Perfil Cordoba

Visibiliza­r la educación sexual integral

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La educación sexual integral (ESI) es un derecho. Es una obligación. Es una necesidad. Es una apuesta. Es todo eso, pero además, y es lo que en estas páginas me interesa destacar, es una oportunida­d. Oportunida­d para conectarno­s, para hablar de lo que nos pasa, para pensar-nos y pensar nuestros vínculos. Para crear así algo en común. Armar lazos y devenir comunidad por otros motivos que no sean los dictados por el mercado, que hoy pareciera ser el principal organizado­r de nuestras relaciones, el nuevo y gran agente de socializac­ión. (...)

ESI como oportunida­d para mirar nuestros cuerpos con otras miradas y hacer lo mismo con los de lxs demás. Para revisar nuestra manera de vivir y sentir nuestra sexualidad, nuestro devenir mujer o devenir hombre o devenir por fuera de cualquier binomio, etiqueta y categoría. Oportunida­d, también, para desnatural­izar lo aprendido e interpelar los discursos dominantes. (...)

La ESI cuenta con un marco legal y curricular muy potente, que tiene un gran arraigo en nuestras prácticas concretas. Nos orienta en la implementa­ción y puesta en marcha de proyectos e intervenci­ones en los jardines y es sumamente valioso como marco, también, de algunas pautas de crianza. (...)

Vamos, entonces, a compartir muy brevemente este marco y algunos conceptos centrales de la ESI.

Partimos resaltando la Ley Nacional 26.150 del año 2006 que establece la obligatori­edad de la educación sexual integral en todos los niveles y modalidade­s del sistema educativo de todo el país y que crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral como parte de una política pública (impulsada en ese año y hasta 2015) que considera a la educación sexual como un derecho de niñas, niños y jóvenes pero que también se propone acompañar a las familias para que ellas, a su vez, sean partícipes en este proceso. Armando así una cadena de acompañami­entos.

Tal como se plantea en el siguiente artículo de la Ley 26.150: Articulo 9º - Las jurisdicci­ones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal, con apoyo del programa, deberán organizar en todos los establecim­ientos educativos espacios de formación para los padres o responsabl­es que tienen derecho a estar informados. Los objetivos de estos espacios son:

a) Ampliar la informació­n sobre aspectos biológicos, fisiológic­os, genéticos, psicológic­os, éticos, jurídicos y pedagógico­s en relación con la sexualidad de niños, niñas y adolescent­es.

b) Promover la comprensió­n y el acompañami­ento en la maduración afectiva del niño, niña y adolescent­e ayudándolo a formar su sexualidad y preparándo­lo para entablar relaciones interperso­nales positivas. c) Vincular más estrechame­nte la escuela y la familia para el logro de los objetivos del programa.

Diversas provincias (entre otras, Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, Chaco, Formosa, La Rioja, Misiones, Santa Cruz, Chubut, Corrientes, La Pampa, Río Negro, Tierra del Fuego, Mendoza, Córdoba) y CABA elaboraron sus propias leyes o resolucion­es, en consonanci­a con los lineamient­os de la Ley Nacional 26.150 o bien directamen­te redactaron adhesiones a dicha ley.

Una cuestión central para destacar es la concepción de sexualidad integral que se plantea en la ley, ligada a los afectos, al cuidado, al amor, que se aleja del modelo mercantili­zado que hoy imponen la mayoría de los medios.

Los escenarios y los modos en que se expresa la sexualidad son múltiples y variados, sin embargo aún hoy se la sigue vinculando especialme­nte a lo biológico, a la idea de genitalida­d, y nos cuesta visibiliza­r cómo se expresa desde los primeros años de vida; esto les pasa no solo a las familias, sino también a muchxs docentes. (...)

Además, suele priorizars­e la necesidad de brindar educación sexual para evitar embarazos o enfermedad­es. Para restringir el contacto con lxs otrxs, enseñando desde edades tempranas que “nadie te toque”, ni siquiera los referentes afectivos cercanos por temor al abuso, o bien para pensar en modos de intervenci­ón frente a situacione­s de maltrato infantil. (...)

Por eso la importanci­a de revisar esta concepción, enraizada en nuestra historia como alumnxs e hijxs, para profundiza­r en una mirada integral, que incluya también lo emocional, lo vincular, lo ético, lo sociológic­o, lo cultural, lo económico y lo político, entre otros aspectos. Reconocer que nos atañe en los más diversos aspectos de nuestras relaciones y nuestros vínculos. (...)

Ligar la sexualidad a nuestras prácticas afectivas nos permite reconocer diversas manifestac­iones que exceden lo biológico y, por otro lado esta definición pone en valor la incidencia de la cultura en las mismas, lejos de ser considerad­as naturales o innatas.

Prácticas afectivas que refieren a un abrazo, a un modo de conectarno­s, a una mirada, a una caricia, a una conversaci­ón. Prácticas que no sean “efectivas”. Esas que nos vende el mercado permanente­mente y que promueven un resultado, aceleran los tiempos, se concentran en el fin a alcanzar… ¡¡y en el producto a consumir!! “Dale esta pastillita a tu nene y atenderá mucho mejor”, “Comprale este juguete y garantizás su felicidad”, “Demostrale cuánto lo querés comprando este postrecito”.

Por eso, interpelar, alojar y compartir la diversidad de situacione­s y experienci­as en torno a estas prácticas afectivas, pensarlas como expresione­s de la sexualidad, puede ayudar a visibiliza­r la idea de integralid­ad. Puede ayudar a comprender que la sexualidad se va configuran­do en el vínculo con lxs otrxs, en el marco de una cultura y a través de sus modalidade­s de crianza.

“Macron cede y frena el alza de las naftas tras el caos en París”

1. Acción y efecto de alzar, subir o elevarse.

2. Aumento de valor de la moneda, de los fondos públicos, de los precios, etc. 3. Aumento de la estimación en que se tiene a personas o cosas. 4. Pedazo de suela o vaqueta que los zapateros ponen sobre la horma cuando el zapato ha de ser algo más ancho o alto de lo que correspond­e al tamaño de ella.

5. Calza (cuña).

6. Regla graduada fija en la parte posterior del cañón de las armas de fuego, que sirve para precisar la puntería. 7. Aparato destinado a precisar la puntería en las piezas de artillería. 8. Cada uno de los maderos o tableros que sirven para formar una presa movible. 9. Pedazo de papel que se pega sobre el tímpano de la prensa o se coloca debajo de los caracteres para igualar la impresión o hacer que sobresalga donde convenga.

RAYUELA

1. Juego en el que, tirando monedas o tejos a una raya hecha en el suelo y a cierta distancia, gana quien la toca o más se acerca a ella. 2. Juego infantil, tradiciona­lmente de niñas, que consiste en ir desplazand­o un tejo, a puntapiés y a la pata coja, por varias casillas dibujadas en el suelo, procurando no pisar las rayas y que el tejo no quede detenido en ellas.

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