Científicas buscan crear en el país carne ‘in vitro’, para no matar animales
Armaron una startups para producir una hamburguesa artificial, a partir del cultivo de células madre bovinas. El desarrollo podría estar en el mercado en cinco años.
La posibilidad de comer un jugoso “bife de probeta” será en breve una realidad. Gracias a los avances en agricultura celular, en pocos años se podrá consumir carne cultivada en un laboratorio, mucho más saludable y menos cruenta en cuanto a su proceso de producción, ya que no será necesario sacrificar un animal. Además, su desarrollo a gran escala no redundará solo en un comportamiento ético/ambientalista, sino que realizará un aporte sustantivo contra la crisis alimentaria en el mundo, según los especialistas.
En Argentina, la ingeniera química Sofia Giampaoli (Itba) y la bióloga Carolina Bluguermann (Conicet) crearon Granja Celular para trabajar en el desarrollo de lo que será una verdadera revolución en la industria ganadera. A diferencia de la carne natural y su moroso proceso de producción, la sintética requiere una pequeña porción de tejido muscular y tres meses de incubación para fabricar cerca de dos mil raciones.
El procedimiento comienza con una biopsia del tejido glúteo del animal desde donde se extraen células madre que luego serán alimentadas y criadas en un laboratorio. Para obtener una hamburguesa de 100 gramos se necesitarán unos 15 mil millones de células.
“Reproducimos externamente en un biorreactor, lo mismo que las células experimentan en el interior del animal. En lugar de pasto les damos aminoácidos, sales y vitaminas, en un entorno con determinadas condiciones de temperatura y oxígeno”, le explicó a PERFIL Giampaoli. La técnica está en fase de experimentación solo en tres países del mundo: Israel, Holanda y EE. UU.
“La tendencia innata de las células proliferadas ‘in vitro’ para adherirse unas a otras causa el aumento de volumen y la formación de pequeños filamentos de carne que posteriormente serán compactados”, continúa. El resultado será una “carne limpia”: tejido magro, con el valor justo de fibra y proteínas, y sin agregados artificiales durante el proceso de cultivo. Sin embargo, por su particular textura, sabor y color, las especialistas aseguran que requerirá de un aditivo graso y de colorantes naturales para mejorar su gusto y aspecto.
La producción de carne celular provoca reacciones a favor y en contra en todo el mundo. “La carne sintética no es carne”, asegura el ingeniero Enrique Pavan, investigador del INTA Balcarce. “Se apropian del término carne por