La sociedad de Macri con Estados Unidos calma a industriales
Pese a que durante el G20 y con la visita de Estado de Xi Jinping, Mauricio Macri intentó hacer equilibrio entre China y Estados Unidos, los empresarios se quedaron con una de las definiciones del Presidente: que el país que dirige Donald Trump es el aliado estratégico.
El temor del sector privado está vinculado a que haya una mayor apertura a la producción china que, con costos de producción y laborales más bajos, pueden tener más impacto en la ya caída industria local.
En diez meses, según los datos del Indec, el déficit comercial con China trepó a US$ 7.235 millones mientras que con el Nafta –el 80% del comercio es con Estados Unidos– el rojo es de US$ 3.148 millones.
“Es una definición importante. China es un socio potencial, pero Estados Unidos es el aliado”, recapituló un directivo de Techint, una de las firmas que más frentes de conflicto tienen con China por el acero. “No vemos a China como una amenaza sino como una oportunidad de trabajo para los argentinos”, había dicho el presidente argentino desde el estrado de Costa Salguero al finalizar la cumbre de presidentes.
La segunda definición que tranquilizó llegó desde Brasil, donde el canciller Jorge Faurie y el ministro de Producción, Dante Sica, se reunieron con el futuro ministro de Relaciones Exteriores de Jair Bolsonaro, Ernesto Fraga Araujo, quien les ratificó su interés por seguir en el Mercosur pero con el que además coincidieron en otros puntos, como que –una vez más– Estados Unidos es un aliado estratégico para los dos países.
Durante su breve paso por Brasilia, además, los funcionarios argentinos se llevaron un compromiso de seguir negociando el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Fue Emmanuel Macron, el presidente francés, el que sembró la duda en el G20 al señalar que el acuerdo dependía de Bolsonaro.
El comercio exterior es uno de los ejes de un plan de 35 puntos que debatirá este martes la Unión Industrial Argentina en su reunión de junta directiva con las entidades provinciales para después trasladarle al Gobierno, como publicó ayer PERFIL.
Algunos puntos ya fueron anticipados al secretario de Pyme, Mariano Mayer. Esta semana, en tanto, la UIA está invitada a participar de la última reunión de Argentina Exporta del año mientras que también se prevé que Sica visite la sección bonaerense, la Uipba, el sábado.
Pese a la fuerte caída de las importaciones después de la devaluación, la industria local no encontró respiro según los datos de octubre y cayó 6,8%, donde diez de los doce sectores relevados por el Indec mostraron bajas. En el año acumulan una caída del 2,5%. La eliminación del piso del 60% de la tasa de política monetaria dispuesta el miércoles por el Banco Central (BCRA) requerirá en adelante “sintonía fina” para coordinar un sendero descendente que no desentone con la marcha de las expectativas inflacionarias para “evitar sobresaltos” con el dólar, advirtieron economistas, y en el sistema financiero. Además, estimaron que la tasa de interés real debería estar “10 puntos por arriba de la inflación esperada” para garantizar que sea atractiva para los depósitos de plazos fijos; de lo contrario los ahorros podrían desplazarse al dólar, más en un año electoral donde la incertidumbre política puede meter presión sobre el tipo de cambio.
Fuentes del BCRA evitaron revelar cuál es la tasa deseada versus inflación, y argumentaron: “Siempre que se buscó hacer eso, se falló, por eso para nosotros lo mejor es que esa tasa la decida el sistema y que sea lo que tenga que ser”.
Durante el brindis de fin de año con la prensa, el presidente de la Asociación Bancos de la Argentina, Claudio Cesario, planteó que “para que crezcan los depósitos en pesos el interés de los mismos debe ser positivo frente a la inflación”. También el presidente del Banco Santander Río, Enrique Cristofani, en un agasajo enfatizó que “es importante tener un nivel de tasas de interés que, de mínima, compense la inflación.
El dilema para el Gobierno es que la actual tasa afecta a la producción y al crédito. Los préstamos en pesos al sector privado, ajustados por estacionalidad, cayeron en noviembre 4,6% frente a octubre, con bajas en todas las líneas de financiamiento, indicó el último Informe Monetario del BCRA.
El ministro de Producción, Dante Sica, admitió días atrás que “las altas tasas de interés no son sostenibles a mediano plazo desde el punto de vista productivo”. En el BCRA, replican que comparten “que la recesión es dolorosa, pero la pregunta es qué política monetaria es la correcta dado el desafío de poder avanzar hacia una mayor estabilidad nominal, menor volatilidad, y lograr que baje la inflación”.
Los analistas consultados vislumbran que la baja de la tasa será “muy gradual”. El viernes la tasa de la Leliq se ubicó en 59,16%. El pico fue 73,52% el 8 de octubre. Sabrina Corujo, de Portfolio Personal Inversiones, y Mariela Díaz Romero, de EconViews, prevén que a fin de año se ubicaría en 58%. Guido Lorenzo, de LCG, calculó que “podría descender hasta 55% si la inflación de diciembre viene bien”. Todos concuerdan con que una reducción más significativa podría evidenciarse a partir del segundo trimestre de 2019.
Martín Saud, de Balanz Capital, prevé que “para mediados de 2019 la tasa podría estar más cerca de 40%”.
El canciller de Bolsonaro se reunió con Faurie y Sica, y señaló a Trump
como aliado