en el Gobierno niegan que la condición de “hermano de la vida” del Presidente le sirva como línea privilegiada para el lobby, el empresario y cónsul honorario de Singapur en Argentina, Nicolás Caputo, está logrando en tiempo récord lo que casi 45 años de relaciones diplomáticas no pudieron. La meta inminente es un acuerdo bilateral de inversiones que otorgaría al país asiático un estatus diferenciado cuando se busca atraerlo para la concesión de grandes obras, como el puerto de Buenos Aires.
La imagen es el reciente acuerdo de garantía de inversiones firmado con Japón en paralelo a la cumbre del G20, luego de 120 años de amistad. Un compromiso de brindarle a la contraparte extranjera un tratamiento similar al de los empresarios locales y no menor al de otros países interesados, desde el acceso a oportunidades hasta un blindaje contra cualquier tipo de expropiación o nacionalización salvo excepciones que demandarían una compensación acorde.
Argentina firmó tratados de esta naturaleza con unos sesenta países de diversas partes del mundo durante los 90. En el marco que se busca atraer a inversores singapurenses para que liciten en la próxima renovación del puerto de Buenos Aires, entre otros proyectos, el incentivo no es menor en tanto se les garantizarían este tipo de privilegios. “Tienen uno de los puertos más grandes del mundo, por eso quieren interesarlos”, comentó a PERFIL un hombre relacionado con el mundo diplomático.
De hecho, la Argentina espera sacar provecho de ese mismo puerto modelo, al que describen como un “hub”, un punto de acceso para redireccionar sus exportaciones al resto del sudeste asiático. No en vano una parte de los acuerdos firmados con el premier Lee Hsien Loong en su desayuno con Macri en Olivos el jueves anterior al G20, al que cuentan que asistió Caputo si bien se mantuvo al margen, versan sobre la venta de litio y alimentos. En este último rubro, se reconoció a dos certificadores argentinos para alimentos halal, requisito obligado para cualquier venta a Singapur.
Otro de los negocios a punto de cerrar con Singapur gira en torno al turismo. Para incrementarlo, se trabaja ahora en la implementación de un acuerdo aéreo de 1997 que fue modificado en agosto para conectar Buenos Aires con Singapur a través de un código compartido entre Singapore Airlines y Air New Zealand. Solo falta la autorización de Nueva Zelanda.
Singapur estableció relaciones diplomáticas con Buenos Aires en 1974. No obstante ello, en 2002, la embajada argentina cerró sus puertas y recién fue reactivada en septiembre del año pasado, por directiva de Macri. El embajador singapurense, no obstante, reside en su tierra y viaja con frecuencia a la Argentina. En su reemplazo, la representación de los intereses de Singapur recae en quien ellos designan como su cónsul honorario, “un miembro destacado de la comunidad con conexiones”, detallaron a PERFIL. Caputo, en este caso.